Entrevista

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    Will aún no comprendía la gran cantidad de personas que tenía por delante de él. Era intenso; y no justamente en el sentido más positivo de la palabra.

    El otoño se había instalado como si estuviera visitando su antiguo hogar, y el viento helado que estaba volando las hojas de los árboles también sacudía el calor de las personas.

    Para Will, quien no tenía gran cosa para cubrirse del frío, sentía que la perseverancia de sus contrincantes era digna de admirar. No era fácil aguantar a bajas temperaturas, incluso cuando tenías un equipo completo para ello; por lo que ver a muchos jóvenes que tenían su edad esperar a por una entrevista, le causaba un sentimiento positivo.

    Sin embargo, tanto en la vida estudiantil como en la vida laboral, Will pensaba igual: «el resto de las personas no me interesan.»

    La breve admiración se convirtió en apatía, y luego escaló a la molestia.

    Él no quería que nadie fuera seleccionado para ser el tutor de la familia Lecter.

    No quería que nadie obtuviera el trabajo.

    Y no justamente por un sentido de la lealtad hacia la familia que ni siquiera conocía; sino, porque él quería ese trabajo. Después de todo, quería comer.

    Y no podría comer si alguien más reclamaba el puesto que él ansiaba.

— ¿Estás en la fila?

    Will se giró en dirección a la voz que lo llamaba.

    Era una chica bajita, pelirroja, con las mejillas coloradas por el frío y tenía una expresión amigable.

    Will sabía quién era, ya que la había visto en la universidad. Era Freddy Lounds, la chica que llevaba un blog informativo sobre los acontecimientos universitarios. Alana le había comentado sobre ella en muchas ocasiones, pero ninguna de sus palabras fueron amables.

— Sí —respondió Will—. Soy el último, por lo que veo.

— Entonces supongo que debería cambiar tus lentes —se rio un poco—, porque la última de la fila ahora soy yo.

    Will mordió su lengua para no soltar un comentario venenoso, y solo asintió con una sonrisa fácil al tiempo que le daba la espalda a la muchacha. En defensa de ella, el comentario era ligero; sin muchos ánimos de ser verdaderamente ofensivo. Era tonto, como si ella tratara de romper el hielo y crear un buen ambiente al mismo tiempo.

    Pero Will lo que menos quería era lidiar con las personas que creían tener el don de la comedia, no cuando estaba lo suficientemente irritado y ansioso ante la gran cantidad de personas que tenía por delante.

    Solo quería pasar a la entrevista con quién fuera a ser su supervisor para irse a casa. Tenía que estudiar de todos modos.

*

— Escuché que las preguntas que hacen en la entrevista son realmente complejas.

— Tal vez por eso tantas personas salieron pálidas del salón.

— Seguramente no debe ser tan difícil. El puesto es para un niño, no para un sabio erudito.

— Subestimas el poder que tiene la familia Lecter para filtrar a los mediocres.

    Will estaba sentado en unas sillas elegantes que funcionaban como sala de espera en un gran salón elegante, escuchando cómo un grupito de personas hablaban sobre las entrevistas.

    Mientras Will estaba esperando en la fila, la temperatura fue bajando hasta que el cielo se nubló completamente. Las grandes nubes grises tapaban el firmamento, y pronto, una lenta llovizna comenzó a caer sobre todos los que estaban esperando a las afuera del lugar en donde se haría la entrevista.

Mylimasis |HanniGram|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora