Capitulo VI: Confesar

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Una semana antes de la pelea.

"Lo siento minnie, hoy no voy a llegar a casa, esta noche estaré con alguien más. No te preocupes por mi, estaré bien. En el refrigerador te deje preparado la cena para que no duermas con el estómago vacío. Espero hayas tenido un buen día hoy. Besos!"

Dejo una nota con esas palabras escritas y acto seguido salió del departamento. Tenía una cita con un chico.

Después de varias copas. Yang terminó en su cama. Los húmedos besos que este dejaba sobre el cuerpo del pelinegro eran la gloria para el menor pues era su primera vez. La primera vez que un hombre lo tocaba.

Espera.. - susurro en el oído del contrario. Este ya se encontraba encima del pelinegro marcando lo que supuestamente era suyo.

- ¿Que pasa?- respondió sin dejar de bersarlo.

-Es mi primera vez, no se hacer esto - Volvió a decir.

El contrario solo rió. Aquellas palabras le habían parecido muy tiernas. Y siendo el caso de que Yang nunca había estado con alguien seria considerado con él y lo haría de una forma que no doliera además se sentía afortunado, pues le quitaría la virginidad al chico de quien esta enamorado desde hace un par de años.

- Esta bien, no te preocupes por ello. Déjame todo el trabajo a mi. Tu única regla será que disfrutes de este momento - dijo susurrando nuevamente.

Dicho esto aquel chico fue desnudando a Jeongin poco a poco, acariciando con las llamas de sus dedos el cuerpo desnudo del menor. Adoraba ver como su piel se erizaba al sentir su tacto. Los jadeos que este soltaba era lo más dulce que había escuchado hace mucho tiempo. Y es que había estado esperando por esto hasta que el menor se sintiera preparado oara hacerlo.

- Se me ocurre una buena idea, posiblemente te guste o te asuste- dijo separándose un poco del cuerpo del menor y acto seguido tomó una venda de color negro que tenía sobre su escritorio.

Yang estaba confundido y mentiría al decir que no le asustaba que aquel Chico le privara del sentido de la vista. Temía a cualquier circunstancia en estos momentos. Se sentía tan indefenso.

- Espera, déjame verte. Quiero verte-
Dijo asustado buscando el tacto de su cuerpo con desesperación.

Tan pronto las manos de ambos se encontraron rápidamente, dándole tranquilidad a Jeongin, cuando este tomaba su mano sabia que todo estaría bien

Después de que este se logrará tranquilizarse, continuaron aquellos besos por parte del mayor. Amaba dejar marcas sobre el cuerpo de Yang además su piel era tan suave y cálida al tacto. Tan delicada.

La erección del pelinegro no tardo mucho en aparecer pidiendo a gritos que fuera atendido lo más pronto posible. El contrario tomó un lubricante con sabor a fresa y lo vertió en el delicado cuerpo de Yang para después lamer desesperado aquellas partes donde se encontraba regado dicho caramelo. A consecuencia de ello, Yang se retorcía bajo las sábanas sin parar de gemir. Una vez que este ya se encontraba preparado para ser penetrado se posó frente a él abriendo sus piernas de par en par ahora se encontraba en medio de estas dos listo para entrar en el interior de Jeongin. No sin antes pedirle su consentimiento para hacerlo.

- Solo hazlo, entra ya- Dijo el menor entre gemidos.

Al escuchar las plegarias de su pequeño amante, no dudo ni un segundo y poco a poco fue adentrando su miembro en la entrada de Yang haciendo que este posara sus piernas al rededor del contrario aferrándose a él. Pero sus manos percataron que aún traía aquella camisa puesta y reclamo por ello.

- No es justo, aun tienes ropa mientras tanto yo estoy completamente desnudo - gruñó.

- Vale, vale. Tu ganas- contesto quitándose aquella camisa negra que llevaba puesta para que de esta forma Jeongin pudiera tocar su espalda desnuda.

《EXTRA HOURS》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora