CAPITULO VII : BAJO EL SOMBRERO DEL MAGO

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Nos quedamos en que…
¿! Eres un mago!? – y desmayé

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Nos quedamos en que…
¿! Eres un mago!? – y desmayé.
Al poco instante me encontraba en la cama acostada frente a Jason Castle [que vergüenza], ¿Qué está pasando? – pregunté incomoda al tenerlo en mi habitación.
- He venido por Amanda, y la tercera estrella para encontrar la Luna de Cristal – dijo en un tono escalofriante.
- Siendo así las cosas, ella vendrá por su cuenta sin necesidad de llamarla – un hormigueo me invadió por todo el cuerpo solo de verlo.
- De acuerdo, esperaré aquí hasta que aparezca – se sentó en mi banca y añadió – pero si estás mintiendo te cortaré la cabeza.
Está bien, esto ya fue mucho escalofrío en un momento repentino y en el peor día para llegar a mi casa. Sin embargo; se realizó una fiesta en casa y según la historia nadie más que la familia puede entrar sin antes perder la vida al cruzar la puerta de la cerca.
Jason pareció haber leído o escuchado mis pensamientos para haberse levantado de la silla y observar por la ventana que las trampas fueron descubiertas a propósito para que cualquiera pudiera entrar.
- Disculpa Jason – intenté verlo a los ojos – pensaste lo que acabo de pensar, ¿Cierto? Esas personas deberían estar muertas y no lo están.
- Amanda ya tardó – se quitó el sombrero y agitó su varita – si estás mintiendo ten por seguro que te mataré.
- No tienes por qué hacerlo – entró Amanda por la ventana – Eileen es la tercera estrella para ayudarnos a encontrar la Luna de Cristal.
- Mmm… - Jason dudó pero si algo sabía es que Amanda nunca mentía.
Entre en pánico por un minuto pero gracias a Amanda me siento tranquila de nuevo, ojalá no se repita lo ocurrido más adelante.
Jason guardó su varita y se puso el sombrero manteniendo esa mirada fría, mientras Amanda sonreía por volver a ver a su amor con vida; ahora regresando al caso de la Luna pedí a Amanda que por favor me mantuviera al corriente con lo que no estuviera enterada para poder colaborar con la búsqueda.
- Si realmente eres la otra estrella ya deberías saberlo todo – exclamó Jason con tono arrogante.
- ¡Uy! Disculpe señor, ¿Algo más que le moleste? – contesté enfurecida.
- Jason, fíjate bien en ella, ¿Notas algo? – Amanda señaló mi brazalete.
- Tienes razón, sera mejor que me entregué ese brazalete antes de entrar al juego de la predicación.
No sé, ¿De que trata el juego? Pero ya me dio miedo nomás de imaginarmelo, podría ser que toparamos con una familia de hombres lobo, vampiros o quizás brujas, sin duda sería lo peor para comenzar.
Nos dirigimos hacia una colonia deshabitada, llena de mugrero por doquier y un clima tenebroso.
- Eileen, no te preocupes por el lugar nosotros te protegeremos a toda costa y te aseguro que tú brazalete está a salvó en manos de Jason.
- Lo dices como si fuera fácil confiar en un extraño que no es tan extraño – bajé la mirada y pregunté - ¿Realmente son novios?
- Jason sonrojó y respondió por ella – eso no es asunto tuyo.
Fue entonces que Amanda y yo detuvimos el paso, esa respuesta pudo haber afectado si fuera otra chica, ¿A caso no tiene sentimientos? No tiene idea de lo que acaba de hacer con sus palabras.


Fue entonces que Amanda y yo detuvimos el paso, esa respuesta pudo haber afectado si fuera otra chica, ¿A caso no tiene sentimientos? No tiene idea de lo que acaba de hacer con sus palabras

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Jason enfadó tanto que agitó su varita creando un agujero negro en el cielo, Amanda también enfureció al grado de intentar lanzarse a él para desaparecer el agujero negro.

Amanda Collins y la Luna de cristal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora