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–Me gustaría cortar mi cabello, es una molestia. Talvez hasta aquí –señalo sus hombros–, se vería genial.

–¿Por que no lo haces entonces?

La Velaryon suspiro con pesadez. Hace tan solo unos minutos sir Harwin la había confundido con su hermano gemelo. La princesa estaba disfrazada, tenia una capa que cubría su melena plateada para que nadie la reconociera. Sin embargo, Harwin Strong lo había hecho, erradamente pero aun así sabía que dos principes habian salido del castillo.

–Aenys y yo somos idénticos –dijo con obviedad– . Imagínate si tuvieramos el mismo corte, el parecido aumentaría aún mas. Solo dependería de mis vestidos para que el reino se diera cuenta que yo soy la princesa.

–Incluso si los dos llevaran la misma ropa y tuvieran el mismo peinado, yo sabría diferenciarlos.

–¿Por que? ¿Porque Aenys apesta y yo no? –Pregunto con una sonrisa al recordar que su tío le había dado una respuesta similar cuando eran niños –

–No –La miro directamente a los ojos–. Te reconocería porque después de todo el tiempo que hemos pasado juntos he aprendido cada detalle de ti. Conozco muy bien tu rostro y tus expresiones Alyssane, créeme cuando te digo que no te pareces en nada a tu hermano.

La princesa sonrio con timidez. Aemond era el unico que podía ponerla nerviosa con tan solo un par de palabras. Siguieron caminando por los callejones oscuros en silencio. Alyssene no sabia a donde se dirigían, pero confiaba completamente en el Targaryen.

–¿Es verdad lo que me dijo Daemon? –Pregunto sonando mas desesperado de lo quería–. Aenys y tú... ustedes ¿Ustedes se casarán?

–¿Daemon dijo eso? –Cuestionó con molestia–. Veo que el esposo de mi madre se esta tomando atribuciones que no le corresponden –rodo los ojos, esa no era la primera vez que pasaba algo similar–

Aemond prefirió guardar silencio, él conocía la razon de las confianzas del principe canalla. A pesar de que la Velaryon creyera fervientemente que Lord Laenor era su padre, la verdad era que ella y su hermano habían sido producto de una aventura entre la princesa Rhaenyra y su tío. Aemond era el único que conocía el secreto de su hermana y lo guardaria hasta la tumba. Todos en el reino creían que los gemelos tenían sangre Velaryon corriendo por sus venas, él no iba permitir que trataran a su princesa como una bastarda.

–Se hablo de un matrimonio hace meses atrás –Comenzo a explicar Alyssene–. Como puedes imaginar fue idea de Daemon, sin embargo mi madre no estuvo de acuerdo.

–¿Por que no me lo dijiste?

–No lo vi necesario. Solo fue una propuesta, ningún compromiso se pacto. Aenys y yo nos sentimos aliviados al saber que madre se había negado, no queriamos tener que casarnos por obligación.

El principe la miro sin creerle por completo. Siempre se había sentido inseguro de la relación que tenían los gemelos. Ellos nunca se separaban, hacían cada mínima cosa juntos. Incluso parecía que no podían orbitar sin el otro, tenían una complicidad envidiable. Habían ocaciones en las que Aemond creía que la princesa podría vivir fácilmente sin él, pero no sin Aenys. Ellos se necesitaba como oxígeno para respirar.

–¿Lo amas?

–Claro que lo hago –Respondio como si la pregunta le pareciera estupida–. No me malentiendas, él amor que tengo por Aenys es solo fraternal –Aclaro con rapidez– Como es mutuo, pensar en casarnos para procrear un heredero nos produce arcadas –dijo para luego soltar una suave risa–. Lo que siento por ti es diferente Aemond, mi corazón late con fuerza cada vez que estoy contigo.

Alyssene tomo la mano del príncipe y la puso en su pecho con cuidado.

–¿Lo sientes? –Pregunto sin dejar de mirarlo–

El Targaryen asintio dejandose acariciar por la princesa. A pesar de la muestra de amor de Alyssene sus dudas no se desiparon por completo. Tenía que armarse de valor y enfrentar a su familia para desposar a la princesa, no podía permitir que Aenys se quedara con ella. Debía separar a los gemelos antes de que fuera demasiado tarde.

–Hablaré con mi hermana. Quiero que seas mi esposa, Alyssene.

–¿En serio? 

La emocion en la voz de la princesa no paso desapercibida. Toda su vida había pensado que la relación que tenía con el Targaryen tendría que permanecer en secreto.

–Incluso si Rhaenyra no le gusta la idea, podemos casarnos a escondidas, tal y como lo hizo ella –Le recordo–. Cuando seamos oficialmente marido y mujer no tendra otra opción mas que aceptar nuestra relación ¿Serías capaz de escapar conmigo si es necesario?

–Claro que sí, amor mío. –Contesto con una sonrisa mientras una lagrima de felicidad se deslizaba por su mejilla

Aemond acarició su rostro para luego acorto la distancia uniendo sus labios en un profundo beso. Todo estaría bien,  nada podría arruinar su felicidad.





















No me gusto.

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2023 ⏰

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Aemond Targaryen One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora