If I Loved You Less (Traducción)

Capítulo 8

Mayo de 1816

El barón Winston detuvo los caballos, aunque no iban muy rápido para que eso fuera un inconveniente. La mirada que tenía Lord Styles habría asustado al hombre más valiente, y el barón Winston estaba lejos de serlo. Estaba seguro de que el Barón habría corrido, pero si estaba tan jodidamente agotado como Louis, probablemente no tendría la resistencia necesaria.

—Baja de tu calesa —le ordenó Lord Styles. Louis se estremeció ante el tono alfa de su voz.

Con un gruñido, el barón Winston bajó de la carroza mientras Lord Styles se bajaba de su caballo. El Barón se volvió hacia Louis y suspiró.

—Al menos me hubiera gustado probarte antes de que nuestra pequeña aventura terminara.

Cuando el Barón se giró para afrontar las consecuencias, su cara se encontró con el puño de Lord Styles. El crujido de su nariz hizo que todo saliera, por lo que Louis observó con los ojos muy abiertos cómo la sangre brotaba de la nariz del barón Winston, la cual seguramente ahora estaba rota.

Él cayó de rodillas, agarrándose la nariz.

—¡Mi nariz! —dijo el barón Winston con voz apagada y nasal—. ¡Me la has roto!

—Ahora yo voy a hablar y tú vas a escuchar, maldito patético, y si me interrumpes te golpearé otra vez.

El Barón se quedó callado desde su lugar en el suelo. Era la primera cosa inteligente que Louis le había visto hacer desde que empezó toda aquella debacle.

—Vas a coger las escasas monedas que tienes y te vas a ir del continente. Espero nunca oír hablar de tu regreso. Porque si lo haces, te prometo que una nariz rota será la menor de tus preocupaciones. Has deshonrado tu título, y lo que es más importante, has intentado secuestrar a mi futura pareja.

Louis oyó un "lo haré" ahogado procedente de la dirección general del barón Winston, quien estaba tendido en el suelo.

Lord Styles utilizó su pie calzado para empujarlo sobre la espalda. La sangre del barón Winston manchó la parte delantera de su camisa y abrigo arrugados, mientras seguía llevándose la mano a la nariz.

—No he podido oírle con claridad. Se le perdonará la vida si se marcha del continente inmediatamente. ¿Queda entendido?

—Sí —dijo el barón Winston con más claridad—. Partiré tan pronto como la sangre deje de brotar de mi nariz y pueda poner en orden mis asuntos.

—Yo le aconsejaría no esperar más de lo necesario —gruñó Lord Styles—. Si te veo u oigo hablar de ti, te encontrarás con algo peor que mi puño.

—Entiendo.

Lord Styles le dio la espalda al barón Winston y caminó lentamente a Louis. Su rostro se suavizó considerablemente, y parecía acercarse con cautela, como si Louis pudiera estar asustado después de la terrible experiencia del último día y medio.

—Señor Tomlinson, ¿está usted bien?

Louis sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas. De todas las maneras en que pensó que esto podría llegar a su fin, no había esperado que Lord Styles lo rescatara.

—Lo estoy. Gracias por venir a buscarme.

—Por supuesto.

Estar de nuevo tan cerca del alfa hizo que el corazón de Louis diera un vuelco en su pecho.

—Me temo que tendrá que ir a caballo conmigo. Luego conseguiré un carruaje en la ciudad.

Louis asintió y siguió a Lord Styles hasta su caballo. Lord Styles se acercó a él, y Louis respiró el aroma del cuero español y menta, descubriendo que aquello calmaba los rápidos latidos de su corazón y los convertía en un ritmo más suave. Unas manos grandes y firmes se cerraron en torno a su cintura y lo subieron con facilidad al lomo del purasangre de Lord Styles.