Chapter thirty-two

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❝ Salvum me libera me. Sunt lacrimae meum sanguinem, habet mei spinæ et pessimus daemon, quod ad remum me ❞

Mark niega frenéticamente asustado por Felix, confía en él pero sabe que el amor propio del pequeño pelirrojo desapareció en cuanto Christopher lo hizo desearlo como a nadie, lo hizo amarlo de una manera tan cruel, lo condenó a tenerlo siempre en ...

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Mark niega frenéticamente asustado por Felix, confía en él pero sabe que el amor propio del pequeño pelirrojo desapareció en cuanto Christopher lo hizo desearlo como a nadie, lo hizo amarlo de una manera tan cruel, lo condenó a tenerlo siempre en sus pensamientos.

—Felix...

—Escúchame, no te vayas. —Le pide el mercenario mostrando una actitud arrepentida que remueve algo en el interior del adolescente. En cambio, Mark no le cree ni un poco.

—Lix, sal de la casa, por favor.

—Mark, lo siento.

El rubio le dedica una mirada tajante a Christopher e ignora sus palabras, sabe que quiere manipularlos. No sabe por qué pero de inmediato logra descifrar las oscuras intenciones del mercenario, se da cuenta de lo obsesionado que está de Felix.

—Felix, hay que ir a casa, te llevaré a tu casa. —Suelta el chico con el arma temblando un poco entre sus manos, está asustado por la intensa manera en la que el azabache lo está matando por medio de miradas.

A Felix se le iluminaron los ojos cuando escucha al rubio, Christopher por primera vez después de tantos años está aterrado, sabe que nuevamente va a perder a alguien que ama.

Pero él no sabe amar. Sin embargo, cree que es así y nadie puede llevarle la contraria sin terminar con un disparo en el cuerpo. Ama a Felix, Felix le pertenece sin importar lo que digan los demás y sabe que es así, sabe lo mucho que ha influido en el adolescente pero al parecer no derribó su barrera emocional del todo.

—No me dejes, muñequito. —Suplica esta vez deseando dar un paso hacia el frente pero Mark no se lo permite, no quiere dejar que lo manipule a su antojo.

—No... vuelvas a llamarme así jamás.

—Me perteneces.

El pelirrojo tiene que pellizcarse con fuerza el brazo para evitar la ansiedad que está está a punto de tener, todo a causa de Christopher. ¿Por qué? ¿Por qué siente que va a morirse si lo deja? ¿Qué le pasa?

—¡Yo no te pe-pertenezco! ¡A nadie le pertenezco!—Respondió derramando lágrimas amargas, el mercenario lo observa detalladamente. Su carita está hecha un desastre de llanto, puede ver su pequeña nariz de botón roja y eso causa una desesperación en él. Quiere tocarlo.

. ☁︎ ࣪ . 𝗱𝗲𝗲𝗽 𝘄𝗲𝗯 ⋆ chanlix/felix harem ‹3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora