Peter.
Levantó el brazo tratando de ocultar con los dedos y la palma de la mano los rayos del sol que entraban por la ventana, colándose entre las cortinas oscuras del cuarto, habían sido unas horas que había dormido o quizá algunos días, realmente no lo sabía, no recordaba mucho en realidad tampoco tenía interés en recordar nada, trato de incorporarse apoyando los brazos sin embargo el punzante dolor en su brazo derecho hizo que se desplomara sin ruido sobre él colchón de la habitación de hotel donde se había hospedado días antes, soltó un leve jadeo y pestañeó.
-Carajo.- Sentía que la garganta le ardía de lo rasposa que la había sentido al pronunciar esa sola palabra, suponía que si hablaba de nuevo se le rasgarían las cuerdas vocales, parecía que su garganta estaba más seca que el desierto del Sahara y tenía la increíble necesidad de verter agua en ella aunque fuera del grifo, no, lo necesitaba, la cabeza le martilleaba, mierda como odiaba la resaca.
Miro hacia abajo, buscando la fuente del punzante dolor en su brazo y abrió la boca maldiciendo, aún tenía enterrada la jeringuilla en el brazo y éste había adquirido un desagradable color morado/verduzco por la presión que ejercía la liga alrededor de este, induciendo a que visiblemente se le saltaran las venas.
Era claro que quizá esta vez se había pasado, no sólo un poco como había jurado que sería en realidad la había cagado, suspiró. Recordaba pocas cosas de la última vez que había estado consiente o de menos en sus cinco sentidos, quizá consiente no era una palabra que pudiese decir a la ligera después de todo lo estaba hasta cierto punto, pero le importaba una mierda, todo se había sentido jodidamente bien; había disfrutado de un agradable y anestesiante cóctel de alcohol con drogas que había borrado de él todo rastro de remordimiento, dolor y los constantes pensamientos que tenía en su cabeza sobre sí mismo colgado de la viga de la cocina, sorprendentemente no los consideraba desagradables, la única consecuencia negativa de su agradable encuentro con la inconsciencia era que no sabía que había sido real y que no; golpes, gruñidos, su cara siendo enterrada entre las almohadas de la cama y penetraciones bruscas, sangre, dolor, ira, humillación, amor y deseo.
Tomó el embolo que colgaba dolorosamente de la piel de su brazo, sintiendo como su estómago protestaba violentamente queriendo regresar un contenido inexistente, no recordaba la última vez que había comido algo, ni cuánto tiempo había pasado de ello, qué asco sentía de sí mismo, de verse en esa situación, se sentía como si no fuese él mismo, apretó los labios exhalando un suspiro profundo y lo jaló, sacando la jeringuilla de su piel de un tirón, una gota de sangre se deslizo por la piel de sus brazos lamiendo los vellos que encontraba a su paso, las manos le temblaban dolorosamente y sentía frío en todo el cuerpo, después de todo había dormido desnudo con una simple sabana delgada cubriéndolo, cada parte de su cuerpo, la espalda y los brazos en particular estaban agarrotados como si hubiese hecho un increíble esfuerzo tensor o muscular.
Era estúpido pensar que lo último que había percibido estando plenamente consiente era deseo pero lo hacía y bastante, sin importar si incluso era coherente para sí mismo y se odiaba un poco por ello, pero después de tantos años no podía seguirse quejando de menos era más consciente de lo que pasaba incluso aunque eso lo hiciera ser más responsable de cada una de las acciones y decisiones que tomaba, girar el rostro ante lo incorrecto era peor que la ignorancia de no saber si lo era, ya que más daba no era como si a alguien en particular le preocupara su comportamiento o sus sentimientos, ni siquiera a él mismo le interesaba una mierda, giró los ojos en dirección de la mesilla de noche, notando la cajetilla que buscaba ansiosamente, vacía.
Chasqueo la lengua con desaprobación.
¿Qué día era? ¿Qué hora sería?
A juzgar por la luz que se colaba por la ventana de un agradable color naranja casi caramelo, suponía que debía ser el amanecer o el atardecer, trato de buscar su celular con la vista sin éxito, no recordaba que había hecho con él, quizá lo había destrozado, después de todo siempre destrozaba algo, se sentía pegajoso como si hubiesen tirado sobre el algún tipo de miel y la sensación de la piel y el rozar de las sabanas pringosas era sumamente desagradable.
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Apaga las luces//Dark Starker
Romance"...Esa parte estaba siendo opacada y asesinada por algo más intenso, más animal, más diabólico, algo que trepaba y se apoderaba de él, algo que lo hacía sentir calor tanto, maldito calor que sentía que se quemaría por dentro, cada minuto que pasaba...