—Kris, tengo algo que enseñarles, ¿Puedes venir un momento? —me pregunto Zoe cuando entro a mi cuarto.
Asentí y la seguí hasta la sala.
Cuando llegamos Nan y Queenie ya estaba ahí.
Zoe se acercó a la mesa y desplego varias fotos.
—Hace cien años, esta academia estaba al máximo de su capacidad, dormían ocho por habitación en literas. Miren, ¿Notan algo? —dijo apuntando a las fotos.
Con el pasar de los años iban disminuyendo las chicas.
—Si. Luke no está aquí y su mamá me cierra la puerta cuando voy. —dijo Nan.
—Concéntrate y mira las fotos. —le dijo Zoe. —Nuestro número ha disminuido cada año por un siglo seguido. Las brujas se extingue. —
—Cierto. —dije. —En Salem había cientos de nosotras, ahora somo cuatro, y Madison que todavía no sabemos si está muerta o solo desaparecida. —
—Y nadie a cargo está haciendo nada. —dijo Zoe.
—Díselo a Fiona. —le dijo Queenie.
—Si no recuerdo mal, se dedica a quemar brujas. —dijo Zoe mientras abría el gabinete del alcohol, tomo una botella y un vaso. —Madison quiere que la encontremos. No podemos perder a otra bruja si queremos sobrevivir. —