La noche se esfumo, Bang amaneció en la cama de Seungmin a la mañana siguiente. Seungmin fue el primero en despertarse, encontrándose con el rubio durmiendo a su lado. Su cuerpo se paralizó. ¿Que había pasado la noche anterior?
¿Porque Christopher estaba durmiendo con el en la misma cama?
Había muchas dudas en su cabeza ahora mismo, no sabia que hacer o como reaccionar. Temía a que un mal movimiento despertara al contrario y era lo que menos quería. Así que sin más, solo se escondió bajo las sábanas.
...
- ¿Que crees que haces, niño? Eres tan obvio incluso para hacerte el dormido- una voz ronca resonó por la habitación. Era Christopher quien ya estaba despierto.
El menor permanecio bajo las sábanas sin saber que hacer, sus mejillas se encontraban ruborizadas. Y sentía que en cualquier momento su corazón se saldría de su pecho.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por aquel rubio quien le quito las sábanas de encima, su mirada se encontraba sobre Seungmin en ese instante.-¿Por qué carajos no me volteas ver cuando te hablo?- cuestionó el mayor sin quitar su mirada de encima.
Por el tono de voz con el que Christopher se dirigió a Seungmin, se podría deducir que estaba molesto, no lo suficiente como para desquitarse con el menor como usualmente hacía, la manera en la que Seungmin evitaba mirarlo, no ayudaba a la incomoda situación. algo que Bang detestaba, era que no lo miracen a los ojos cuando les dirigía la palabra. Pero aún así, mantuvo la cordura, y volvió a hablarle por tercera vez.
- ¿Es que acaso no me oyes? Mírame cuando te hablo Seungmin- demando sin suavizar el tono de su voz, acto seguido tomó del mentón al menor obligandolo a entablar el contacto visual que tanto buscaba.
Recibió un quejido por parte del castaño como respuesta, estaba nervioso, y su cabeza daba muchas vueltas. Quería saber cual era el motivo de que su gefe estuviera en su cama. No quería tener problemas con él. Pero ya los había causado y Bang lo sabía perfectamente.
- ¿Lo ves? No te costaba nada mirarme a los ojos cuando te habló, sabes perfectamente que no me gustan los chicos rebeldes- dijo nuevamente sin soltar su agarre.
- Mi señor...¿Que esta haciendo aquí.. en mi departamento?- habló temeroso de su respuesta.
- ¿Que pregunta es esa?- cuestionó mirándolo fijamente- ¿Es que acaso no recuerdas lo que pasó ayer? ¿No recuerdas el pequeño desastre que hiciste ayer?.
- ¿Que? ¿De que me esta hablando mi señor? Temo de que no recuerdo nada de lo que pasó anoche y de cómo terminó aquí conmigo- respondió de nuevo, su voz temblaba impidiéndole hablar con normalidad.
- Ayer por la noche saliste a beber con Minho, te pasaste de copas y le confeste que te acostabas conmigo, yo te lleve a casa, imbecil - habló disgustado.
Tras escuchar aquella respuesta Seungmin se congelo, cometió un error y uno muy grande, si la empresa donde trabajaba junto a bang se enterara de el secreto que ambos ocultaban, estarían acabados, y quien más afectado estaría no sería él, pues solo era un empleado más del montón, era Christopher, el dueño de su empresa. Su reputación estaría por los suelos.
- Mi señor..yo..lo siento tanto, de verdad lo siento, no debí abrir mi estúpida boca, yo.. no tengo derecho..yo- tartamudeo una y otra vez. Sollozando frente a bang. Suplicando perdón por haberlo metido en problemas.
Pero sus disculpas fueron interrumpidas cuando sintió aquellos labios ajenos sobre los suyos, aquel agarre brusco proveniente de Christopher se convirtió en una gentil caricia sobre la la mejilla del menor. Seungmin no entendía nada, hace un momento aquel hombre se encontraba sumamente molesto con él, hablándole con firmeza. Pero justo en el momento en donde su llanto se hizo presente, fue callado con un beso. ¿Por qué? ¿Qué estaba pasando? Fue una de las tantas preguntas que Seungmin se cuestionó en su cabeza. Pero de repente su mente se puso en blanco una vez que sintió el tacto de Christopher sobre su piel.
ESTÁS LEYENDO
《EXTRA HOURS》
RomanceChristopher Bang le pagaba horas extra a su secretario Kim seungmin, por tenerlo en su cama gimiendo bajo las almohadas y de vez en cuando en su propia oficina.