Hemos hablado de algunas Red flags en la entrada anterior, y en esta voy a intentar finiquitar el tema porque hay otros asuntos de los que me gustaría hablar también (como el tema de las propuestas editoriales o el largo periodo de espera de respuesta tras una propuesta). Así que al lío.
🚩Que tengas que aportar dinero
Es tan obvio que apenas merece un apunte: si te ofrecen este contrato diciéndote honestamente que son una editorial de coedición, no me parece mal. Ellos ofrecen un servicio y tú decides si lo tomas o lo dejas. Lo malo es cuando intentan venderte la editorial como tradicional, pero a la vez te piden pasta. Ya empiezan engañando, así que huye y no mires atrás.
🚩Que el resto de autores eviten hablar de su experiencia.
Imagínate que tienes el contrato en la mano y te decides a hablar con otras autoras/es de la editoral para que te cuenten qué tal les ha ido. Si te dan respuestas vagas, tiran balones fuera o, simplemente, no son claros, desconfía. A la gente nos cuesta admitir que la hemos cagado (por vergüenza, muchas veces y por miedo a represalias, muchas otras).
🚩Que la editorial no tenga sede física.
A ver... Si como autor, estás buscando una rentabilidad, una empresa seria que curre y tenga como prioridad este trabajo, te va a dar mucha más seguridad una editorial que disponga de oficinas que otra que ocupe su propia vivienda.
La cosa es que el trabajo editorial se puede hacer perfectamente on line. Se pueden seleccionar manuscritos, corregir, maquetar y lo que haga falta a través de la Red, PERO, una sede física implica una inversión importante de dinero por parte del dueño, que se traduce en compromiso. Lo que sería un: o me sale bien este curro o estoy jodido.
Además, tenéis que pensar en dónde van a estar almacenados vuestros libros (al final, si no se venden, no cobráis). No es muy profesional tener el cuarto de invitados lleno de cajas y cajas de libros (supuestamente, cientos) y tampoco es muy viable, por lo que seguramente las tiradas serán más pequeñas e igual las ventas.
¿Es imprescindible tener sede física? No. Todos empezamos como podemos, pero puestos a hilar fino, sed exigentes.🚩Una página web chapucera.
Si la distribución no es buena y la página web no es visualmente atractiva y fácil de navegar, olvídate de vender nada.
🚩Que solo publiquen uno o dos libros al mes.
A mí es que no me cabe en la cabeza que una editorial reciba 400 o 500 manuscritos por convocatoria y que de todos ellos, seleccionen tan pocos como para no poder publicar más que uno al mes. ¿Sabéis que es eso? Falta de poder adquisitivo. Habrá más manuscritos buenos en esa montaña, pero no hay dinero para publicarlos porque no se saca lo suficiente con los que están ya a la venta. Al menos, eso parece. Por lo que tú eliges si quieres tener ahí tu manuscrito o no.
Seguro que me dejo más indicadores, pero como visión general creo que es suficiente.
Por otro lado, me gustaría comentar un poco el tema de las preventas y por qué creo que son innecesarias.
Primero de todo, ¿para qué sirve una preventa?
¿Habéis sentido la necesidad de comprar algo en preventa alguna vez? ¿Por qué lo habéis hecho en vez de esperar a que salga a la venta y adquirirlo online o en la tienda física?Aquí yo veo dos motivos principales:
1. Que sea una tirada limitada
2. Que sea un producto muy esperado.Ninguna de las dos se cumplen ni para tu libro ni para el mío.
La última preventa en la que yo participé como compradora fue la de un álbum de música. Para acceder a ella, previamente tenía que ser miembro del club de fans del grupo (es decir, tener una Membresía). Era algo exclusivo para un público determinado. Además de eso, tenía que ser rápida porque las unidades eran limitadas ( y solo se podían adquirir dos por persona) y había el riesgo de quedarse sin, incluso en preventa. Por lo tanto, el vendedor había creado expectación sobre el producto y aunque después repusiera el stock, con la preventa te daba la posibilidad de tener su producto antes que nadie.Las preventas de libros no funcionan así (inciso, hablo de las que he vivido en editoriales pequeñas).
Un libro de un autor poco conocido no levanta expectación. La tirada puede ser limitada, pero no se va a agotar en dos semanas. Ni siquiera se ofrece un descuento al comprador por adquirir en preventa (el famoso 5%, que igual ni la ley lo permite).Entonces, ¿para qué sirve la preventa? Pues, obviamente para que la editorial recaude dinero incluso antes de tener el producto terminado. Es una jugada lícita, oye, pero como autor, ni te va ni te viene.
He visto preventas muy buenas que de verdad me sorprenden, porque repito, no hay aliciente alguno en comprar antes que nadie el libro de un desconocido y los regalitos que suelen llevar tampoco son el reclamo del siglo (postales y marcapáginas que antes te regalaban en cualquier lado), pero por lo general, las preventas tienden al fracaso.
Recuerdo una vez, de hecho, que pregunté cuántos ejemplares del libro se iban a imprimir y me contestaron que dependería de cuántos se vendieran en preventa. Volvemos a lo mismo: es una empresa buscando financiación como sea. No da mucha confianza.
Y otro punto a tener en cuenta, es que en editoriales pequeñas (me repito porque algunos se piensan que hablo de grandes sellos y no es asi) las preventas se hacen a través de la web por lo que se ahorran los porcentajes de beneficio correspondientes a distribuidora y librería, pero tú, autorcillo de tres al cuarto, vas a cobrar lo mismo (Insertar aquí otro recuerdo en el que me mandaron enviar a la gente a comprar a la web y no pedir mi libro en librerías porque así la
editorial ganaba más).Y bueno, esto es todo por hoy, que se me hace tarde y algunas autoras tenemo que trabajar porque escribir no nos paga las facturas.
¡Hasta la próxima!
ESTÁS LEYENDO
He publicado con editorial y te cuento todo
No FicciónDespués de haber publicado seis libros con diferentes editoriales y relatos con algunas más, ha llegado el momento de compartir mis experiencias (buenas y malas) con este tipo de publicación, desde el momento en el que buscas casa para tu manuscrito...