La razón

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Damián llego al salón de clases con unas ojeras marcadas, estaba algo desanimado al ver que Anya Forger no respondió su mensaje de texto y por una parte se sentía triste por no poder solucionar el asunto que lo puso en ese aprieto.

¿QUÉ LE DIJISTE A ANYA? —el grito colérico de Blackbell se hacía presente

Nada—respondió el peliverde con molestia

Fue mi culpa—cerro los ojos—creí que ustedes dos podían darme mi dosis de romance que no veía en Berlint Love, pero parece que me equivoque, no debí decirle que si aceptara tus asesorías

¿Ella está interesada en mí? —se emocionó un poco en el fondo

No—lo miro de mala manera—le desagradas demasiado desde que ofendiste nuestra ovejita, además descubrió que eres un patán con eso de que querías humillarla

Nunca dije eso—gruño—dime ¿fue Ewen?

No, mi novio es demasiado leal contigo, pero ella sola lo descubrió por tus actitudes—lo miro—ella es hija de un psicólogo, lo que sea, nunca te acerques a ella idiota—camino a su lugar

Desmond se quedó observando el lugar vacío de Anya cuando inicio la clase y sentía una extrañeza en su corazón, parecía que algo en él se le había arrebatado y eso que tenía pocos meses de conocerla, pero su rutina fue interrumpida por esa desaparición, aunque tenía un pensamiento pesimista sobre que ella había dejado la escuela por su culpa, esta molesto por eso.

Al salir de clases el peliverde empezó a vagar por los pasillos ignorando los comentarios del sequito de Karin, estaba fastidiado por todo el mundo y todo por algo que él no comprendía, cuando llego a su habitación sintió la necesidad de revisar WhatsApp y vio que Anya estaba en línea por lo que busco sus libretas para tomar fotos de los apuntes de ese día para enviárselas, tenía la esperanza de que ella le respondería, pero solo lo dejo en azul.

No entendía, pero se sentía patético al sentir esa sensación, como que lo rechazaba por lo que era y lo tenía merecido por lo que había planeado, pero, aun así, no quería aun llamar ese sentimiento que tenía no estaba listo para aceptar eso tan fácil.

Así llego el sábado en la mañana y el semblante de Desmond se veía demasiado mortificado, en esos días le envió los apuntes a Forger para al menos esperar que le contestara, pero solo lo marco en azul, estaba frustrado porque si fuera otra persona dejaría de darle importancia, pero ella lo tenía ahí atado con la esperanza de que respondiera.

¿Tan preocupado estas por ella? —Ewen lo observo

No estoy preocupado, es solo—intento excusarse

Lo que sea—suspiro—dime ¿no has considerado ir a su casa?

¿No crees que me vería como acosador? —se sentó en su cama

No, porque le dirías que le enseñaras matemáticas, los exámenes son dentro de una semana y tú no quieres que repruebe, ¿o sí? —alzo la ceja

No—se levantó—dime ¿tienes su dirección?

No, se la pido a Becky—empezó a mensajearse con su novia

Pero ella no quiere que me acerque a ella—se quedó consternado

Lo sé, pero también ella no quiere que repruebe—lo observo—listo, mira iras acá

Iré a pedirle permiso a Henderson—tomo sus cosas y su dinero—nos vemos más tarde

Adiós—alzo la mano para despedirlo y luego le marco a Becky—lo sé, sé que no quieres que se acerque a ella, pero, no es tan mala persona como crees, jajaja amor, en serio por más que Anya sea una persona especial creo que hay veces en las que se equivoca, yo sé lo que te digo

El peliverde hablo con el profesor Henderson y se salió de la escuela para buscar el transporte que lo llevara al centro de Berlint, cuando al fin llego busco los edificios que le indicaron y pregunto en la entrada por el departamento de los Forger, cuando el portero le señalo la ubicación el joven se acobardo en la puerta, no sabía que estaba haciendo ahí, no sabía porque tanta importancia con alguien que "odiaba".

¿Buscas a alguien? —la voz de una mujer se hizo presente

Ah—se giró nervioso y observo a una mujer de cabello negro y ojos rojos que lo miraba confundida

Buenos días, busco soy compañero de Anya Forger—intento no ponerse nervioso—quería ver si ella está bien

¿Mi hija? —lo observo—vaya, no pensé que tuviera amigos varones, ven—abrió la puerta—soy su mamá

Mucho gusto, soy Damián Desmond—se reverencio

Un gusto joven Desmond—sonrió amablemente—bienvenida a tu casa, Anya ha estado un poco enferma se mojó mucho en la lluvia hace unos días y la gripa no ha parado

Si, quería explicarle las cosas de la clase—observo las paredes las cuales estaban cubiertas de fotos de esa pequeña familia

Iré a llamarla entonces, siéntete en tu casa—sonrió y camino al cuarto de la chica

Damián empezó a observar cada fotografía de Anya, en todas se veía feliz en compañía de sus padres, un perro blanco, unas mujeres de cabello blanco y rojo, otras con hombres de cabello negro o rizado, noto que era muy amada, pero noto algo raro, nadie se parecía a ella.

¿Qué haces acá? —susurro en su oído

Forger—se puso nervioso—no hagas eso

No puedo decir eso en voz alta y hacer que mi mamá se preocupara—susurro—te dije que no te acercaras a mí nunca

Quería explicarte lo que vivimos en clase—intento mantener los nervios calmados al tenerla tan cerca

Pensé que al dejarte en visto no estarías insistente—lo observo—dime ¿Qué quieres?

Tenemos una promesa y no quiero romperla—la miro a los ojos—no puedo dejar que repruebes, no sería algo digno de mi romper esa promesa

Anya tenía dudas sobre el chico entonces decidió leer su mente para ver que no había un plan malvado de él, pero encontró que en esos días el joven estaba triste y se estuvo maldiciendo el no aclarar el asunto, además estuvo viendo Bondman para recordarla, era algo raro, pero eso hizo que el corazón de Anya se sintiera feliz, poco a poco en las pocas memorias que encontró noto que él nunca rompía promesas y que solo una la rompió, pero no supo cual fue, parecía que eso estaba bloqueado.

Está bien—se sentó—ven ayúdame a estudiar

Si—saco sus apuntes—tenemos mucho que repasar

El joven se quedó unas horas con la chica explicándole cada tema que vieron en clases, parecía que la chica empezaba a sentirse tranquila con él y poco a poco hablaban de cosas triviales, Damián estaba ansioso por decirle que vio Bondman, pero no sabía cómo meter el tema sin verse como un idiota, poco a poco Anya empezó a notar que el joven no era mala persona, pero, aun así, mantenía un poco la guardia por lo acontecido con anterioridad.

He llegado—la voz masculina se hizo presente

Bienvenido amor—Yor salió de la cocina—vino un amigo de Anya a explicarle las clases a nuestra hija

Mucho gusto—sonrió el hombre rubio de ojos azules—mi nombre es Loid Forger, soy papá de Anya

Mucho gusto—se levantó y le dio la mano—me llamo Damián Desmond

El rubio hizo una cara de sorpresa al oír el apellido y después de regresar en si le dio la mano, esto no pasó desapercibido por Anya quien empezó a leer la mente de su padre encontrando algo que la dejo consternada, Damián era hijo de su paciente a la cual estaba en observancia medica en el psiquiátrico y era el hermano de otro caso que tenía, luego de esto observo a Damián y empezó a unir las piezas de varias cosas que no comprendía de él, ese chico fastidioso y engreído estuvo solo como ella pero algo que los diferenciaba es que ella ya no lo estaba pero él, bueno su familia tenía problemas por los cuales no podía darle ese amor que merecía.

//Con razón es así, con razón su corazón está algo triste\\

Sorpresiva casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora