Cayo la noche y el pequeño Seungmin yacía recostado en su cama luego de tomar una pequeña siesta, totalmente necesaria. Miró la pantalla de su celular y al darse cuenta que eran las 9:00 de la noche se acordó que Hyunjin le había dicho que le mandara un mensaje con su dirección para que el pudiera pasar por él mañana en la mañana. Así que rápidamente busco los pantalones que tenía puesto hace unas horas atrás y busco por los bolsillos la tarjeta y aquel papel con en número de ambos chicos. Una vez que tuvo entre sus manos la dichosa hoja de papel, tomó con rapidez su celular y acto seguido agrego aquel número a sus contactos.
— Discúlpame, joven Hyunjin, me quedé dormido y no pude mandarle mi dirección antes— texteo.
En menos de cinco minutos el pelirrojo había contestado su mensaje tardío por parte de Seungmin, cosa que le sorprendió al ver lo rápido que contestó su mensaje. Pensó que tardaría una hora o mucho más pero para su suerte no fue así.
— Recuerdo haberte dicho que me mandaras tu dirección cuando llegaras a casa, no a esta hora tan tarde ¿Qué demonios estabas haciendo Kim Seungmin?— respondió a su mensaje.
¿Que estabas haciendo, Kim Seungmin? Oh nada realmente solo se estaba complaciendo a si mismo pensando en lo maravilloso que seria tener una cogida con Christopher Bang para que este terminase durmiendo después de masturbarse. Apostaría a que Bang era un hombre de talla grande y eso lo calentaba aún más.
— Le prometo que no volverá a pasar Hyunjin— escribió sobre la pantalla de su celular y después de mandar aquel mensaje, dejó dicho aparato sobre la cama.
Yang ya se estaba el departamento, en estos momentos se encontraba en la cocina preparando unos bocadillos hasta que vio al castaño bajar por las escaleras con sus cabellos tan desordenados. Y no dudo ni un segundo en preguntar como le había ido en su primer día en las oficinas de bangpher, el menor quería saber si fue aceptado para aquel puesto tan esperado por parte de ambos
—Min!! Que bueno que despiertas hombre, ¿Como te fue en las oficinas de Christopher? — pregunto con una sonrisa en la comisura de sus labios color fresa.
El castaño al escuchar aquel nombre, sintió como se le revolvía el estómago de nuevo. Una sensación extrañamente placentera. Se sentía como un puto adolescente hormonal pidiendo a gritos que aquel rubio se lo cogiera cuando tuviera la oportunidad, cosa que lo hacía sentir peor, porque apenas lo acababa de conocer
—Oh, sobre eso. Finalmente tengo un trabajo fijo, Innie me aceptaron. A partir de mañana trabajaré para Bang como su secretario en la empresa— le respondió sonriéndome de antemano.
— ¡Que bien, hombre! Sabía que te aceptarían. Estoy muy feliz por ti, lo digo de verdad— El joven Yang grito de emoción tras escuchar tan buena noticia, sin duda Seungmin se lo merecía, merecía eso y mucho más.
La noche transcurrió con mucha normalidad, las risas no faltaron pues ambos amigos bebieron para festejar que el castaño ya tenía un empleo, pero siendo responsables sin quedar inconscientes, dos rondas fueron más que suficientes para después irse a dormir como es costumbre. Y a la mañana siguiente Seungmin se había levantado más temprano para arreglarse lo más que podía, pues debía estar más que presentable. Estaba emocionado, emocionado por ver aquel rubio de nuevo. Quería oler su perfume de nuevo y hundirse en su cuello. Pero el sonido del timbre interrumpió sus pensamientos. Era Hwang llamando a la puerta para irse con él al trabajo tal y como había dicho el día anterior. El castaño se apresuró para abrir la puerta y aquel pelirrojo se encontraba detrás de ella luciendo tan bien como es de esperar de de un hombre como él, pantalones ajustados. Y un saco color vino haciendo juego con estos y aquella linda cabellera rojiza.
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《EXTRA HOURS》
Roman d'amourChristopher Bang le pagaba horas extra a su secretario Kim seungmin, por tenerlo en su cama gimiendo bajo las almohadas y de vez en cuando en su propia oficina.