Seven.

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Bushida da un pequeño salto en el mueble, imito su acción al ver la repentina figura que había aparecido en el salón.

O-oh, H-hola . Saluda el chico con voz temblorosa, intentando meter su cuerpo detrás del mío y esconderse del híbrido.

Aizawa al ver esta acción simplemente enloquece.

Tonto Bushida.

El híbrido se acerca a nosotros con pasos pesados, haciéndolos resonar por todo el departamento. Su cuerpo está tembloroso, sus orejas y cola crispadas no son una buena señal y mucho menos sus ojos rojos.
Antes de que se pudiera abalanzar sobre el pobre muchacho indefenso, me levanto y llamo su atención alejándome de Bushida.

Sus iris rojos como la sangre me siguen hasta que se da cuenta que me estoy acercando a él. Frunce el ceño y cierra los párpados cuando agarro su mano entre las mías.

Es grande y tiene garras, si quiere te puede sacar un ojo antes de que puedes decir "O-oh, H-hola."

Tonto Bushida.

Cundo vuelve a abrir los ojos estos están de color negro, como la noche, su color normal. Acariciando mi pierna con su cola le dirige una seria mirada al invitado, una mirada de advertencia.

Pasa su mano por mi cintura de manera protectora, o tal vez posesiva, lo hace tan solo unos segundos antes de darse la vuelta y volver a encerrarse en la habitación.

Miro a Bushida, tiene la respiración agitada y una mano en el pecho. ¿En verdad pensaba que Shōta le podría haber hecho daño? Aunque lo parecía no creo que Aizawa le haría eso a alguien que le a ayudado a sacarlo del zoo.

Sonrió de manera burlona y me acerco a mi compañero de clase.

¿Qué pasa Goro? ¿Asustado de mi gatito? Cruzó los brazos, decidiendo sentarme en un silla y no al lado del chico en el sofá.

El chico me mira rápidamente asombrado, no le suelo llamar por su nombre.

N-no, bueno un poco... P-pero ha sido sorpresa no miedo. Intenta explicar de manera torpe y tímida.

Sonrio y miro de reojo la puerta de la habitación. Hay una pequeña rendija abierta, será mejor cuidar las palabras y movimientos.

Creo que sería mejor que te fueras.Suelto de repente, haciendo que la sonrisa del chico desaparezca.

¿E-eh? Su tono de voz y expresión muestran confusión.

Si, ya has visto, Aizawa todavía es nuevo y tiene que acostumbrarse.Digo sabiendo de sobra que Shōta había vivido entre humanos poco más de 15 años y estaba perfectamente familiarizado con esta raza.

Bushida baja la cabeza, apretando la carpeta repleta de papeles y fotos entre sus dedos.

Tienes razón... No quiero agobiarlo. Comenta más para él mismo que respondiéndome.

Se levanta del sofá recogiendo sus cosas, aún un poco dudoso.

Además no quiero que te metas en problemas con tu madre. Algo muy rastrero de mi parte meter su situación familiar para echarlo de mi casa, pero supongo que a veces hay que hacer sacrificios.

Esta frase parece activar algo en el cuerpo de Bushida, pues empieza a agarrar los papeles de cualquier manera y muy rápido.

Tienes razón, tienes razón, ¿nos veremos en clase verdad?

Asiento con la cabeza una sola vez mientras me levanto y dirijo hacia la puerta principal.

Claro.

El chico sonríe contento antes de abrir la puerta y bajar las escaleras cruzando el pasillo.

¡Nos vemos Takahashi! Grita mirando hacia atrás, solo alcanzó a despedirlo con un movimiento de mano.

No me agrada.

Me sobresalto al escuchar un voz grave y cansada a lado de mi oreja.

¿En qué momento se había puesto ahí? ¿Y cómo es que no lo he oído?

Sus largos dedos se cierran en la manija de la puerta, estira hacia a él cerrando de un portazo.

Bushida, él no me gusta para nada.Añade cruzandose de brazos y recargando su espalda en la pared.

Me encojo de hombros antes de responder suavemente Es un buen chico.

Su ceño se frunce y deja escapar aire por la nariz.

No lo es.

No lo conoces.

Tampoco quiero conocerlo.

Su semblante serio y cansado parece no cambiar nunca.

Esto es ridículo... Él es mi amigo y tú no puedes prohibirme verlo o no. Suleto desafiante, teniendo que levantar la cabeza para poder verlo bien.

¿Cuánto mide este gato? ¿1'80?

Una sonrisa tira de sus labios, la parte izquierda se levanta unos cuantos centímetros.

Tal vez no puedo prohibirte verlo... Pero puedo hacer que no vuelva a entrar aquí, no será la primera vez que salga corriendo.Dice refiriéndose a la manera en que Bushida salió rápidamente del apartamento.

Me sonrojo suavemente al pensar que eso fue en sí mi culpa, yo lo eché.

Aizawa parece darse cuenta de eso pues su sonrisa se hace más grande y victoriosa.

Volvamos a la cama, tengo sueño.Sugiere aunque su voz suena demandante, más como una orden.

Gato perezoso.

Al haber avanzado unos pasos y darse cuenta que no lo seguía se gira y agarra una de mis manos suavemente, guiándome hacia el dormitorio.

Sonrojandome y resignandome le seguí sin poner resistencia.

***

886 palabras

Híbrido (Aizawa X Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora