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Caminaba de un lado al otro, se mordió el labio con nerviosismo, se había enterado de la nueva joya amarilla, un zorro escurridizo que se metía en sus planes como una serpiente de cascabel. El humo en su forma humana también estaba nervioso, como no estarlo si el chico rubio casi lo descubría.
La fémina paró su caminar cuando escucho a la sombra carraspear.
–Esto es malo, ese mocoso casi me descubre —habló caminando hacía la de cabellos blancos- tendremos que cambiar los planes.
–por eso no debes de caminar a tus anchas por el palacio espiando a el prostíbulo de Ariana —le regañó, mirándolo seriamente-
–Agh...haz silencio, estoy tratando de pensar en una manera —la de ojos azulados lo miró ofendida pero no dijo una palabra-
–¿Y si...—dijo la fémina ganándose una mirada de la sombra, quien sonrió de manera espeluznante-
–Me convierto, completamente en humano? —completó la frase de la mujer frente a él- gastaría parte de mi mana, pero, puedo hacerlo hasta que se complete el plan~
Sin perder más tiempo alrededor del humo salieron varias chispas de magia oscura, la fémina cerró los ojos. Unos minutos después la joven los abrió dejando una sonrisa en su rostro al observar a aquella sombra en su forma humana completamente. Ahora parecía alguien de veinticuatro años, cabello negro y ojos verdosos, de alta estatura, sus ropas eran finas y tenía un pequeño lente redondo en uno de sus ojos.
El chico se miró al espejo de la habitación sonriendo, por fin volvía a ser humano. Se acercó a la chica quien estaba aún sorprendida, la atrajó hacía su pecho sintiendo las emociones que provocaban.
–Te puedo sentir~ —habló con una sonrisa aún sin apartar a la fémina de su pecho quien también lo abrazó-
–Si...—le respondió la peli blanca escondiendo su rostro-
–¡Cuando fue la última vez que pude sentir a alguien? —cerró sus ojos pensando, aquella vez que protegió a la chica entre sus brazos de un grupo de lobos cuando era más pequeña- El juego comienza, ¿O no querida?
La fémina se comenzó a reír separando su cuerpo del de él chico. Una vez más podía ver a ese ser en su forma humana completa.
Vamos a comenzar la partida, el entretenido entrenamiento terminó. Es hora de que corra sangre.
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