LUCIEL
Ya falta poco para la boda, estoy muy emocionado por ver su vestido, por verla, estoy muy emocionado y nervioso.
Estábamos juntos en el parque, disfrutando del verano, tomando unos helados y viendo a los niños jugar al fútbol. Recordé cuando estábamos en la universidad.
"¿Recuerdas la primera vez que hablamos?" preguntó ella.
"Por supuesto, estaba muy nervioso" le respondí con una sonrisa al poder recordarlo y escuche como reía.
"Son hermosos esos recuerdos" contestó felizmente
"Si".
Estábamos allí, tomándonos nuestro tiempo juntos, escuchando las voces de la gente, sus risas, los coches pasando. Pero no importaba, yo estaba con ella y eso era lo único que quería.
"Te amo", le dije. Ella me volteó a ver con una sonrisa en sus labios.
"Yo también te amo", dijo ella, tomando mi rostro para darme un beso.
Estuvimos caminando por las calles de Seúl, hablando de lo que veíamos a nuestro alrededor.Yerim vio una tienda con cosas de la escuela, como libretas, plumas y cosas así. Nos detuvimos a verla, ella estaba como una pequeña niña al ver todas las cosas bonitas que tenía: gatitos, ardillitas, flores. Me encantaba verla así, me gustaba que estuviera así, y prometí que siempre estaría así conmigo.
Estábamos saliendo de la tienda, pensando en qué más podíamos hacer antes de irnos a casa.
"¿Puedo tener un momento de su tiempo? No les quitaré mucho", dijo un chico más joven que nosotros, supongo que de la universidad, y comenzó a hablar sobre un proyecto en el que estaba trabajando, entre otras cosas, y necesitaba la ayuda de personas. Estaba leyendo las hojas para firmar para poder ayudar al chico.
"¡La niña!" gritó Yerim yendo hacia la calle. Vi cómo Yerim empujó a la niña para que no le pasara nada malo y así salvarla...
"¡YERIM!" grité al ver cómo el coche golpeó el cuerpo de mi chica, haciéndola volar un poco. Corrí hacia ella, estaba sangrando. "Amor", le decía para que me viera a los ojos mientras la agarraba delicadamente entre mis brazos.
Ella, como podía, me miraba, empezó a sollozar y yo también. "¡ALGUIEN LLAME A UNA AMBULANCIA, POR FAVOR!" grité y vi a algunas personas que empezaron a hacerlo. Volví a mirar a Yerim que solamente estaba sollozando mientras me miraba. Tomé su rostro. "Todo estará bien amor, ya vienen los paramédicos".
"No creo que pueda", me dijo con un tono muy bajo y cortado, le dolía todo.
"Linda, sé fuerte por favor", le dije acariciando su mejilla. Traté de sonreírle, pero simplemente me salió una mueca. Yo estaba llorando mucho, no podía creer que esto le estuviera pasando.
"Luciel, ¿está bien la niña?" pregunté con preocupación. Giré la cabeza para ver a la pequeña que estaba con sus padres y parecía tener solo un rasguño en la rodilla.
"Sí, amor, está bien. Tú también lo estarás", respondió Luciel mientras me acercaba a ella. Yerim me miraba con lágrimas en los ojos y no pude evitar sentir un nudo en el estómago.
YERIM
En un abrir y cerrar de ojos, todo pasó muy rápido. Sentí como fui lanzada por los aires de manera violenta y caí en el suelo con un fuerte dolor que lo invadió todo.
"Amor, ella está bien, tú también lo estarás" me tranquilizó Luciel mientras yo intentaba respirar. Me alivió saber que la niña no resultó herida, pero mi dolor aumentaba cada vez más y mi respiración se hacía cada vez más difícil. Miré a Luciel, quien lloraba con una mueca de tristeza en su rostro, tratando de sonreír hacia mi.
