Han pasado dos años desde que Luciel me pidió ser su novia y estoy muy feliz de estar con él. No sé cómo expresarlo, pero disfruto mucho de su compañía. Él es un buen chico, un buen amigo y un buen novio.
Mientras caminaba por las calles de Seúl, chocó con alguien. "Lo siento", dije a la persona con la que choqué. Miré hacia arriba y era nada más y nada menos que Ryun.
"¡Hey! ¡Ryun, hace mucho tiempo sin verte!", dije antes de darle un abrazo, que él me correspondió.
En realidad, no lo había visto desde que nos graduamos, y verlo me trajo muchos recuerdos de la universidad.
"¿Qué haces?", le pregunté.
"Voy a desayunar, ¿ya comiste? ¿Por qué no desayunamos juntos? La verdad es que nunca me ha gustado comer solo, me da vergüenza" dijo un poco tímido. Yo sonreí.
"Claro, vamos" dije, y fuimos a un restaurante que servía fideos y otras cosas. Pasamos la mañana juntos y luego decidí irme a mi departamento a hacer algunas cosas.
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''Ya llegué'', dije mientras entraba en mi departamento. Aunque sabía que no habría nadie en casa, me alegraba ver a mi gato anaranjado esperándome, así que me agaché y lo acaricié con cariño antes de levantarme para empezar mis tareas.
Primero, limpié un poco la casa. Aunque no había mucho por hacer, recogí la ropa sucia y la puse en la lavadora. También acomodé mi cama, que había dejado sin hacer esa mañana cuando salí con prisa.
Luego, me senté en mi escritorio y encendí mi computadora para continuar con mi proyecto de diseño gráfico que me habían encargado en el trabajo. Me encantaba crear diseños para cuentos infantiles, así que me dediqué a hacer la portada y los dibujos para una nueva historia que me habían dado. Me tomó alrededor de dos horas, pero me gustaba hacerlo, así que no me importaba el tiempo que pasaba.
De repente, algo me desconectó de mi trabajo, mi teléfono estaba sonando. Me di cuenta de que había perdido la noción del tiempo mientras estaba enfocada en el proyecto. Lo tomé y vi que era Luciel, mi novio, quien había llamado varias veces.
''Hola'', dije cuando contesté la llamada.
''Hey, contestas después de tres llamadas'' dijo Luciel con un tono de voz que denotaba preocupación.
''Lo siento, Luciel, estaba ocupada y no me di cuenta'' le respondí de forma seria. Él suspiró aliviado.
''Lo entiendo, disculpa por molestarte. Pero ¿podrías abrirme la puerta? Estoy afuera'' dijo Luciel antes de colgar. Rodé los ojos con una sonrisa en mi rostro; estaba contenta de que hubiera venido a verme. Así, podría distraerme un poco antes de volver a mi trabajo.
Abrí la puerta para encontrarme con mi novio pelirrojo, quien sostenía una bolsa que parecía contener hamburguesas.
''Hola, linda'' dijo mientras me daba un beso en la mejilla, haciéndome sonrojar. Luego, entró en mi departamento.
''¿Qué te trae por aquí?'' pregunté con curiosidad.
''¿No puedo ver a Lucas?'' respondió, refiriéndose a mi gato, mientras lo acariciaba. Rápidamente entendí que era solo una broma, así que reí junto a él.
"Si claro luciel" respondí yendo a preparar un poco la mesa.
''Te extrañé mucho'' dijo Luciel mientras se acercaba a mí y me abrazaba. Yo solo sonreí.
''Pero ayer nos vimos, Luciel'' dije entre risas. Sentí que mi novio se aferraba a mí y escondía su cabeza en mi cuello, aunque él era más alto que yo.
''Lo sé, pero lo siento como una eternidad'', dijo Luciel con un tono triste en su voz. Rápidamente, me alejé de él para ver su rostro, tenía un ligero puchero.
"Hey'' dije tomando su rostro entre mis manos y acariciando sus mejillas con mis pulgares. ''Estás aquí conmigo, yo estoy contigo. ¿No es lo que importa?'' dije mirándolo a los ojos. Pude ver un brillo en sus ojos y él sonrió.
''No sabes cuánto te amo'' dijo al fin. Yo sonreí y me acerqué a él para darle un beso en los labios. Pude sentir su sonrisa en el beso, lo que me hizo feliz.
Luciel estuvo una hora aquí. Como ambos teníamos que volver al trabajo, se despidió con un beso en la frente y un ''hasta luego''.
Después de que Luciel se fue, volví a mi escritorio y continué con mi trabajo. Finalmente, terminé mi trabajo y decidí salir a dar un paseo por el parque cercano. El clima estaba perfecto, el sol brillaba en el cielo y las hojas de los árboles se movían suavemente con la brisa. Mientras caminaba, pensaba en lo afortunada que era de tener a alguien como Luciel en mi vida, alguien que me apoya y me hace feliz.
Decidí llamarlo y contarle sobre mi paseo por el parque. Hablamos por un tiempo y me di cuenta de que, incluso a través del teléfono, su voz era reconfortante. Decidimos que nos reuniremos para cenar juntos esa noche, ya que ambos teníamos el día libre al día siguiente.
Nos encontramos en un pequeño restaurante que ambos amamos y compartimos una cena deliciosa. Hablamos de nuestros planes para el futuro y nuestros sueños. Incluso hicimos planes para un viaje juntos en un futuro cercano.
Mientras caminábamos de regreso a casa, tomados de la mano, sentí que todo estaba en su lugar. Sabía que no importaba lo que el futuro nos trajera, siempre tendría a Luciel a mi lado. Y eso era lo que realmente importaba.
no importaba lo que el futuro nos trajera
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