𝐀𝐍𝐍𝐈𝐇𝐈𝐋𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 | 𝐁𝐀𝐓𝐌𝐀𝐍 𝐕 𝐒𝐔𝐏𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍 [𝟏]

𝐏𝐀𝐑𝐓 𝐕| 𝐌𝐄𝐓𝐀𝐌𝐎𝐑𝐏𝐇𝐎𝐒𝐈𝐒

El cabello rojizo de Lois Lane volaba para todos lados gracias al viento fresco del anochecer. En la lejanía, el sol estaba por terminar de ponerse para darle espacio a la luna—. Simple Lo, Lola en la mañana, Lois Lane. Tu astucia me ha impresionado, me quitó el aliento, en verdad. Solo se conocen personas como tú una vez en la vida —traída ahí en contra de su voluntad, unos hombres la secuestraron mientras caminaba por el estacionamiento subterráneo del Daily Planet, donde trabajaba; Lex hablaba tan rápido que apenas podía entenderle, su cabello castaño claro, largo hasta abajo del mentón también revoloteaba por su cabeza y rostro; estaba vestido en un traje beige formal de diseñador, con azaleas adornando la solapa de su saco, el único punto de color en toda su elegante ropa—. ¿Te gusta el helipuerto? A mi en su momento me fascinaba, ahora, lo encuentro tan aburrido e inútil.

Las primeras chispas de lluvia comenzaban a caer. Estando al aire libre, en el último piso del rascacielos, el helipuerto dejaba entrar tanto aire y agua como era naturalmente posible—. Creo que estás en el lugar incorrecto, tu boda es hacia el otro lado —apuntó hacia la salida de emergencia—. La noticia de tu casamiento, uno bastante apresurado por cierto, llegó a todas las secciones de sociales en todos los periódicos de Metrópolis, quizá también en Gótica. ¿Dejarás en abandonada a tu novia en el altar? —Cuestionó, ladeando la cabeza—. Sabes que es demasiado buena para ti, ¿cierto? Alguien como tú no merece ser amado.

—Kate puede esperar, es una chica paciente y una de mis más grandes virtudes. Será una gran esposa —explicó sencillamente, ignorando el comentario principal de Lois, sobre cómo alguien como él no era merecedor de amor. Llevó una mano al bolsillo interior de su costoso saco hecho a la medida, de donde tomó un anillo de plata que él observó con inexplicable nostalgia—. El material del que está hecho este edificio es metal ligero, justo como la plata de este anillo —miró a la mujer a través del centro de la pieza, cerrando un ojo—. Pero, ¿por qué te explico todo esto? Si tu sabes mucho de los metales, ¿no es así? Específicamente de los metales de LEXCORP.

Había tenido su justa parte de conversaciones amenazadoras como para saber que esa era una más de ellas—. Probé lo que hiciste, fuiste tú quien ideó la emboscada en África para intentar culpar a Superman, el metal de la bala que logró herirle fue hecho por tu compañía. El gobierno americano no tuvo nada que ver con ello, esto es obra tuya, de tu obsesión con Superman. Lo sé, lo sé todo —la tela del saco de Lex había comenzado a humedecerse con agua de lluvia.

—Eres toda una luchadora. Lástima que esa convicción no sirva de nada en momentos así. Tu valor desaparecerá como arena entre los dedos —contestó, moviendo los dedos de su mano derecha—. El problema con Superman es que está arriba de todos nosotros. Es lo que un Dios hace, ¿no? Horus, Apollo, Jehová, Kal-El, Clark Joseph Kent. Tengo un... conflicto con esa injusta jerarquía pero lo arreglaré, ¿cómo? Bueno... eso no puedo decírtelo, no señor, noup. Arruinaría el plan.

Lois lucía verdaderamente sorprendida al darse cuenta que Lex conocía la verdadera identidad de Superman—. Estás psicótico. Katherina Nox merece a alguien mejor —espetó, volviendo sus manos puños—. Solía escribir sobre ustedes cuando recién entré al Daily Planet, podía pasar horas enteras viendo las fotografías que les tomaban pensando en lo hermoso que sería tener una relación así... es una lástima saber la verdad tras las sonrisas.

Su comentario pareció tocar un punto sensible en Lex, pues su rostro joven se contorsionó en una mueca de ira y desesperación—. ¿Algo mejor? Yo la creé, la forjé. Tomé cenizas y las volví un diamante en bruto, fui su salvación. Cuando lo que otros veían en ella era solo destrucción y caos, yo vi potencial y lo exploté hasta volverlo perfección —se apuntó hacia el pecho repetidas veces, casi como si estuviese golpeándose pero lo hacía por la necesidad de enfatizar, de dejar muy en claro que era él quien volvió a Kath la mujer que era.