Luciel había estado esperando este momento durante mucho tiempo, y cuando finalmente se armó de valor para llamar a la chica de la que estaba enamorado, se sentía muy nervioso. Después de que ella contestó, su voz suave y familiar lo hizo sonreír instantáneamente.
Con un nudo en la garganta, se atrevió a preguntarle si quería ir a una cita con él. Tartamudeó un poco mientras hablaba, sintiéndose un poco torpe.
Después de unos segundos de silencio, Luciel se arrepintió de haber preguntado y se preparó para una respuesta negativa. Sin embargo, la chica respondió afirmativamente, y su respuesta llenó a Luciel de alegría y emoción.
"¿En serio?" gritó Luciel de emoción, saltando de su cama.
"¡Sí, por supuesto!" respondió ella imitando su tono de voz con una risita, lo que hizo que Luciel sonriera aún más.
"Lo siento por gritar", se disculpó Luciel avergonzado, pero ella le aseguró que no importaba.
Después de confirmar la hora y el lugar de la cita,se despidió de ella y colgó, Luciel se queda en silencio por un momento, sintiendo la emoción de haber conseguido la cita con la chica que le gustaba. Luego, se levanta de la cama y comienza a hacer planes para la cita del sábado.
Se pasa la tarde preparando todo lo necesario, desde elegir la ropa adecuada hasta planificar el lugar y la hora en la que irían.
YERIM
Tomé el metro mientras escuchaba música hasta que llegué al centro comercial. Antes de empezar a buscar un vestido, recorrí los largos pasillos del centro comercial y me detuve en una tienda llena de peluches. Me sentía como una niña emocionada al ver todos los bellos peluches que había allí.
''Ya no eres una niña, ¿lo sabías?'' dijo una voz a mi lado. Volteé para ver quién era y resultó ser Ryu, quien tenía una bolsa de la misma tienda y se había comprado un peluche.
''Y tú tampoco lo eres'' dije señalando la bolsa que tenía en la mano. Él sonrió, sacó de la bolsa un peluche de conejo muy lindo y bromeó diciendo que se parecía a él.
''¿De verdad me parezco a un conejo?'' preguntó animado, yo sólo asentí. ''Oh, mi pequeña hermana siempre me lo dice, así que le compré este peluche,'' explicó.
''Le encantará,'' dije. Ryu me miró y sonrió, guardó el peluche en su bolsa y volvió a mirarme, lo que hizo que me sonrojara.
''¿Y por qué estás sola aquí?'' preguntó.
''Oh, vine a comprar un vestido,'' le respondí.
''¿Un vestido? ¿Vas a alguna cita o reunión familiar?'' preguntó de nuevo, un poco travieso.
''Muchas preguntas, Ryu,'' dije riendo. Él sólo sonrió. ''Cita.''
''¿Con Luciel?'' dijo él.
No pude responder nada, sólo me sonrojé y sentí el calor en mis mejillas.
''¿Ah? Pero si te gusta,'' dijo él, un poco travieso.
''Ya cállate, ¿quieres?'' le dije, aún con mi cara roja.
''Me callaré si me permites acompañarte,'' dijo él con una sonrisa.
''Está bien, Ryun, pero no te burles, ¿vale?'' dije haciéndome la seria siendo que se me escapó un risa.
''No, no me burlo. Pararé de hacerlo,'' dijo él.
Así que pasamos un rato buscando vestidos. Hoseok se creía el rey de la moda y yo tenía que confiar en él. Estábamos en una tienda donde había unos vestidos tan hermosos que yo había visto uno, pero Ryun me dijo que ese no era el apropiado y me enseñó uno amarillo muy claro. Me dijo que me lo probara y lo hice. Me gustó tanto que estaba segura de que lo iba a comprar. Fui a la caja para pagar, pero ya estaba pagado por Ryun, junto con unas zapatillas. Le dije que no tenía que hacerlo, pero él dijo que era un agradecimiento por ayudarle en su proyecto.
Volví a casa muy cansada, ya eran casi las diez de la noche. Solo cené, me bañé y me preparé para dormir en mi cuarto cuando recibí un mensaje de Luciel.
''Buenas noches, descansa linda.''
Solo apague el celular y tape mi cara con una almohada para que no se escuchen mis gritos de emoción.
Estaba feliz, me enamore.
Me enamore de luciel.
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