Drogas y engaños.

67 7 3
                                    


—Oye!!.

Era la voz de Duff, ebrio. Me giré y vi como se acercaba con dificultad, una botella de vodka en su mano y toda su cara roja.

Me quede en silencio, no supe que decir. Cerré mis puños hasta que mis uñas se clavaron en la palma de mi mano, suspire y hablé.

—Lo siento.

—¿Lo siento? Por que lo hiciste.. dime una respuesta de verdad.

—Duff.. tu también me fuiste infiel. —el me vio quedándose sin palabras.

—Lo siento mucho.

—Será el fin. Hace mucho tiempo me aburrí de esto, duff.

—¿Como? Pero Mia, te fui infiel pero si te amo.. yo nunca me aburrí.. —Sobre pensé las cosas unos segundos, lo nuestro no iba para más. Duff al ver que yo no respondía dio un suspiro muy grande. —Agarra tus cosas y vete de mi puta casa!!. —Gritó con furia.

Asentí sin más remedio y camine unas calles a una parada de taxis para tomar uno e irme a la casa de duff. Donde guarde las cosas y algunas me quedaron allí pero las que más necesitaba las llevé conmigo, renté un hotel para dejar mis cosas y me senté a fumar un cigarrillo en la calle.

Las personas pasaban, algunas en pareja y otras solas, yo solo estaba calmada viendo como el humo de mi cigarrillo se desvanecía con suavidad por el aire.

—Estas sola?. —Escuche, alce mi vista en busca del proveniente y me topé con un muchacho, de buen aspecto.

—No. —Mentí.

—Oh bien. Porque si lo estabas tal vez podías acompañarme por cien dólares. —Dijo desprevenido, mientras encendía un cigarro en sus labios. Cien dólares era suficiente para tener dos o tres estadías más en ese hotel y comprar alguna comida.

—Pero a mi amiga no le importará, de seguro. —Me levante del suelo y el tal sonrió.

—Vamos entonces.

—Primero mis cien dólares.

—Y como se que no te irás corriendo?. —Me quede en silencio pensando. —Hagamos un trato. Serán cincuenta ahora y cincuenta al acabar la noche. ¿que piensas?.

—Me parece bien. —Conteste a su propuesta. El sonrió y dijo que lo esperase para traer su coche, entonces me quede esperando fuera del hotel, cuando un llamativo De Tomaso Pantera color naranja frenó enfrente. Me quede allí pensando, era imposible que ese tal tuviera uno de esos autos tan caros y lujosos, o bueno. Bajo los vidrios del coche y definitivamente ese muchacho tenía un De Tomaso Pantera. Entonces me subí con ansias.
—Te gusta?
—Dios mío. Si!. Amo este coche.
—Sales con Duff Mckagan. Tiene miles de coches caros.. este es uno de menos.
—Bromeas? Como sabes?.
—Te conozco, Mia. —Rió mientras conducía.
—Ok, Duff no tenía este. Solo Mustang. —Me intimidó. No acostumbraba a que las personas desconocidas me conozcan por mi nombre.

El chico comenzó a conducir mientras yo cambiaba la radio, eran cuatro emisoras pero las cambiaba de todos modos porque odiaba el Jazz, quería algo de heavy metal.

—Sabes mi nombre y yo no se el tuyo..
—Landon Jagger.
—Eres familiar de Mick Jagger, wow. —Mencioné y el rió. —Dime Landon Jagger. ¿que es lo que haré por ti?.
—Solo debes acompañarme a The Roxy, mis hermanos estarán allí y me molestarán si voy sin una chica entonces.. fingirás ser mi novia.
—Como así.. ¿hoy?.
—Si..
—Bueno. —Pensé. Cuando llegamos al Roxy fuimos hasta donde los hermano de Landon. Eran unos chicos de bolsillos llenos, apuestos y educados. Cuando llegó la hora de las baladas y bailes entre parejas, Landon y yo solo hablábamos mientras fumábamos, aunque yo fumaba cigarros de marihuana y Landon solo unos Marlboro, y acabábamos una botella de cerveza entre ambos.

PROSTITUTE - ( Izzy Stradlin )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora