⬜Capitulo 1🟩

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El Rey Boo estaba paseando por el bosque encantado cerca de su mansión, cuando escuchó un extraño sonido. Se acercó a un árbol cercano y vio algo inesperado: un bebé llorando en el suelo, envuelto en una manta rosa y con un gorro verde con una L dentro de un círculo blanco.

El Rey Boo estaba sorprendido. Él, como un fantasma, sabía poco sobre los bebés humanos. Sin embargo, cuando se acercó y levantó al bebé, notó que algo andaba mal. El bebé tenía dificultades para moverse y parecía haber sufrido una lesión en la columna vertebral.

Sin saber qué hacer, el Rey Boo llevó al bebé a la mansión para saber mejor lo que sucedía. Como un fantasma, era más adecuado llevarlo, ya que no se cansaría por llevar al bebé todo el camino. Al llegar a la mansión, el Rey Boo encontró que había un papel en la manta rosa teniendo un nombre escrito en este: Luigi, al parecer así se llamaba el bebé.

Después de llevarlo a un pequeño cuarto de enfermería de la mansión y examinarlo, el Rey Boo descubrió que Luigi tenía una lesión en la columna vertebral debido a una caída en el bosque.

Sabía que tan malas podían ser ese tipo de lesiones, pero en un bebé de a lo mucho 6 meses el daño podría ser peor considerando que siguen en una etapa de vida frágil.

Por lo que sin saber exactamente que hacer puso al bebé en una camilla rodeándolo de almohadas y se fue a buscar algún ente que había sido médico antes de morir.

Necesitaría ayuda y por más que lo odiara, tendrían que mantener al bebé humano en la mansión, ya que si estaba abandonado en el bosque eso significaba que lo habían tirado para deshacerse de él.

Para los Boos eso ya era extremo, sabían que podían asustar niños pequeños pero hacerlos llorar o dañarlos ya era mucho para ellos.

Pero sabiendo todo lo que posiblemente conlleva cuidar un bebé humano, el Rey empezaría a despedirse de la poca tranquilidad que tenía.

Si de por sí los Boos eran molestos en su mayoría haciendo travesuras de aquí a allá, ahora sí sumaba un bebé humano la cosa sería peor.

Almenos podría hacer que los demás Boos se mantengan ocupados haciendo que cuiden al niño, así podría tener su tiempo para disfrutar algunas cosas solo.

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Mientras tanto la cigüeña que había sido encargada de llevar a dos bebés y que había perdido uno en la trayectoria debido a un ataque repentino había llegado a su destinó entregando solo a el único hijo de los dos que debían haber llegado juntos.

Dejó una carta a los padres explicando todo lo sucedido y como había tan pocas probabilidades de que el otro bebé estuviera vivo debido a la gran altura de la que había caído. Tocó la puerta con su pico y luego se fue volando.

Los padres por su parte estaban confundidos al abrir la puerta y ver qué solo había sido entregado un pequeño, pero al ver la carta empezaron a preocuparse, las cartas no siempre explicaban algo bueno, mucho menos cuando era una carta de la cigüeña.

La madre por su parte con clara preocupación agarró el pequeño saco donde estaba su hijo recién entregado, abrió aquel saco revelando a un bebé que estaba enrollado en una manta rosa y que portaba un gorro rojo con una letra M.

Mario había sido el único que había llegado, ¿Pero donde estaba Luigi?, La mujer miró a su esposo el cual ya había agarrado la carta y la estaba leyendo.

"Queridos padres,

Lamentablemente, durante mi viaje para entregar a los bebés, fuimos atacados por una bandada de aves rapaces. En medio del ataque, el saco que contenía a Luigi se abrió accidentalmente y el bebé cayó al bosque. Hice todo lo posible para recuperarlo, pero no pude encontrarlo en ninguna parte. Siento mucho tener que darles esta noticia, pero temo que Luigi no sobrevivió a la caída.

Sin embargo, logré recuperar a Mario y lo entregué a su destino final sin problemas. Lamento mucho los inconvenientes causados por este desafortunado incidente.

Sinceramente,
La cigüeña"

Ambos padres, luego de leer la carta, sentían una gran tristeza y dolor al enterarse de la posible muerte de su hijo. La madre no pudo evitar llorar mientras abrazaba a su único bebé evitando querer gritar ya que no quería despertarlo.

Mientras su esposo la miraba sintiéndose impotente y dolido, no creía que habían perdido un hijo, no quería aceptarlo, pero lamentablemente las pruebas estaban ahí.

Tanto en la carta como en el hecho de que solo Mario había llegado, miró a su esposa y luego a su hijo, acercándose lentamente a estos y abrazandolos mientras también empezaba a llorar.

Sería doloroso criar solamente a Mario, sería doloroso que esté luego preguntará si tenía un hermano, ¿Cómo podrían explicarle todo lo sucedido cuando sea grande?.

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Y.. se acaba el primer capítulo jeje.

El "príncipe" BooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora