Epílogo

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Un mes después...

—¿Estás listo, amor? —preguntó Harry mientras asomaba su cabeza en la sala de estar de Louis.

La criada del omega no se molestó en mirarlo mientras alisaba el precioso abrigo de color zafiro sobre los volantes blancos de su camisa. Aunque le habían gustado todos los colores suaves que Louis había llevado como omega soltero, pensaba que prefería los tonos joya que resaltaban el brillo de sus ojos.

Louis se giró ligeramente para verlo de reojo.

—Casi.

Se adentró más en la habitación hasta quedar frente a Louis. Él nunca se perdía ninguna ocasión de contemplar la singular belleza de su marido.

—Eres tan exquisitamente hermoso.

Louis se sonrojó de forma bonita, y su criada salió a toda prisa de la habitación. Hacia sólo un mes que se habían casado, y aunque Louis se había casado con él bajo presión, hasta ese momento su matrimonio había estado lleno de amor, familia y felicidad. Nunca se cansaba de decirle al omega lo encantador que lo encontraba, y le encantaba ver cómo las mejillas de Louis se sonrojaban de placer por sus palabras.

A veces le era bastante difícil creer que Louis era finalmente suyo. Había estado a punto de perderlo en más de una ocasión, por lo que sabía que pasaría algún tiempo antes de que se sintiera más seguro de la permanencia de Louis en su vida. Sin embargo, Harry sabía que había una cosa que le haría sentirse más seguro, pero se sentía profundamente reacio a abordarla todavía.

Los ojos de Louis brillaron con una pizca de picardía cuando se acercó a él, cerrando el espacio entre ellos. Las manos de Louis se alzaron para posarse ligeramente sobre sus hombros y luego sus dedos se deslizaron hacia su nuca hasta que empezaron a enhebrar los rizos que buscaban. El corazón de Harry palpitó con más fuerza en su pecho.

—Podríamos llegar tarde —susurró Louis contra su piel, hundiendo la nariz en su cuello.

Harry gimió cuando Louis se movió ligeramente para ofrecerle sus labios para un beso. Él era un omega al cual era difícil decirle que no, y para ser justos, el alfa no estaba seguro de haber conocido a alguien que supiera decirle que no a Louis.

Hizo lo posible para no ceder, pero el dulce olor del deseo de Louis le hizo estremecer la nariz.

—Amor, llegaríamos tarde al baile de Niall, y no estoy seguro de que Lord Mendes me perdone. No deseo ofender a los mismos amigos que tan generosamente nos han ofrecido el regalo de su tiempo y su protección con los niños para que podamos ir a un viaje por nuestro matrimonio.

Con un suspiro, Louis dio un paso atrás, soltándole las manos. Harry ya lamentaba la pérdida del contacto físico.

—Muy bien. Sé que tienes razón. Sin embargo, no entiendo cómo tienes tanto autocontrol.

El omega se dio la vuelta y se dirigió hacia el espejo para comprobar su aspecto, mientras Harry apretaba los puños a los lados en un intento de no doblar a Louis sobre la silla más cercana. Respiró profundamente varias veces, lo que no sirvió para calmar la presión que ejercía su polla sobre la apretada tela de la ropa interior. Respirar profundamente en una habitación llena del aroma de su omega no era la idea más inteligente.

Iba a salir de la habitación, pero se dio cuenta de que sus botas parecían de plomo y no estaban dispuestas a moverse. En lugar de eso, se fijó en el ajustado abrigo de Louis, que mostraba la encantadora caída de su cintura. Admiró el brillo de la piel de su garganta; y la curva del trasero de Louis, que se mostraba en aquellos pantalones, le dieron ganas de enseñar los dientes. Se quedó mirándolo tanto tiempo y en silencio que captó la mirada de Louis en el cristal. Él se volvió para mirarle con curiosidad.

If I Loved You Less (Traducción)Where stories live. Discover now