Primer encuentro

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Habiendo pasado ya un mes, Twilight no estaba más cerca de ninguno de sus objetivos. El consejo de maestros no estaba dispuesto a cambiar a Swan como instructor de los eruditos imperiales, y, por el cambio de grado, tampoco podía ver al segundo hijo de Desmond ni intentar convocar a sus padres.

Lo más cerca que estaba de ello era Anya.

La pequeña pelirosa lo traía de los nervios con sus comentarios crípticamente precisos y su agudeza para leerlo completamente.

Al principio, cuando le preguntó si era un espía, descartó el comentario por la explicación de Damian, pero ahora, él se preguntaba incluso si ella lo sabía, pero ¿como una niña de seis años podría saber un secreto como aquello? Sus constantes comentarios de misiones secretas, nombres falsos y los padres de Damian, lo hicieron reflexionar nuevamente la razón por la que esta niña había entrado a una escuela tan prestigiosa y conservadora como esa, siendo que no era la más brillante de sus compañeros a pesar de su agudeza y perspicacia, tenía un carácter que el hombre rubio encontraba admirable, pero aun así...

Uno de los comentarios que más le impresionó fue cuando supo acerca de Bond, un perro que había adoptado al comienzo de su misión por razones que ni él aún entendía.

La niña le preguntó por su mascota, a lo que él respondió que no tenía, pero ella, insistentemente le preguntó por el perro blanco que lo esperaba en casa.

Él se preguntó si ella alguna vez lo vio fuera del campus, pero tampoco explicaba cómo estaba tan segura de que era su perro. La niña luego explicó que tenía un pelo planco en la solapa de su traje... no fue la mejor explicación en especial cuando aquello demostraba una capacidad de deducción que a él mismo le tomó tiempo en manejar con tan pocos detalles (¡era un pelo en la solapa!) , pero la aceptó para dejar el tema zanjado.

Pero ese fue uno de los tantos datos que la niña parecía conocer de él.

Siendo uno de sus pocos fines de semana libres, entiéndase a este como que su única asignación corresponde a la actual y no a las pequeñas misiones que debía hacer con bastante frecuencia debido a la falta de personal de WISE, Twilight, en su personaje de Loid Forger, decidió ir a la tienda de costuras para retirar uno de los trajes que había mandado a reparar.

Loid decidió pasar por Franky antes para intentar, nuevamente, obtener más información de Anya Briar, pero para su mala suerte el hombre no se encontraba en su tienda de tabaco. El hombre suspiró resignado a intentar por su cuenta las razones de porque la niña estaba en su clase.

Al llegar a la tienda, observó por la mampara que ya había otro cliente en la tienda, una mujer, quien le pareció extrañamente familiar.

Loid se acercó al mostrador, esperando pacientemente su turno mientras miraba de reojo a la mujer de abrigo rosa.

Al parecer la agudeza era de familia

-¿Disculpe?- dijo ella, aun de espaldas a èl terminando de guardar, lo que èl creyó, era su pedido- pero note que no has dejado de mirarme desde que entraste a la tienda- la mujer en ese momento se dio vuelta, y Loid supo porque la encontró tan familiar- ¿puedo ayudarte en algo?

Yor Briar, la madre de Anya, estaba frente a él, y en ese momento no supo qué camino debía tomar para no perjudicar la única vía que le estaba quedando para lograr su misión.

La mujer frente a èl era uno de los civiles que más cerca estaba de la familia Desmond, siendo amiga cercana de Melinda, su hija visitando constantemente la casa familiar por la amistad que tenía con el hijo menor, y probablemente siendo también la madre del hijo ilegítimo de Desmond (necesitaba a Franky para comprobar esa hipótesis), cualquier camino que eligiera debe ser cuidadosamente analizado para ver los pro y contra y las posibles consecuencias y fallos a los que estaría expuesto ante la más mínimo error de las variables que no podría manejar, aunque quisiera.

Twilight hizo esto en menos de un segundo

Esperaba no equivocarse con su elección.

-Lo lamento por incomodarte- vio cómo ella iba a protestar, probablemente negando- pero no pude evitar notar lo hermosa que eres- le dio una de sus famosas sonrisas de trampa de miel, esperando y sintiendo un pequeño grado de orgullo al ver que sus palabras comenzaban a colorear sus mejillas de un hermoso tono rojo

-Oh, vaya...- ella se volvió hacia la trastienda, evitando su mirada y visiblemente conmocionada, pero no de la manera en que esperaba- ¿crees que soy hermosa?- lo dijo de manera pensativa, casi como si no pudiera creer que alguien pudiera elogiar su belleza- ¿yo?- ella volvió a mirarlo, señalando a sí misma, como si no pudiese creerlo

Twilight tampoco lo creía, ¿nadie le ha dicho que era hermosa? ¿ni siquiera el padre de Anya? quien sea que fuera

-Claro, una de las mujeres más bellas que he visto- Loid fingió avergonzarse por sus palabras- pero como dije, lamento incomodarte, no suelo hacer o decir cosas así

Antes de que ella pudiera responder una voz, muy conocida para él, interrumpió

Twilight realmente esperaba que ella no estuviera en la tienda

-Mama, me queda perfecto- dijo la pequeña dando vueltas y abriendo los brazos mostrando cómo su vestido flotaba- me encanta- la niña levantó la mirada viendo al hombre que estaba tras su madre- ¿Maestro Forger?

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