capitulo I: Presentacion

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Kim Seungmin era un chico con tan solo veinte años de edad. Quién en estos momentos se encontraba sumamente nervioso pues hoy era su primer día como el secretario de un empresario muy importante en la ciudad de Corea Christopher Bang.
Dueño de una empresa de ropa muy reconocida en el país, donde dicha marca llevaba de nombre su apellido. Bangpher

El pequeño Seungmin se encontraba indeciso en si debía presentarse o no, en su mente se decía a sí mismo que este puesto sería mucho para él y que no lo merecía, en lo absoluto, que alguien podría hacer el trabajo mucho mejor que él. Pero necesitaba aquel dinero que recibiría si trabajaba para Bang, lo necesitaba para cubrir los gastos de su universidad o de lo contrario ya no podría seguir estudiando debido a los pagos que debía de el semestre anterior. Y
tanto fue su estrés para el pobre chico que terminó en el suelo llorando por no ser capaz de hacerlo hasta que unos golpes en la puerta de su habitación interrumpieron su llanto, era Yang, su rommie.

—Min, ¿estas ahí? No has salido del cuarto, y llegaras tarde si permaneces por más tiempo ahí— dijo del otro lado de la puerta, el tono de su voz dejaba ver que estaba preocupado por el castaño.

— No puedo hacerlo, Innie, No puedo. Se que lo arruinare y me terminaran despidiendo como en mis empleos anteriores— lloriqueo.

Al escuchar la voz quebrada de Seungmin no dudo en abrir la puerta,  afortunadamente no tenía el seguro, fue ahí donde lo encontró en el piso llorando al sentirse inseguro de sus capacidades. Se acercó a su cuerpo y lo rodeo en sus calidos brazos, deteniendo su llanto

— Hey, esperaste mucho por esto no puedes echarte para atrás, ¿recuerdas? Min, se que esto es difícil pero me tienes a mi para halientarte las veces que sean necesarias, así que por favor no llores sin mi.

Seungmin se aferro a él como un pequeño cachorro, en busca de protección. Permaneció unos minutos en los brazos de Yang hasta que por fin pudo tranquilizarse para después ponerse de pie. El pelinegro había logrado darle la motivación necesaria para que seungmin tuviera el valor de asistir al lugar en donde lo habían citado. Así que sin más preámbulo, limpio sus lágrimas y acto seguido acomodo aquel traje negro que se ajustaba a su silueta, se veía más que perfecto y todos podían notarlo.

— Gracias, Innie, sin ti no lo hubiera logrado— dijo abrazando el cuerpo del menor.

— No lo agradezcas, si algo pasa aquí estaré — respondió dedicándole una tierna sonrisa.

Y ahí se encontraba Kim Seungmin, frente a las puertas de ese gran edificio en donde ahora sería un empleado más,  estaba decidido a abrir aquellas enormes puertas pero alguien más lo hizo por él. Un pelirrojo muy atractivo yacía frente a sus ojos portando un traje muy elegante, y una colonia que olía jodidamente bien.

— tu debes ser Kim Seungmin, ¿me equivoco?— hablo frente a él.

—Si, así es— respondió a su pregunta haciendo una reverencia.

— Bien, solo me gustaría pedirle más puntualidad la próxima vez o de lo contrario tendremos problemas. Sin más que decirle, pase por favor en unos momentos el señor Bang estará con usted.

— Espere, ¿usted no es el señor Christopher Bang? — lo miro con confusión, podría jurar que él  era aquel hombre que tanto había escuchado hablar y le sorprendía que no fuera así.

— ¿Que? ¿Acaso me veo como si yo fuera un empresario multimillonario?
Pff por favor no gano ni la mitad de lo que gana el señor Bang —río ante aquella pregunta hecha por el castaño.

Aquel pelirrojo guió a Seungming hasta la oficina de Bang, estaba más que nervioso por verle. Temía que no fuera aceptado para dicho trabajo o que cometiera el más mínimo error para ser despedido. Su mente le estaba traicionando de nuevo pero no se pondría a llorar como solía a hacerlo, no estando en las oficinas Bangpher.
Apretó su puño con fuerza, tomó una gran bocada de aire y se preparo mentalmente para lo que sea que esté por venir.

《EXTRA HOURS》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora