Nine.

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¡𝐀𝐕𝐈𝐒𝐎! 𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐧𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐞𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 “𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞” 𝐧𝐢 𝐭𝐚𝐦𝐩𝐨𝐜𝐨 𝐛𝐮𝐬𝐜𝐚 𝐬𝐞𝐱𝐮𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐫 𝐚𝐧𝐢𝐦𝐚𝐥𝐞𝐬.

⨭ 𝐓𝐚𝐤𝐚𝐡𝐚𝐬𝐡𝐢 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝟏𝟕 𝐚ñ𝐨𝐬, 𝐜𝐮𝐦𝐩𝐥𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐨𝐬 𝟏𝟖 𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐚ñ𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐬𝐜𝐮𝐫𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚.

➔ 𝐌𝐚𝐱 𝐚𝐧𝐝 𝐉𝐚𝐳𝐞 ➔

***

La suave música de la farmacia junto con el silbido del aire acondicionado hace el ambiente menos denso.

Entre mis manos tengo una caja con detalles verdes y rosas, con una mujer-felino de pelo negro azulado y unas extrañas gafas con forma de triangulo.
Prácticamente esta desnuda y hay corazones a su alrededor.

Levanto la cabeza y miro a mi alrededor, no hay nadie en la tienda, y el chico que atiende está reponiendo medicamentos en la parte de atrás.

Vuelvo a mirar la caja y la giro para leer la letra pequeña.

¡PASTILLAS PARA EL CELO!
Pastillas para calmar el celo de cualquier felina, desde gatos a leonas, una sola pastilla y su mascota estará en calma (depende la especie la dosis cambia).

Pero yo... Yo tengo un gato, macho, ¿me lo tengo que tomar yo? Susurro entre dientes, pero al parecer no lo suficientemente bajo puesto que el dependiente se acerca a mi.

¿Necesita algo? Es un chico de unos 19 años, alto, con gafas, cabello marrón y piel crema.

N-no, en realidad... Solo estaba mirando. Me sonrojo y oculto las pastillas detrás de mi espalda, pero demasiado tarde porque él ya la había visto.

Tranquila, se que es algo vergonzoso comprar eso pero es necesario, ¿qué híbrido tienes?ー  Con una sonrisa amable hace que le de la caja.

Un gato común... Macho.El chico me mira algo confundido.

Entonces no necesitas esto, los machos no entran en celo, son solo las hembras. Con un dedo señala a la "mujer" que adorna la caja.

Entonces, ¿por qué huyó antes y se encerró en el baño?

Oh, vaya, no lo sabía. Aún pienso en lo que ha pasado.

No te preocupes, no era tu obligación saberlo, hay bastante confusión con el tema del celo, si tienes alguna pregunta puedes hacérmela, no soy veterinario pero los farmacéuticos sabemos algunas cosas. Me guía hasta el mostrador mientras habla y en la última frase se gira y me guiña un ojo. Mis mejillas toman un color rosa y aparto la mirada.

B-bueno, si los machos no entran en celo, ¿que hacen? No debería darme vergüenza preguntar esto pero no puedo evitar sentir pudor al hablar del tema.

El muchacho me sonríe jovial y se coloca detrás de la caja registradora.

Lo que "hacen", es seguir a las hembras, huelen las feromonas y se excitan, los machos las siguen y bueno, la finalidad es dejar preñada a la chica, básicamente lo mismo que los animales comunes, solo que los híbridos si sienten placer. Apoya sus brazos en la mesa y tira su peso hacia delante, quedando bastante cerca de mi rostro.

Mm-mmh, o sea q-que no le compro nada ¿n-no? Giro mi cabeza hacia la izquierda para evitar su observación en mi.

No, solo ten cuidado con las hembras que se acerquen a él. Responde soltando una pequeña risa antes.

V-vale, entiendo, gracias. Su cara cambia de un momento a otro, quitando su sonrisa por una extraña mueca y frunciendo un poco el ceño.

¿Ya te vas? Sus ojos ámbar muestran curiosidad.

Giro la cabeza hacia él y agarró un paquete de golosinas que hay a su lado. Me llevo esto. Se lo entrego y doy tres pasos hacia atrás. Él mira el paquete y sonríe de lado.

Pensaba que tenías un gato. pone la caja delante de mi cara, hay un hombre rubio con plumas de color amarillo y verdes, vestido de rockero y con un micrófono en la mano, arriba pone "comida para loros".

Me sonrojo de nuevo y el muchacho se ríe. Se voltea y agarra otra caja, de color oscuro, la desliza hacia mi.

No le des tantas, máximo tres al día. Sujeto la caja entre mis dedos y asiento.

Abre la caja registradora, esperando los 7'50 yenes que vale el paquete. Saco el dinero de mi bolsillo y el lo guarda para después entregarme una pequeña bolsa transparente con el logo de la farmacia en la que mete dos papeles, supongo que el recibo.

Agradezco en voz baja y nos despedimos.

Ya nos veremos, y espero conocer a tu híbrido. Sonríe y se arregla el flequillo, muevo la cabeza en señal de aprobación y salgo por la puerta, que hace sonar un "ding" en cuanto pongo los pies en la calle.

Camino con paso rápido hasta que la tienda ya no entra en mi campo de visión, suelto un gran suspiro y estrecho la bolsa entre mis manos. Voy camino a casa de manera más lenta.

7'50... Deberían bajarle el precio... Aprieto los dientes y suelto otro suspiro.


***

Max: Hemos vuelto.
Jaze: ¡Regresamos!

Híbrido (Aizawa X Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora