Conversación hipócrita

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Y así pasó la tarde, entre abrazos y besos. En mentiras por parte de ambos, yo muriendome por dentro y ella quizás regocijada en su propia mentira.

Tuvimos solo una vaga conversación importante, la cual fué la mentira más grande que había escuchado en una relación.

—¿No has pensado qué divertida e irónica es la soledad?— Le dije con vacile.
—¿Por qué lo dices?— Se sorprendió porque había sacado el tema de la nada— Pienso que es triste, nadie quiere estar solo.
—No sé, no todo tiene que ser de nosotros, podemos hablar de otras cosas— Le dije con una sonrisa— Piensalo a así, si estás sola no es necesario la compañía emocional si no la física, por cosas de biología.
—No entiendo tú punto— Su cara se tornó seria— ¿Quieres llegar a algo con esto?
-—¿Qué es lo que no entiendes?— Por alguna razón no podía para de reír— No quiero llegar a nada, solo quiero que me respondas.
—No entiendo porque dices que estar solo no es estar sin compañía.
— Es real lo que digo, las personas pueden tener novio o novia o simplemente tener relaciones sexuales pero no sentirse llenas emocionalmente con esa persona— Pausé un momento y luego seguí— o simplemente con nadie, ¿De que vale entonces que las personas hagan eso?
-— Puede que ese sea su método de curación personal.
—¿Y por qué jugar a no decir que se están curando?— Le dije con una sonrisa encerrada e irónica— ¿Qué tan débil pueden ser esas personas?
—Quizás mucho o quizás sean malas— Me respondió con ánimos de parar la conversación.
—¿Malas?— La curiosidad se apoderó de mí, estaba logrando que me explicara porque me había engañado sin que lo supiera.
—Bueno, pienso que pueden ser malas porque ¿De que sirve estar con alguien sin ser sincero? ¿No piensan en otras personas?—Me respondió con tono serio, de manera tan convincente que si no hubiera visto el engaño le habría creído.
—¿No crees que sean débiles por la crianza que les dieron?— Formulé mi pregunta tratando de que el tema fuera más abierto y no sospechara nada.
—Bueno, aunque de edad soy relativamente pequeña he sabido viendote a tí y a otras personas que todo está en aprender uno mismo— me respondió y se levantó de la cama— Colocaré agua en la cocina para hacer café, la conversación está buena.

Mientras ella iba a la cocina, no podía parar de pensar en lo hipócrita que es, ¿Cómo es capaz de mentirme? ¿Por qué sus respuestas son tan diferente a lo que es?

Regreso al cabo de 10 minutos

-—Resulta que había café hecho—Me respondió y me tiró un beso al aire— ¿En qué nos quedamos?
—Quedamos en que las personas aprenden de si mismas—Tomé un sorbo de café antes de continuar— Entonces, ¿Qué cuál es el verdadero motivo por el cuál crees que las personas sean así?
—Según lo que acabo de entender se trata de personas rotas, que por más que tengan excelente compañía no se conforman, buscando cualquier excusa para hacer algo que corrompa la compañía que recibe, ya sea estando con otra persona o mandándola a la mierda— Tomó un sorbo y continúo— También puede que se agobien por estar mucho tiempo con una persona.
—¿A qué te refieres?—La respuesta me la sabía, pero quería escuchar el chiste que me diría.
—Hay personas que creen que la monotonía es mala y eso los frustra, y se cansan rápido.
—Me estás dando la razón, son débiles.
—¿Por qué?— Me miró a los ojos como buscando una respuesta para ella.
—Sinceramente, la mente en cada una de las personas es un caos. Nadie sabe lo que pasa en cada cual, que secretos guarda, que mentiras rondan su cabeza, y que tan poca mentalidad tienen. Pero lo que si es seguro es que las personas que se aburren de la monotonía son más débiles, a menos que jamás haya habido sentimiento alguno— Le dije con una mirada irónica.
—¿Por qué son las más débiles?
—Si no luchas por cambiar algo cuando amas a una persona no mereces estar con alguien de manera estable, es mejor coger y ya.
—¿Y las que están con varías personas?
— ¿A qué te refieres?— Había confirmado que estaba buscando respuestas en mí cuando escuché eso.
—Me dijiste que hay personas que están solas pero con compañía, ¿Eso también es cuándo las personas están con varias al mismo tiempo?— Al decirme ésto se quedó callada.
—Eso es otro tema, pero en realidad puede ser que no— Le dije cortando la conversación, ya sabía lo que quería, no tenía que darle respuesta a ella— Me tengo que ir, haré unas cosas en la casa.
—¿Por qué te vas Jesús?— Me preguntó intrigada debido a que era raro en mí irme temprano.
— Mi mamá me necesita— Le dije acercándome a ella.
—Está bien, ¿Vendrás mañana?— Me dijo en tono triste.
—¿Quieres que venga?
—Bueno, siempre que quiero te vengas en mí.

Me eché a reír por el chiste, aunque de verdad no quería verle el rostro.

—Tú me dices cuando quieres que venga.
— Ven mañana, yo aquí te espero.
— Vale, mañana aquí estaré.

Al despirme de ella de manera usual, me puse a pensar, ¿En qué momento les da para salir si la mayor parte de la semana se la pasa conmigo? ¿Por qué lo hizo? ¿No fuí suficiente? ¿O se aburrió de la monotonía?
De cualquier manera pude ver que era un sentimiento falso el que ella sentía por mí, ¿Cómo puede decirte te amo si me engaña? ¿A qué juega? Aquí no habían respuestas que imaginar, y no hay en mí algo que entienda el porqué de sus acciones.

Sin embargo, quiero jugar a ésto, para distraerme de mí.

Un día, a día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora