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[Año 2022]

3 de diciembre, un día común para todos, pero para Dae una fecha especial, tan especial pues ese día conoció a Criston, justo en ese partido de béisbol.

[3 de Diciembre 2019]

Dodgers vs Yankees, todo era suspenso, no sabían quien ganaría, las últimas entradas eran un fastidio, iban empatados y eso le causaba estrés a cierta rubia que había apostado más de mil dólares por los Dodgers.

― Vamos, mete un Home run o yo que se, no puedo perder ― Tal parece que ese día no era uno bueno para el bateador, pues este le pego a una bola ocasionando qué rápidamente le hicieran out. ― ¡Maldición! ¡Solo tenías que llegar a la base!

Gritaba exageradamente desde el público, mientras comía palomitas y cada cierto tiempo tomaba de su cerveza. Por otro lado estaba un castaño de cabellos rizados, un cabello perfecto y que dejarían deslumbradas las mujeres, no podía ni comer una sola palomita, estaba ansioso por saber si sus Yankees ganarían o no, enserio quería ganar esos mil dólares.

― ¡Vamos Yankees, solo falta un out! ― Gritaba eufórico por la emoción del momento.

― Ni lo pienses, los Dodgers ganarán. ― Sin evitarlo la rubia que estaba a su lado le contestó con arrogancia.

― ¿Disculpa? ― Contesto ofendido ante el comentario de la rubia Dodgers, apodo rápidamente puesto por el joven.

― Los Yankees no tienen oportunidad contra los Dodgers, resígnate vas a perder. ― Contestó burlonamente para después meterse un pequeño puño de palomitas de mantequilla.

― Eso lo veremos rubia Dodgers. ― Del enojo fingido, también tomo un puño de palomitas y lo introdujo en su boca para después atragantarse.

Daenarya sin pensarlo le dio unas palmadas en la ancha espalda del hombre, le pasó su cerveza y este la tomo, dándole un pequeño sorbo para intentar pasar el disgusto.

― Gracias, me llamo Criston. ― Le extendió su mano derecha y la chica solo observó con una sonrisa.

― Daenarya, pero puedes decirme Dae, todos me llaman así. ― Dijo con la vista centrada al juego, esperando que el último bateador pudiera traerse a su compañero de equipo que se encontraba en tercera base.

― ¿Dae?, me gusta más rubia Dodgers. ― Bromeó para después darle otro trago a la cerveza.

― ¡Eyy! Compra tu propia cerveza. ― Se la arrebató y el castaño solo amplió su sonrisa. ― No puede ser, te la terminaste.

Movió la botella y en efecto estaba vacía, sin ninguna gota de cerveza.

― Me debes una cerveza. ― Acuso.

― Si ganan los Yankees, te la pago.

― Y dale con eso, los Yankees no ganarán. ― Iba a seguir dando su opinión, pero en eso hicieron el tercero y último out del juego, dando por terminado el arduo juego de más de dos horas, dejando como ganadores a los Yankees.

Tal parece que Daenarya si tendría su cerveza pagada.

― ¿Decías? ― Contestó burlonamente.

― Cállate, acabó de perder más de mil dólares.

― Y yo los acabo de ganar, vamos te pagaré tu cerveza y una hamburguesa. ― Comenzó a caminar rumbo a los puestos de comida, al notar que Daenarya no lo seguía este se giró y le hizo señas para que lo siguiera.

La chica no lo pensó mucho y lo siguió, las filas de los locales estaban llenos, después de esperar casi media hora por fin les entregaron sus hamburguesas.

Lovers - HOTD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora