Verse atrapada en un triángulo amoroso no estaba en los planes de Violette; su intención nunca fue herir los sentimientos de otras personas, pero ¿cómo podía evitar enamorarse de Harry, el único chico que realmente la veía?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Miro mi reflejo en el espejo que cuelga de una de las paredes de mi habitación y compruebo que el uniforme escolar que porto esté en orden. Se veía bien, así que por último, cepillo mi cabello una vez más y suelto un suspiro cuando he terminado.
Sin pensarlo, mis dedos juguetean con el colguije que rodea mi cuello y en mi mirada descubro incertidumbre y miedo.
- ¡Violette! ¡Es hora! - mi tía grita desde la planta baja
Me giro para tomar la mochila café que he asignado para el colegio y salgo de mi habitación, bajo las escaleras y acepto la bolsa de papel que la mujer mayor extiende en mi dirección cuando ingreso a la cocina.
- ¿Estás lista, cariño? - pregunta
- Creo que sí - hago una mueca
- Cualquier duda que tengas, acércate a Sophia o sino a los maestros, todos ellos son muy agradables y gentiles
- Eso haré, tía, gracias...
- ¡Listo! ¡Vámonos! - Sophia llega con nosotras y toma otra bolsa de papel - Nos vemos, mamá
- Cuídense mucho la una a la otra ¿sí? Sophia, ayuda a Violette y sobre todo, no por andar de novia vayas a sacar malas notas - mi tía la señala y yo río por lo bajo
- ¡Ay, mamá! - mi prima rueda los ojos y me hace caminar detrás de ella
- ¡Adiós, tía! - me despido con un grito
Salimos de la casa caminando a paso lento, parecía que íbamos a buena hora, por lo que no había prisa. El aire fresco golpea nuestros rostros y el sol poco a poco comienza a iluminar las calles de Holmes Chapel; por primera vez desde que llegué, comienzo a ver una mayor cantidad de movimiento a esta hora: definitivamente era el momento de que todos volvieran a la rutina.
Puedo ver tanto a niños, como jóvenes y adultos transitando las calles, algunos de ellos saludan y otros simplemente siguen con lo suyo.
Era raro ahora ser una más de ellos.
Durante las vacaciones y mi estadía en la panadería de Barbara, tuve la oportunidad de conocer a la mayoría de adultos que habitan el pueblo y agradecía que cada uno de ellos fuera amable conmigo, pero ahora, era el turno de conocer a la otra parte de la población y probablemente, la que más nerviosa me ponía.
- ¿Cómo te sientes? - Sophia pregunta
- Como la mierda - admito y ella ríe - Me siento como un jodido marciano al que todos observaran
- No son tan malos - vuelve a soltar una risita - Lo bueno en esto es que compartirás clase con nosotros, así que no estarás sola. Ahora que lleguemos, tenemos que ir hasta la dirección para ver las listas y ver con quienes nos ha tocado - indica