𝑉𝑌𝑆𝐸𝑁𝐼𝐴-𝑫𝒂𝒆𝒎𝒐𝒏 𝑻𝒂𝒓𝒈𝒂𝒓𝒚𝒆𝒏-

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 15

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Aquella sensación de movimiento no era nueva para ella, pero si tenía un efecto emocionante que la hacía sentirse conectada con la vida en su interior. Al momento quiso compartirlo con la persona a su lado. Daemon estaba entretenido enseñándole a Baelon el dragón de madera que había hecho para él. La princesa tomó la mano del peliblanco y la colocó en su abultado vientre, justo a tiempo, la atención del príncipe fue reclamada por el inofensivo golpe contra la palma de su mano. Una minúscula sonrisa hizo que su rostro se iluminara. Al momento puso al pequeño Baelon entre ambos para que este pudiera sentir el vientre de su madre también.

- Cuando regresara Laena y las niñas? - Vysenia acaricio con cariño la cabeza platinada de su hijo quien continuó jugando con el dragón de madera.

- Algún día de esta semana, al parecer a Corlys y Rhaenys no les parece bien que vivan aquí y la están atosigando con su insistencia para mudar su residencia a Driftmark - Daemon se acostó cómodamente en las piernas de la princesa para luego poner a Baelon sobre él mientras jugaba.

- Por qué no la traes de regreso? Ese estrés puede afectar al bebé que lleva en su interior.

- Lo intenté, pero la muy terca me prohibió ir a buscarla, dijo que ella podía manejar a sus padres y que prefería evitar algún tipo de enfrentamiento - Aquello la hizo reír, casi podía imaginar a Laena con ambas manos en la cintura haciendo aquella prohibición.

Cinco lunas habían pasado desde que Vysenia decidió abandonar la capital en compañía de Daemon y su familia. Tiempos muy tranquilos y hasta felices, a pesar de lo que se podría llegar a pensar, Laena y la heredera habían creado una linda amistad que rozaba lo platónico. El matrimonio había ayudado a la princesa a llevar su luto y secuelas que roían su conciencia tras los sucesos en el Norte, por desgracia no completamente, a veces la culpa o simplemente las pesadillas ahuyentaban su sueño en las noches, pero siempre tenía un tacto cálido que la consolaba. Daemon estaba a su lado para ahuyentar sus traumas como jamás nadie se podría imaginar. Quien diría que el príncipe canalla se mostraría tan comprensivo y amoroso con alguien, pero si lo era con ella, a menudo ambos se quedaban toda la noche hablando hasta que Vysenia pudiera recobrar el sueño.

- Princesa - La voz hizo que ambos buscaran al dueño de esta. El maestre Gerardys se acercaba a su propio paso mientras el príncipe aún reposaba en las piernas de su amada, al mismo tiempo ella después de deshacer el peinado de Daemon se dedicaba a pasar los dedos entre las hebras de su cabellera blanca y lisa - Príncipe

- Maestre Gerardys, ocurre algo?

- Me temo que si princesa - La nube de preocupación nublo el día y la cara del maestre no era alentadora.

- Algo le paso a Laena o mis hijas? - Esta vez fue Daemon quien preguntó mientras se levantaba del regazo de Vysenia con su hijo aún en brazos.

- No mi príncipe, gracias a los dioses Lady Laena y sus hijas están bien. He venido para informarles de este mensaje que acaba de llegar de la Fortaleza Roja con trágicas noticias - Daemon se puso de pie para después ayudar a la princesa en la misma acción

- Que ha pasado?

- Lady Dalia Tyrrell ha muerto dando a luz hace dos días.

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- Dónde está?

- Estoy muy preocupada por el Vysenia, se ha rehusado a recibir visitas. Ni siquiera ha querido ver a la bebé - Vysenia y Daemon se encontraban junto a Rhaenyra en los aposentos de esta. El desgarrador funeral había concluido, la heredera aún dudaba que aquello fuera verdad, la idea de que no podría ver nunca más a su mejor amiga había mellado profundamente en su ya magullado corazón. Pero su mayor preocupación en ese momento era Raeghar, se había encerrado en sí mismo, ella conocía aquel sentimiento de agonía perpetua que causaba perder a alguien que amaste tan profundamente como él amaba a Dalia. Vysenia maldijo mil veces a los dioses por la necedad de conceder una vida llena de oscuridad y dolor que solo te dejara tomar pequeños respiros casi inexistentes.