Un millón de visualizaciones equivale a 0 ventas

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Vale, no es del todo así, pero quería empezar con este ejemplo muy gráfico para que tengáis una visualización general y amplia de cómo funcionan los números en el mercado editorial.

Hace un año, en mi cuenta de Twitter, publiqué un post cualquiera sobre mi perro, que nada tenía que ver sobre literatura. El tweet se hizo viral hasta el punto que os muestro a continuación.

Un millón de impresiones y más de 2500 visitas a mi perfil me hicieron creer que algún lector ganaría aunque fuera de rebote

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Un millón de impresiones y más de 2500 visitas a mi perfil me hicieron creer que algún lector ganaría aunque fuera de rebote. Ilusa de mí.
Por aquel entonces, tenía una novela publicada en una editorial pequeña que no había generado números y había decidido rescindir el contrato.
Como yo ya había descartado cualquier ganancia con ese libro, había tomado la decisión de que mis royalties fueran donados a UNICEF porque pensaba que ese dinero podría ser un granito más para una buena causa, por poco que fuera. Con todo esto encima de la mesa, aproveché la repercusión del tweet para redirigir el flujo hacia la publicación de la liquidación del libro y del destino del dinero.
Y aquí como se movió la gente de un tweet a otro:

uarenta y un mil impresiones vertieron 146 visitas al perfil y 44 clics en el enlace

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uarenta y un mil impresiones vertieron 146 visitas al perfil y 44 clics en el enlace.
No son muchos, ¿verdad? ¿Cuántos de esos clics creéis que acabaron en compra? Según la editoral, cuatro. Cuatro libros se vendieron tras un tweet viral de más de un millón de visualizaciones.

Vale, desgranemos la situación: el contrato editorial se iba a rescindir, pero no estaba firmado. Habíamos llegado al acuerdo de liquidar los ejemplares restantes, dato que entonces yo desconocía (curiosamente después descubrí que eran esos cuatro que se vendieron más cuatro más que me enviaron a mí). El tweet redireccionó el tráfico en un escala muy pequeña hacia la web de la editorial en donde estaba a la venta el libro en físico y en digital.

¿Qué os quiero decir con todo esto?

QUE PUBLICAR CON EDITORIAL NO OS GARANTIZA GANAR LECTORES.

Y mucho menos, dinero.

En el ejemplo del que os hablo, la editorial no hizo trabajo alguno de difusión. Sea porque el contrato iba a rescindirse o otro motivo, la autora (o sea yo) fue la única que movió el libro y que habló de él aprovechando el tirón. Y aquí viene el segundo punto importante de la historia:

LAS EDITORIALES NO ESTAN TRABAJANDO EN UN BUEN MARKETING PARA TU LIBRO Y PARA TU MARCA DE AUTORA

Lo siento. Es una verdad dolorosa, pero publicar con editorial no significa que tu libro vaya a ocupar espacio en las redes sociales de la editorial un día sí y otro también; no va a estar en la cabecera de su página web, no va a ser presentado a concursos de su mano ni va a aparecer en notas de prensa. La editorial trabaja para ganar posicionamiento como marca propia, más allá de los autores a los que publique. Hay mucho que hablar a este respecto, así que os pido paciencia y, sobre todo, que toméis estas líneas como mi experiencia personal y no como una verdad categórica.
Dicho lo cual, mi siguiente wattlog (me acabo de inventar el palabro) tratará sobre el marketing que practican las editoriales y cómo afecta a la percepción que tienen los lectores sobre nuestros libros.

¡Hasta la próxima!

He publicado con editorial y te cuento todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora