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Ariana entró a el comedor, las concubinas y sus hijos sentados en la mesa, Perséfone sentada al lado derecho de Benela Verdi con una mirada de indiferencia.
–¡Ah, ahí estás, Ariana! Llegas más tarde de lo habitual —Menciona con una voz burlona madame Benela Verdi-
–Es cierto, nunca te había visto llegar minutos más tarde —Dice Perséfone, ella y Benela se dieron una mirada cómplice-
–Ah, pero no lo creo así. El sol y la luna de nuestro imperio no han llegado —Indicó la de ojos amatista-
La concubina de cabello anaranjado se levantó acercándose rápidamente a Ariana.
–¡Te estaba esperando! Lady Perséfone me dijo que vendrías más tarde de lo habitual, pero sin embargo, no dejé de mirar las puertas esperando por tu llegada —la mirada de dulzura y amabilidad de Madame Marigold se cruzó con la de Ariana-
–¿Mi padre no te dijo que trataras bien a Cryna? —Pregunta mientras frunce su ceño-
La ojiazul se le hizo gracioso el como su 'hermanita' defiende a una concubina que no le importa lo más mínimo.
–Solo estábamos charlando, ¿no es cierto, Cryna, querida? —Un escalofrío recorrió la espalda de Cryna al sentir la mirada peligrosa de Benela-
–Lady Marigold, la forma en que se levantó no es apropiada, por favor, vuelva a sentarse —Pide con un tono de voz gélido y una mirada fría-
–E-es cierto, ¡Pido disculpas, Lady Perséfone! —Marigold miró a la primera princesa apenada pensando en que sus acciones habrían molestado a ojiazul-
Benela suelta una risa discreta viendo cómo Madame Marigold se sentaba cómo un perrito a su lado izquierdo. Los demás hijos estaban callados, observando la situación.
–¡EL EMPERADOR Y LA EMPERATRIZ, EL SOL Y LA LUNA DE ARBEZELA, HAN LLEGADO! —Y con un simple anuncio todos se levantaron de sus asientos haciendo reverencia hacía la emperatriz y emperador de Arbezela-
–Tendremos una cena informal, así que hay que relajarse y disfrutar de la comida —Una sonrisa se presentó en la cara de Jaider mientras habla-
–Por supuesto —Hablaron al unisono todos los presentes menos Perséfone-
Un rato no muy largo, un tiempo de calidad "bonito" entre familia. Benela miraba feroz de vez en cuando a Cryna, Perséfone se enfocaba en hablar con Kamal y Haberon. Ariana llevaba por lo menos —y a las cuentas de Bavilo— veinte platos de comida. Jaider y Roserice hablaban entre ellos.
–Muy bien, ¡Es hora del postre! —Anuncia con una sonrisa el emperador- ¡Hoy tenemos todos sus favoritos, hijas mías!
–¡Gracias, padre! –Gracias padre, pero no tenías que hacer esto —Hablaron casi al mismo tiempo Perséfone y Ariana, se rieron al ver que sus palabras casi eran las mismas-
Primer fuego y la última llama, pero, la vela sigue encendida.
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En el siguiente capítulo estará la conversación de la ceremonia del sol y demás.
