Oportunidad

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Anya llego muy emocionada a la escuela y abrazo a Becky cuando la vio, esta sonrió con ternura y espero a que su mejor amiga hablara.

Seré hermana mayor—junto sus brazos y luego los alzo

¿En serio? —la castaña le dedico una sonrisa emocionada—que bueno que tu madre y tu padre serán padres de nuevo

Si—cerro los ojos—Anya tiene que ser una buena hermana mayor

Siento que ese bebé te terminara cuidando a ti—se burlo

Becky—hizo puchero

Es broma—la abrazo del brazo—ven vamos a clases

Ambas chicas caminaban felizmente por los pasillos mientras la pelirosa era observada por un peliverde que tenía una mirada perdida, la cual su amigo Ewen notaba y empezó a burlarse.

¿Qué tienes? —pregunto Emile

Nada importante—alzo las manos—vamos a clases, Damián ¿no quieres papel?

¿Qué? —regreso en si

Parecía que estabas a punto de soltar saliva—le sonrió con complicidad

No—intento hacerse el desentendido—vamos a clases

Al llegar al salón observo como Anya Forger sonreía, se veía tan animada platicando con Blackbell que algo en su corazón le oprimía, su mente decía que quería ser él, pero su orgullo decía que era solo enojo de verla tan feliz.

Cuando llegaron a sus asientos sus dos amigos empezaron a platicar pero él no hizo caso se quedó observando toda la clase los movimientos de Anya Forger, desde como utilizaba su nueva goma de color rosa con forma de pingüino, como comía galletas de contrabando y como sonreía al terminar los ejercicios de clases, era raro pero su sonrisa lo calmaba demasiado, era como si todo lo malo que pensaba se esfumara y que las cosas buenas estuvieran por venir, pero parecía que esa chica era perspicaz ya que cuando pensaba en que se veía linda con esa sonrisa giraba a verlo y él tenía que girar la vista para no cruzarse con los ojos verde.

Las clases finalizaron y Ewen suspiro al ver que su amigo no anoto nada por estar viendo a la mujer de cabello rosa, por lo que le dio su libreta para que pudiera copiar las notas de ese día.

Poco después Anya salió del aula con Becky para dirigirse a la salida, no sin antes la peli rosada giro su vista hacia el asiento del joven de cabello verde ya que todo el tiempo estuvo recibiendo señales raras, pero solo noto como desviaba la mirada y se sonrojaba, por lo que decidió ignorarlo, no tenía tiempo para descifrar a ese mocoso engreído, pronto seria hermana mayor y tenía que prepararse.

Anya, iré a baile—comento Becky—nos vemos mañana

Si—asintió—iré a la biblioteca a estudiar

Si—la abrazo—nos vemos mañana

Anya camino hacia la gran biblioteca y tomo un libro de matemáticas, estaba algo triste ya que desde que entro a Edén sus notas estaban subiendo, pero matemáticas era un tema difícil de entender y más cuando podía leer la mente, ya que leía pensamientos de todo su salón de clases en exámenes.

Eras algo frustrante, pero intentaba recordar los ejercicios que su padre le enseño para ignorar los pensamientos ajenos pero parecía en vano, odiaba mucho que la gente que la encontró cuando bebé haya experimentado con ella ya que por más normal que pareciera ese poder de leer la mente la atrasaba demasiado, era algo que solo Becky y sus padres sabían, no quería que nadie más la mirara con asco como sus antiguos padres adoptantes, era algo doloroso recordar como esos adultos la despreciaban pero a pesar de esa oscuridad, aun recordaba que en su último orfanato en Rusia el doctor Loid Forger la adopto mientras hacia su seminario, fue un vínculo que nunca se rompió y que poco después Yor se uniría, era feliz con su familia y aunque no tuvieran todos los lujos ella disfrutaba más que los niños millonarios.

Sorpresiva casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora