Luciel y Yerim se casaron en una hermosa ceremonia en una capilla cerca del lago. Fue una tarde cálida y soleada, con el cielo azul y un suave viento que soplaba a través de los árboles cercanos.
Luciel se encontraba en la parte trasera de la capilla, nervioso y emocionado al mismo tiempo. Él vestía un elegante traje negro, con una corbata roja y una rosa en el ojal. Su cabello estaba peinado hacia atrás. Él estaba esperando que llegara el momento de ver a Yerim caminando hacia él por el pasillo.
Yerim, por su parte, estaba en un cuarto cerca del altar con sus damas de honor, preparándose para la ceremonia. Vestía un hermoso vestido blanco con un escote en V y detalles de encaje en la falda. Su cabello estaba recogido en un elegante moño y llevaba un ramo de rosas rojas en las manos.
La música comenzó a sonar, indicando que era el momento de que la novia camine por el pasillo. Luciel respiró profundamente y se giró hacia el altar, listo para ver a su futura esposa. Yerim salió del cuarto, acompañada por su padre, y comenzó a caminar hacia Luciel.
Los ojos de Luciel se llenaron de lágrimas al ver a Yerim caminando hacia él, su sonrisa brillante y hermosa. Él sabía que ella era la persona con la que quería pasar el resto de su vida. Cuando Yerim llegó al altar, su padre le entregó la mano a Luciel y se sentó en un asiento reservado para él.
La ceremonia comenzó con el pastor hablando sobre el amor y la unión de dos personas. Los votos de Luciel y Yerim fueron emotivos y llenos de amor, haciendo que todos los presentes se emocionaran.
Luciel:
Yerim, mi amor, hoy estamos aquí para unirnos en matrimonio, y no puedo estar más feliz. Quiero comenzar diciéndote que eres la persona más especial en mi vida, y que desde que te conocí, supe que eras la indicada para mí. Tu risa, tu dulzura, tu inteligencia, tu fuerza y tu belleza me enamoran día a día.
Eres mi mejor amiga, mi compañera de vida y mi amor verdadero. No puedo imaginar mi futuro sin ti a mi lado, y me emociona pensar en todo lo que construiremos juntos en nuestra vida en común. Quiero que sepas que siempre te apoyaré, que te cuidaré, que te amaré con todo mi corazón y que juntos enfrentaremos cualquier obstáculo.
Quiero hacer de nuestra casa un hogar lleno de amor y alegría, donde siempre nos sintamos cómodos y felices. Te prometo que siempre seré honesto, fiel y leal, y que haré todo lo posible para hacerte feliz y amarte cada día más. Y quiero terminar diciéndote que te amo, y que estoy ansioso por comenzar este nuevo capítulo de nuestras vidas juntos.
Yerim:
Luciel, mi amor, hoy es el día más importante de nuestras vidas, y no puedo estar más feliz de compartirlo contigo. Desde que te conocí, supe que eras alguien especial, alguien que me hacía sentir feliz y cómoda, y que me hacía crecer como persona. Tu sentido del humor, tu creatividad, tu inteligencia, tu amabilidad y tu carisma me enamoran cada día más.
Eres mi mejor amigo, mi confidente y mi alma gemela. Quiero que sepas que te admiro, te respeto y te amo con todo mi corazón. Quiero construir una vida contigo llena de aventuras, retos y sorpresas, donde siempre podamos contar el uno con el otro. Quiero hacerte feliz, apoyarte en tus sueños y hacer que cada momento que compartamos juntos sea inolvidable.
Quiero que nuestro hogar sea un lugar donde siempre reine la armonía, el respeto y el amor, donde podamos crecer como pareja y como seres humanos. Te prometo ser honesta, fiel y leal, y hacer todo lo posible para fortalecer nuestra relación y mantenerla siempre enriquecedora. Y quiero terminar diciéndote que te amo con todo mi ser, y que estoy ansiosa por comenzar esta nueva etapa de nuestras vidas juntos.
