Si te llamo no contestas

4.4K 411 143
                                    

Cuando estaba por partir vio a un moreno desorientado, lo que le causó mucha risa, seguía siendo el mismo, aún seguía sin aprender español.

—¿Quieres ir a dar un paseo?—. Preguntó divertido desde la ventana del auto.

—¡Checooo!—. Gritó emocionado el británico.

Lewis solo abrió la puerta del copiloto en señal de acertamiento, cada que venía a México le gustaba salir con el mexicano y ver la felicidad que este tenía de estar en su tierra, llegaba a ser demasiado adorable el comportamiento de Sergio, se comportaba como el niño más consentido del mundo y le encantaba ser testigo de eso.

Llegaron a un restaurante de comida mexicana que estaba escondida en un hermoso cerro, la vista era increíble, cenaron en lo que hablaban de cosas que no eran del trabajo. Sergio no quería recordar lo que había dicho Max esa mañana.

Terminaron de comer y salieron a ver el atardecer en unos columpios propiedad del restaurante.

Lewis había visto la entrevista, sabía que su amigo la estaba pasando mal, Max había sido un idiota, después de lo que Checo había hecho por él, no se lo merecía. Ojalá que estuviera con alguien mejor, pensaba.

Sergio tenía una mirada triste y ganas de llorar, a pesar de todo quería a Max, se levantó del columpio y se acercó al borde del barranco.

Lewis imitó sus movimientos, cuando llego a lado del mexicano, lo tomó en brazos y este se soltó a llorar en su pecho.

Eso le dio demasiado coraje, tenía unas ganas inmensas de partirle la cara al neerlandés, nunca en los años que llevaba de conocer a Checo lo había visto llorar de dolor.

Desde que eran chicos había tenido sentimientos por él, pero nunca se animó a intentar algo. Cuando descubrió la relación que este tenía con Max, lloró y se deprimió mucho. Se arrepentía por haber callado sus sentimientos.

Toto fue un gran soporte en ese momento, le ayudó a levantarse nuevamente y que se alegrará por el mexicano. Y así lo hizo, estaba muy feliz por él, se había acostumbrado a verlo feliz, aunque no fuera con él.

Lo atrajo más hacia él y comenzó pasarle una de sus manos en la cabeza y la otra en su espalda.

Le hubiese gustado estar así con él en otra situación.

—Lo sacaré de la pista por ti—. Trató de hacer reír al mexicano. Cosa que funcionó porque se rio un poco y le dio un golpecito en el hombro.

—Que ni se te ocurra—. Advirtió mientras absorbía sus mocos que amenazaban con salir.

Lewis sonrió, había logrado que Checo dejara de llorar, ahora solo miraba divertido al británico.

—Se lo merece—.

—Pero no me gustaría que por eso tuvieras problemas—.

—Awww, ¿Te preocupas por mí?—. Ensanchó su sonrisa.

—Tonto—. Le dio otro golpecito, pero ahora en el pecho, aún seguían abrazados. —Claro que me preocupo por ti—. Le regaló una sonrisa sincera.

Lewis sentía que volvía a vivir, tener a Sergio en sus brazos lo había hecho demasiado feliz a pesar de la situación de su platónico.

—Te juró que si te vuelve a hacer daño haré que te olvides de él—. Habló seriamente, su mirada penetrante hizo estremecer al mexicano que solo asintió y lo miro con un leve sonrojo.

—Bu..bueno, tenemos que irnos, ya ha oscurecido—. Su corazón había comenzado a acelerarse, sintió una pequeña chispa en su interior.

—Vamos, yo conduzco—. Se ofreció el británico.

No dijo nada y solo se limitó a darle las llaves, subieron al coche y Sergio puso su música románticamente cursi a la que Lewis no entendía nada, pero le agradaba escuchar al mexicano cantando, sin duda daba gracias de que fuera corredor y no cantante.

Llegaron al hotel donde se habían estado quedando algunos pilotos, entre esos estaban ellos.

Se despidieron con un abrazo y cada quien se fue por su lado ya que estaban en diferente dirección del edificio.

🏁🏁🏁🏁🏁🏁🏁🏁🏁🏁🏁🏁🏁🏁🏁

—¡Dónde carajos te metiste en todo el día!—. Estaba muy molesto.

—Fui a comer lejos de aquí, necesitaba despejarme antes de mañana—.

—¡Te llamé todo el puto día y no contestabas!—.

—Lo siento, tenía el celular apagado—.

—¡¿Con quién estabas?!—. Sus celos habían salido a flote. —¡¿Estabas con alguien verdad?!—. Sus puños estaban rojos.

Sergio tenía miedo, no había visto a Max ponerse así de agresivo, no quería decirle que había salido con Lewis porque se pondría peor.

—Con nadie, salí solo—. Mintió porque creyó que era la mejor opción.

Max había esperado a Sergio y cada tanto se asomaba a la ventana a ver si este aparecía. Por ende, había visto bajar del carro al mexicano y al británico.

Quería poner a Sergio a prueba, pero le había mentido, eso le hizo enojar mucho, le demostraría a Checo que solo era suyo y de nadie más.

Lo azotó contra la pared y comenzó a besarlo desesperadamente quitándole la ropa en el proceso para después quitarse la de él mismo. Lo tiró bruscamente en la cama y comenzó a morderlo fuertemente para dejar marcas que probablemente no desaparecerían por un buen tiempo.

Ignoraba las suplicas y quejidos de su amado, estaba cegado de celos, entró bruscamente en él, lo estaba haciendo demasiado fuerte, no tenía nada de consideración. Si habláramos de una violación probablemente este sería un caso. Aunque no le quedabas más que dejarse hacer con lágrimas en los ojos

—Eres mío, que te quedé claro—. Advirtió al mismo tiempo que llenaba el interior del mexicano con su semen.

Buscó sus ropas y se marchó, necesitaba seguirse desquitando por la idea de que Checo le había engañado, ni siquiera se detuvo a ver si su pareja se había corrido también, solo se dio satisfacción propia para amortiguar su coraje.

Sergio pensaba en que se lo merecía, vio a Max partir, probablemente iría nuevamente a desquitarse con alguien más como cada vez que este se ponía celoso.

Se hizo bolita en la cama y se soltó a llorar hasta quedarse dormido.

















ME EQUIVOQUÉ || CHEWIS Y PERSTAPPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora