⬜Capítulo 4⬜

491 49 6
                                    

Mientras el tiempo comenzó a pasar, los problemas empezaron a aparecer, tal y como los demás Reyes le habían dicho a KB/Augusto, el pequeño empezó a intentar meterse cosas a la boca cuando le empezaron a salir los dientes.

La única solución fue darle una mordedera de goma que había en la mansión, aunque tuvo que limpiarla completamente bien antes de dársela al pequeño demonio, no quería que luego el niño tuviera gusano en la boca o alguna dolencia.

También había ocurrido que cómo sería de esperarse, el bebé en algún momento se enfermaría, KB podría asegurar que es la peor experiencia que uno puede vivir si cuida de un niño lesionado.

Si no lloraba por la fiebre lloraba por el dolor ya que al pequeño demonio le causaba tanta incomodidad estar sudado que se movía de más y eso causaba que le empezará a doler horrible todo.

Si el Rey necesitará dormir ya en ese momento estaría con unas ojeras tremendas por esa semana sin descanso alguno debido al bebé enfermo.

Pero ya el bebé no era un bebé, ya era un niño de 6 años con dificultades para caminar, 5 años y medio cuidando al niño habían pasado, 5 años y medio con muchos problemas y una gran montaña rusa de emociones y situaciones.

Luigi era un niño feliz, sano en cierta parte pero lo malo era que no tenía fuerza en sus piernas para caminar, en su momento aprendió a gatear pero luego de un corto periodo de tiempo sus piernas ya ni siquiera tenían la fuerza suficiente para hacerlo.

Le mencionó aquello a Gregorio en las últimas reuniones y habían quedado en que esté buscaría a un fisioterapeuta que pudiera ayudarle a Luigi a mínimo poder caminar con ayuda, pero de momento el niño no tenía más opción que ser cargado o usar sus brazos para ir de un lugar a otro como si fuera una especie de lagartija.

Luego recordó la forma en la que Luigi llamaba a sus "tíos", todos fueron una forma en la que Luigi intentó decir sus nombres cuando empezó a hablar.

A Evaristo le decía 'Tito', al parecer su nombre había sido difícil de pronunciar para Luigi por lo que simplemente le llamaba Tito, con Gregorio le decía 'Goyo', había sucedido lo mismo que con el nombre de Evaristo, para Luigi la pronunciación había sido difícil así que le dijo Goyo para acortar.

Y con Eros, este simplemente le decía Ros,  pero a todos siempre antes de llamarlos les llamaba "Tíos" o "Tito", era extraño escucharlo decir "Tito Tito" para Evaristo pero los demás habían aceptado sus nuevos apodos.

Después de meses de búsqueda, Gregorio finalmente encontró un fisioterapeuta que podría ayudar a Luigi a caminar con ayuda. La terapeuta, llamada Ana, se especializaba en trabajar con niños con discapacidades y rápidamente comenzó a trabajar con Luigi.

Al principio, Luigi estaba un poco asustado de las sesiones de terapia, pero pronto comenzó a disfrutarlas. Ana le enseñó a usar una especie de andador para apoyarse y mantener el equilibrio, y también trabajó en fortalecer sus músculos de las piernas con ejercicios específicos.

A pesar de que Luigi todavía tenía dificultades para caminar sin ayuda, su progreso fue notable. Los "tíos" estaban muy orgullosos de él y lo alentaban en cada paso del camino.

Pero los problemas no terminaron ahí. Un día, mientras jugaba con Eros en el jardín, Luigi se cayó y se lastimó la pierna. Gregorio y Evaristo lo llevaron rápidamente al hospital para que lo revisaran y se aseguraran de que no se había hecho una lesión grave.

Afortunadamente, no era nada serio, solo un esguince leve. Pero esto significó que Luigi tendría que quedarse en casa y descansar durante unos días. Fue difícil para él estar inactivo después de haber estado tan motivado en su terapia.

El "príncipe" BooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora