Híbrido (Aizawa X Tú)

Six.

El ruido de la televisión es lo único que se escucha en todo el departamento.
Al parecer el hecho de tener que ir de compras le había molestado a mi nuevo compañero de piso.
Aunque igualmente enfadado o no, tendría que hacerlo.

Apago la televisión y me dirigo a nuestra habitación.
Veo a Shōta tumbado en la cama, totalmente estirado, moviendo la cola mientras, al parecer, duerme.
Sonrio al ver tal imagen, es bastante tierno.

De repente sus ojos se abren de par en par, mostrando que sus iris habían cambiado de color: siendo ahora rojos.
Dirige su mirada rápidamente hacia la puerta, el lugar donde estoy yo completamente inmóvil.
Al ver que soy solamente yo vuelve a cerrar los ojos y sigue durmiendo.
Tengo que admitir que me ha asustado.

Suspiro y me siento en la silla de mi escritorio y enciendo el ordenador.
La ropa también se puede comprar de manera online ¿no?

Miro hacia abajo al sentir un peso en mis muslos, Shōta había apoyado su cabeza; bajo una mano y le acaricio el cabello.
Sonrio al escuchar sus ronroneos.

Ahora todo lo que se oía en la habitación era un suave zumbido que indicaba que el PC estaba trabajando, los ronroneos de Shōta y nuestras respiraciones.
Todo tan tranquilo... Tan perfecto.

Disfrutábamos ese momento de paz hasta que escuchamos a alguien tocar el timbre.

Aizawa gruñe molesto cuando yo me intento levanta de la silla. Sus dedos se clavan en mis muslos ejerciendo tanta fuerza que es más que obvio que dejará marcas, llevando pantalones cortos y con la piel completamente expuesta.
Un quejido sale de mi garganta sin poderlo evitar, al escucharlo Shōta hace más presión para después soltarme y arrinconarse en la punta más alejada de mi de la cama.

Suspiro con extrañeza al no entender la reacción del híbrido.
Muevo la cabeza negando mientras me levanto y me dirijo a la puerta que no ha dejado de ser tocada en ningún momento.
La abro sin siquiera ver por la mirilla quien es. Al mover la puerta observo a Bushida con un montón de papeles entre sus brazos, despeinado, con la respiración agitada y las mejillas totalmente rojas.

ー¿Bushida?ー

ー¡T-takahashi! ¿P-p-puedo p-asar?ーContesta entre jadeos.

Me hago a un lado para que pueda entrar en el departamento, en cuanto ingresa cierro la puerta y le hago un gesto con la mano para que se siente en el sillón.

ー¿Ha pasado algo?ー Le pregunto mientras que él recoge sus papeles que al parecer se le habían caído.

ー¡N-no, nada! Bueno, he tenido que correr bastante para que mi madre no me vea salir de casa... Pero ya sabes, jajaja, lo de siempre.ー Mientras habla intenta arreglarse los mechones desordenados de su cabello con los dedos.

Asiento con la cabeza y me acerco al sofá donde está sentado.

Una de las cosas por las que me hice amiga de Bushida es porque estamos en situaciones parecidas. Su padre siempre está fuera por trabajo y su madre solo quiere a su marido por su dinero, se divorciaria de él pero no sabe ni como hervir agua y su hijo Goro Bushida le da completamente igual junto con los 4 hermanos de este.

Bushida es un buen muchacho y un buen amigo, y me apena ser la única persona puede observar esas cualidades en él, ya que los demás solo lo ven como en chico al que siempre le puedes pedir cualquier favor y aunque no le guste te dirá que sí; su amabilidad es tanta que las personas simplemente lo ven como el burro que llevará todas sus cargas y así ellos no tengan que hacer nada.

Salgo de mis pensamientos al oír como Bushida hablaba sin parar.

ーCuando era pequeño tuve un híbrido conejo, era mi mejor amigo pero no duro mucho porque mi madre es alérgica y lo tuvimos que regalar.ー Cuenta mientras me entrega una foto.
En ella salía un Bushida más pequeño y de la mano de otro niño que tenía un revoltoso pelo verde del que le salían dos grandes orejas de conejo del mismo color.

ー¿Como se llamaba?ーLe pregunto inspeccionando la foto.

Bushida sonríe con la pregunta.

ーLe puse Izuku pero mi madre lo llamaba Deku porque decía que era inútil.ー

Levanto la cabeza para poder ver a Bushida pero mi mirada recae en la puerta de la habitación al final del corto pasillo, está media abierta y se asoman dos orejas puntiagudas negras.

Se perfectamente de quienes son.

Un destello rojo aparece y desaparece en microsegundos haciéndome abrir los ojos con sorpresa.

Bushida al parecer se pensaba que era porque me sorprendí de su anécdota a la que no estaba prestando la mínima atención.

ーTampoco fue para tanto, lloré mucho porque era mi único amigo pero papá me dijo que lo iban a dejar libre en un campo lleno de zanahorias y se me pasó, aunque ahora que lo pienso lo más probable es que esté en un zoo como en el que estaba tú híbrido. ¿Por cierto dónde está?ー

ー¿Mh?ー Levanto las cejas en señal de confusión y de pronto Bushida se transforma en un tomate.

ー¡Perdona! No quería aburrirte, solo estaba recordando que yo también tuve un híbrido y-y-y lo siento mucho de verdad, yo...ー Sus manos tapan su rostro con vergüenza mientras que retuerce los pies en el suelo.

ーOh no importa Bushida, en realidad ha sido mi culpa, me distraje y no te escuché, perdona.ー Digo mientras coloco una mano sobre su espalda y le muestro una sonrisa a la que el corresponde con una nerviosa.

Todo normal hasta que la puerta del final del pasillo se abre con un golpe que la hace resonar por todo el edificio.

***
M: 983 palabras, creo que es el capítulo más largo.

J: Les cae bien Bushida?

*Desaparecen por 500 años*