Después de la llamada había salido de mi casa junto con mis maletas y el libro.
Me fui rumbo al motel más cerca de la estación de trenes.
Al día siguiente yo ya estaba lista esperando en la estación a la persona que llegaría para llevarme.Me sentía feliz de haber escapado de esa cárcel religiosa, ahora podía vestirme y hablar como quisiera. Simplemente era libre.
No espere mucho hasta que una mujer junto a una chica de mi edad se me acercaron. Se presento como la señorita Myrtle Snow y a la otra chica como Zoe Benson.