Lovers - HOTD

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~121 d.C ~

Los tintineos de las cucharas al chocar con la tasa era lo que se escuchaba en toda la habitación. Las risas de Daario y Baelon siendo provocadas por su tío, Larys Strong.

La mañana era muy agradable, el viento no era tan fuerte, perfecto para mantener un clima cómodo.

Después de tanto tiempo sin ver al Strong, la princesa se encontraba de maravilla al tener a su querido amigo, viendo como convivía con sus hijos. A Baelon lo mantenía sentado en su regazo, mientras Daario corría a traerle todos sus juguetes, mientras balbuceaba <<Lalys>> provocando que el corazón del patizambo se derritiera.

— Desde que comenzó a decir sus primeras palabras, ya nada lo detiene. — Dijo la rubia al observar como el niño seguía repitiendo frases que escuchaba.

— Es inteligente como su madre, algo de lo que carece Harwin. — Comentó, tomo la pequeña mano de Baelon y la agito, provocando risitas del bebé de tan solo 6 lunas.

— Eso no lo discuto, rezo para que mis hijos no sean como su padre, prefiero que sean como su tío Larys. — Le dedicó una sonrisa genuina a su cuñado, este la observo con cierto brillo en los ojos y correspondió.

— Lalys, Lalys — Dijo a coro el pequeño, mientras corría a dirección del nombrado y lo abrazaba.

Siempre era así, en cada visita de Larys, los niños estaban de buen humor, dispuestos aceptar visitas que no fueran los rostros conocidos de siempre. Baelon era el más apegado, le gustaba ser cargado por su tío; Por parte de Daario, a él le encantaba tararear el nombre del Strong.

— ¿Cómo van tus salidas nocturnas? — Preguntó el castaño, mientras le daba un sorbo a su té.

— ¿Salidas?

— Sales desde hace cinco lunas al mismo lugar, ese burdel.

— No es lo que piensas... yo no le soy infiel a tu hermano, no soy como él. — Negó, tomando la copa de vino para tratar de calmar el pánico.

— Malachai Waters, mejor conocido como Kai, lo visitas tres veces a la semana. — Los balbuceos de Baelon se intensificaron, mostrando que ya estaba fastidiado de esa posición, haciendo que Larys lo moviera y lograr calmarlo.

— Es solo un amigo, igual que contigo, solo platicamos. — Se excusó. — No sabe que soy una Targaryen, nadie sospecha.

— ¿Nadie sospecha? Cada noche tengo que encargarme de un rumor nuevo en el que estás involucrada. — Reprendió el Strong, no mostraba enojo, siempre mostró un semblante serio.

Daenarya lo observo con asombro al interpretar esas palabras, ella no estaba en ningún rumor, porque él así lo quería.

Y no era mentira, cada noche un nuevo chismoso tenía la intención de expandir un nuevo rumor de la princesa en el burdel, pero todos fallaban, ninguno pasaba la noche y sorprendentemente amanecían sin lengua; Otros sin vida.

— Larys... ¿Tú tienes que ver con todo eso? — Preguntó asombrada por tal información.

— ¿Yo? Que cosas dices, solo ten cuidado, deberías liberar a ese prostituto y verlo en otro lugar. — Aconsejó, desviando todo tipo de atención a lo anterior.