- Solo quiero pedirte una cosa, te prometo que después de esto, no volveré a buscarte tan tarde- tartamudeo.
¿De que se trataba todo esto? ¿Que es lo que quería el pequeño Seungmin?
Bang estaba muy confundido al escuchar aquellas palabras provenientes del castaño- ¿En que puedo servirte Seungmin?- pregunto al menor esperando su respuesta.
Este se quedó callado por unos minutos, y después habló con mucho trabajo, los nervios lo estaban carcomiendo poco a poco.
-En realidad... solo quería abrazarlo. No es la gran cosa mi señor. Pero tengo muchas ganas de hacerlo- soltó sin rodeos.
- Bien, si solo es eso. Ven aqui- dijo extendiendo sus brazos para después tomar a Seungming entre ellos.
Oh Dios, que sensación tan más placentera. Estar rodeado en los brazos de Bang era como estar en el cielo mismo, lo era para el pequeño castaño. No dejó pasar esta oportunidad y una vez que se apego al cuerpo de Bang, hundió su pequeña nariz en el cuello del contrario para que de esta forma pudiera olfatear esa colonia que tanto le gustaba. Quería permanecer por más tiempo de esa manera. Disfrutando el calor que él rubio le brindaba con su cuerpo.
En un momento a otro Seungmin se encontraba dejando pequeños besos húmedos en el cuello de Bang, parece que alguien ya había agarrado la suficiente confianza como para besar dicha zona de su cuerpo, aquellos besos se convirtieron en chupetones visibles en la piel blanca de Christopher, pero por alguna extraña razón quería saber cual sería el próximo movimiento del menor. Quería saber que tan lejos seria capaz de llegar una vez que le permitió que este dejara marcas en su cuerpo. Fue ahí donde inesperadamente sintió unas pequeñas manos dirigirse a su entre pierna y en un movimiento brusco fue capaz de detenerlo.
- ¿Quién te dijo que podías tocarme, ah? ¿Quién te dio el permiso para hacerlo?- habló demandante aquel acto lo había molestado.
El pequeño Seungmin solo permaneció callado, estaba en problemas.
- Yo.. lo siento mucho mi señor- la calentura no me ha estado favoreciendo últimamente- contesto con temor en sus palabras.
- ¿La calentura no te ha estado favoreciendo últimamente, eh?- Una sonrisa apareció en la comisura de sus labios color carmesí.
Bang lo tomo de los muslos y lo cargo y acto seguido lo recargo en su escritorio.
- Abre la boca- le ordenó con un tono realmente escalofriante.
El castaño no obedeció aquellas órdenes que el rubio le había dado. Grave error, Bang lo bofeteo bruscamente para después hablar de nuevo.
- Que abras la puta boca te he dicho-
Habló esta vez más molesto.Seungming. No tuvo más remedio que cumplir lo que le estaba pidiendo. Y así lo hizo, una vez que este lo había hecho, aquel rubio atacó sus delicados labios en un beso desesperado acompañado con jadeos por parte de los dos, el entorno que los rodeaba se volvía cada vez más caliente, en aquella oficina se podían escuchar los besos que Bang le ofrecía al menor. Ya bo solo atacaba sus labios si no también su cuello y mandíbula, mientras este presionaba los muslos de Seungmin, provocando que soltara pequeños gemidos.
《Detente, se repitió el rubio a sí mismo, Detente de una vez. Volvió a decirse》
No quería perder el control, y caer en la lujuria, no con un tipo que apenas acababa de conocer. Para él era humillante, no se permitiría rebajarse a tal punto.
Inesperadamente se alejo del cuerpo que apenas estaba probando, no le iba negar. Le había gustado pero para él era mas importante su imagen y debia mantenerla limpia por mas tiempo.
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《EXTRA HOURS》
RomanceChristopher Bang le pagaba horas extra a su secretario Kim seungmin, por tenerlo en su cama gimiendo bajo las almohadas y de vez en cuando en su propia oficina.