- Seungmin, quiero que seas mío. Se mi prostituto- le propuso.
- Esta bien. Acepto- contestó sin pensarlo dos veces.
Esto hizo que Bang sonriera de a oreja a oreja. Pues ahora el cuerpo del pequeño Seungmin le pertenecía por completo.
El castaño sabía, sabía que había sido comprado con el sucio dinero de Bang y honestamente no le importaba en lo absoluto después de todo el saldría ganando. Estaría teniendo el mejor sexo de su vida y a cambio le pagarían por ello. Ser prostituto no sonaba tan mal según él.
....
Los días transcurrían. Y Yang terminó yéndose de aquel pequeño departamento sin que el castaño supiera con quien se había ido. Sospechaba que era aquel chico con el que estaba saliendo y no se equivocaba pero aún no sabía cuál era su identidad.
- Aún no me piensas contar sobre lo sucedido con el joven Kim, ¿cierto?- rompió en silencio que había en aquella habitación.
- Hyun, no es algo que debas saber- contesto el menor a su pregunta.
Después de ello. Yang no hablo más y se recostó sobre aquella enorme cama a lado del pelirrojo dándole la espalda.
El mayor se sentía mal al verlo de tal forma y lo peor es que no podía hacer mucho por el más que mantenerlo bajo su propio techo por un tiempo hasta que se tranquilicen las cosas un poco. Una vez que el menor se quedo profundamente dormido el pelirrojo se acercó a su pequeño cuerpo y después planto un tierno beso en su frente.
...
Por otra parte Seungmin y Bang seguían activos en el sexo. Bang le pagaba muy bien al menor por tan solo entregarle su cuerpo y hacer lo que este quisiese. Después de todo ambos salían ganando. Pero honestamente aquello solo le ayudaba a no sentirse tan solo, pues una vez que llegaba a casa ya no había alguien que esperara por él.
Bang lo hacía sentir deseado pero solo eso, pues no le mostraba ni una pizca de afecto en todos estos meses que mantenían relaciones sexuales se sentia solo. Y fue así como poco a poco se volvió cercano a Minho.
...
- Kim, buenos días- saludo aquel chico como siempre lo hacía.
- Buenos días Minho- correspondió aquel saludo.
- ¿Tienes algo planeado para esta noche? Estaba pensando en que sería buena idea salir a un antro, seguro la pasaremos bien- le propuso.
- ¿Salir a un antro? Lee, me embriago con mucha facilidad, no creo que sea buena idea- respondió.
- ¿Que dices? No habrá problema si yo estoy ahí, cuidare de ti para que no cometas una estupidez- se burlo.
Después de varios minutos de tanto insistirle al castaño, Seungmin acepto y quedaron en verse después de la jornada de trabajo. No sin antes ir a casa para prepararse. Las horas transcurrieon más rápido de lo esperado la hora de salida ya estaba cerca, el menor fue guardando sus pertenencias y una vez completado esto se dirigió a la oficina de Bang para informarle que esta noche sería imposible tener un encuentro sexual como frecuentemente lo hacían. Una vez que estuvo frente a la puerta dio dos golpecitos en esta al otro lado se escucho una grave voz dándole el permiso para entrar.
- Mi señor, solo venia a avisarle que esta noche no podre estar con usted, me ha salido un inconveniente
- ¿Que clase de inconveniente?- cuestionó aquel rubio sin quitarle la mirada de encima.
El menor permanecio en silencio se tomo varios minutos para asi poder concretar una respuesta.
- Me gustaría salir a beber con un amigo. Mi señor, se trata de Lee Minho, espero no le moleste.
ESTÁS LEYENDO
《EXTRA HOURS》
RomanceChristopher Bang le pagaba horas extra a su secretario Kim seungmin, por tenerlo en su cama gimiendo bajo las almohadas y de vez en cuando en su propia oficina.