Dos mundos

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Siempre he pensado que existen dos mundos: uno, él que vemos y al que estamos acostumbrados; el otro... Ya se imaginan cuál es. Sin embargo, hoy viví algo aterrador que confirmó mis sospechas.

Hace un mes invité a mis amigos a casa. Juan, el chico cálido. El más tranquilo aparentemente pero en el fondo, tan loco como nosotros. Pablo, el que siempre me estaba coqueteando o diciendo duros comentarios. También estaba Edgar. El chico más atlético del grupo. Aisha, mi mejor amiga. Una chica muy callada hasta que nos juntábamos. Su adrenalina alcanzaba niveles inimaginables cuando nos aventurábamos a lo desconocido. Y luego estaba yo, Joanna. La más despistada y torpe. Cuando tocábamos el timbre de las casas me caía al correr, si pintábamos una pared era atrapada, si montábamos patineta me abría heridas en los brazos... En resumen, era muy problemática. La única a la que le pasaban las cosas malas y aquel día, nuevamente lo fui.

Nos habíamos reunido en la oscuridad de la sala para ver una película de terror. El filme se trataba de una chica que había entrado al otro mundo y ahora no lograba salir. Cada momento que vivía la protagonista era caótico. Todos vibrábamos de expectación frente al televisor. ¡Hasta Edgar que al comienzo parecía no estar interesado! La trama se desenredó cuando menos lo esperábamos y así dió por terminada la película. Mientras ponían los créditos nos miramos en silencio y cada uno se despidió para adentrarse en su cuarto a descansar. Como mi casa es grande los chicos siempre se quedaban al finalizar las 'noches de cine'.

Antes de ir a acostarse Juan abrazó a Aisha.
-¿Qué sucede, Juan?- le preguntó, extrañada.
-Nada- le dijo. -Sólo sentí que debía darte un abrazo. Sonreímos ante su comentario y todos nos abrazamos. Aisha me tomó de la mano mientras abría la puerta y encendía la luz. La sentí muy fría, al mirarla comprendí el por qué. Se veía nerviosa. En aquel momento ambas recordamos una de las escenas del filme dónde la chica pasaba de un mundo a otro, a través de la puerta de su cuarto.

-Tranquila, Sha. Es sólo una película. No pasará nada.
-No estoy tan segura de ello. Mis padres siempre dicen que hay algo de verdad en todo lo que vemos y escuchamos. -aseguró.
-A lo mejor tienes razón. Sin embargo, estamos juntas. ¿Qué podría pasar?

Cuando era pequeña, mi abuela me explicó que algo pasaba siempre que se mencionaba aquella frase. Esa noche como tantas veces, mi despiste me hacía pecar.

Aisha y yo conversamos un poco más sobre nuestro día, los planes futuros, los novios y hasta de maquillaje. Cuando el sueño nos comenzaba a rendir sentí sed.
-Sha, iré a beber agua. Ya vengo.
-¡No! -exclamó ella.- ¡No te atrevas a abrir esa puerta a estas horas!
-¿Por qué? ¿Qué pasa? -pregunté, sin comprender.
-Simplemente no quiero. Tengo una mala impresión, Jou.
-Nada pasará, Sha. -aseguré, acercándome a la puerta. Mientras lo hacía sentí que algo me llamaba del otro lado, no era normal. ¿Qué era aquello que me atraía cómo un imán? Incrédula abrí la puerta y del otro lado no encontré el pasillo. Millones de ojos brillantes me miraron. Era como si la habitación estuviera llena de personas en medio de la oscuridad. Mi corazón se aceleró y sentí los latidos en mis sienes. El horror me petrificó mientras contemplaba como esas sombras se acercaban a mí. Incapaz de hacer nada más que mirar seguí allí, apretando la puerta de mi cuarto. Mi sangre se helaba en mis venas, sentía que la vida se me esfumaba. El grito de mi amiga fue el que me hizo reaccionar y cerré la puerta de un tirón. Me quedé parada en ese lugar intentando comprender qué había pasado. Aisha vino hasta mí y me sarandeó varias veces.
-¡Joanna, respóndeme! ¿Estás bien? ¿Me escuchas?- gritaba. Yo seguía sin poder articular palabras y escuchaba una voz del otro lado de la puerta que me decía: Ábreme, ella pertenece a este mundo.

Sentí una gran tentación para abrir la puerta pero Pablo seguido por los chicos entró a la habitación a toda velocidad.
-¿Qué sucede, Aisha? -preguntó y sólo entonces logré moverme libremente.
-Tranquilos. Estoy bien. -Aisha me dió una palmada en la cara. Todos nos quedamos en shock. Sujeté mi mejilla adolorida mientras ella se sentaba en la cama ahogada en llanto.
-¡Maldita estúpida! ¡Te dije que no abrieras! ¿Cuándo me vas a escuchar? ¡Me vas a matar de un infarto! -Todos corrimos a calmarla y una vez en paz nos sentamos juntos en la cama.

-¿Qué viste, Joanna? -preguntó, Juan. Yo lo observé por unos instantes antes de comentar a todos lo que había sucedido.
-Yo sentí algo parecido. -argumentó, Pablo.- Estaba acostado cuando un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sabía que algo malo estaba pasando. Cuando escuché a Aisha gritar sólo pude correr hasta aquí.- Todos comentaron lo que pasó desde su punto de vista excepto mi amiga. Por mucho que insistimos se negó.

Después de eso nunca volvió a reunirse con nosotros a pasar el rato y cuando me veía salía corriendo. Hoy nos encontramos en la calle una vez más y antes de que se marchara apresuradamente, como iba siendo costumbre, le hice una pregunta.
-Aisha ¿qué viste ese día?- ella me miró, asustada.
-No es lo que vi aquel día, Joanna.- me dijo. -Es...
-¿Qué es?- indagué, cuando no terminó la frase. Se alejó de mí al escucharme, como si aquella pregunta hubiera desatado algo malo en su interior.
-¡No quiero volver allí, Joanna! ¡Aléjate de mí!- gritó antes de salir corriendo. En su apuro se subió a un taxi que esperaba cerca de la acera. Al momento escuché como gritaba en su interior, corrí a abrir la puerta pero cuando lo hice ya no estaba. Miré al chofer y le pregunté:
-¿Dónde está ella?- él me miró aterrado antes de mostrarme un periódico que al parecer estaba leyendo. Lo tomé extrañada y me sorprendió lo que leí. Bajo el título "Encontrado el cuerpo sin vida de una chica adolescente" había una foto de mi amiga. Lo curioso es que la fecha de su muerte databa de unos cuarenta días atrás. Justo un día antes de que fuera con nosotros a ver la película.

Al profesor B., que me inspiró a escribir esta historia (más bien me obligó pues es evaluativa pero bueno... XD). Profe ojalá y pases al otro mundo... que diga... que me des 10 jajaja. (⁠人⁠ ⁠•͈⁠ᴗ⁠•͈⁠)
P.D: Después les comentaré si salí bien. Amor y brillitos <3

¡Gracias por leer y comentar! ಥ⁠‿⁠ಥ

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