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1 de Enero. Una semana ah pasado desde navidad...

El 26 de diciembre ya estábamos los 4 en vuelo hacia Portugal, el 28 Enzo había vuelto al Club.

Pero el 30 a la madrugada tomamos otro vuelo hacia Argentina nuevamente.

***

Noche anterior

31 de Diciembre 2022

Hacia como dos horas que estábamos en el aeropuerto, ya habíamos llegado a Argentina,  estábamos esperando por Anto que viniese a buscarnos.

- Tengo sueño mami- dijo Ernes parándose de su silla para acomodarse en las mías . Era muy temprano, buscamos un horario donde no se concentrará tanta gente.

- Ya esta por llegar la tía Anto - dije

- Volvimos. Toma amor - dijo llegando Enzo con Olí en su hombro dormida y en la otra dos cafés

- Gracias vida - dije dando un sorbo al café. La sensación del liquido caliente pasando sobre mi garganta, dejando si característico sabor en mi paladar y su olor en mis fozas nasales hicieron que me relajará

- Tenemos que volver el 2 vida - dijo Enzo

- Si, ya tengo dos pasajes para el 2, llegaremos el mismo día de noche allá- dije

- Esperemos que el Club no se enoje - dijo tomando del café

- ¿No que tenias permiso gordo?- pregunté confundida

- Si, permiso para pasar las fiestas con la familia. No para viajar- dijo con una sonrisa inocente

- ¿Qué es lo peor que pueda pasar, no? - dije retóricamente

- Claro...- dijo poco convencido

- Vamos a ir a dormir un rato y después te ayudo con todo Anto- dije con Oli en brazos

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- Vamos a ir a dormir un rato y después te ayudo con todo Anto- dije con Oli en brazos

- Si, tranquila Mai. No somos mucho igual. Este año se suman los Suares- dijo

- Que bueno! Vamos a tener muchos niños este año - dije y ambas reímos

- Anda a descansar nena. Cualquier cosa te aviso.

- Bueno, gracias Anto- dije dándole un abrazo como pudiese

Llevé a Oli a la habitación con Ernes, cada una tenía su cama. La dejé despacito para que nos se despertara.

Salí de la habitación cerrando suavemente la puerta y cruce el pasillo para entrar a la otra.

Enzo estaba boca abajo durmiendo. Me cambié por un pijama y me acosté en la cama. Fue en un segundo cuando ya me encontraba entre los brazos del hombre a mi lado.

Solo abrió los ojos, dejó un beso en mi mentón y volvió a dormir. Su respiración lenta y relajada ne ayudaron a caer en el sueño.

La siesta fue de unas 6 horas, creo...
Al despertar Enzo seguía durmiendo. Despacito libere un brazo y empezó a trazar líneas imaginarias sobre sus brazos. Sentí que se movió para quedar con su rostro en mi cuello.

|☆Maia☆|  Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora