Checkmate. [En Edición]

Thirteen🍭

Una semana antes de...

Estaba emocionado, no sabía la razón por la cual de su entusiasmo ante ir a la casa del menor y que compartieran muchos momentos únicos para ambos, aunque todos sabían la razón por la cual ese hermoso Omega le había dado una oportunidad para acercarse, ya que nadie quería a un Min en su vida la desgracia le perseguía a esa familia a dónde fuera y los dichos no eran erróneos cuándo unos cuantos corazones estarían rotos a causa del mayor.

En la universidad habían notado ese cambió ligero en ese alfa poco notable ante su presencia, el brillo en sus ojos al saber que su pareja predestinada estaba en la cuidad en donde vivía, el la sentía cerca más cuándo su relación con Park iba profundizando, el proyecto de filosofía estaba llegando a su fin cómo el de Park Jimin.

Sólo faltaba una sola cosa.

Una y tendría a Min yoongi en su lista.

─ Recuerden que la semana que viene cerraremos el trimestre con sus presentaciones del proyecto que les asigné, los veo para la próxima. ─Habia anunciado la profesora finalizando la clase cuándo el timbre había tocado, todos salieron con emoción al saber que la jornada había terminando al fin.

Yoongi solo suspiró quedando solo en aquel salón mientras los rayos de primavera traspasaba las ventanas dejando teñirse las paredes con un cálido brilló como oscuro, en medio de sus pensamientos se levantó recogiendo sus cosas con la misma paciencia que se había animado a observar el lugar pero unos suaves cómo divertidos toques en la madera del aula le llamo la atención y que sus ojos avellanas observarán ahora al Omega de cabello rosada teniendo un poco las claro siendo perfecto, Él era perfecto.

─ ¿Está listo, Señor Min?.

Escucharlo bromear con la armonía de su voz hacia que una sonrisa boba se instalará en sus labios sin poder evitar ocultar su felicidad al notarlo parado ahí esperando por él, agradecía que los suspensores hicieran su trabajo en calmar el aroma del menor en su celo y que él pudiera controlarse en su compañía. Solamente sonrío para acercarse y poder así ambos irse rumbo hacia el hogar del menor pero antes pasaron por una cafetería para así poder hacer un poco más largo su recorrido y que esa tarde juntos no se acabará además que seguiría hasta el departamento del menor.

Por otro lado un chico pelinegro corría sin poder detener sus pies ante la gran adrenalina que su cuerpo extendía para así terminar casi sin aliento por lo que había corrido alrededor de ese campus mientras el sol se escondía y ante su lugar tan amplió acompañada de su soledad lo abrazada de pie a cabeza siendo como ya no era una molestía sino una ayuda. Aguantando la respiración por unos segundos cerrando sus ojos se concentro en los movimientos a su alrededor mientras sus manos estiraban, los recuerdos acompañado de una voz grave torturarlo le asustaba como le dolía, su amor podía ser correspondido el creía que podía hacerlo porque un Omega no tenía la decisión de dejar su destinó aunque la madre Luna si lo había permitido pero pagando un precio muy duro, que solo los llevaría a muerte.