Capítulo Cuatro

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Me desperté a la mañana siguiente con mi teléfono sonando.

-Hola -dije y Yoongi rió en el otro lado.

-Jungkook, ¿Cómo te fue en esa llamada telefónica? -me senté y bajé las piernas en el suelo. Hacía frío bajo mis dedos de los pies, así que sabía que estaba en el lado derecho de la cama, ya que no tenía una alfombra allí, había una alfombra en la izquierda.

-Lo llamé, él vino y vimos Grease. Solo me tropezó una vez -le expliqué.

-Oh, vaya. Eso es mejor que cualquier otra cita que has tenido - bostecé en el teléfono.

-Lo siento, sí, lo es.

- ¿Qué vas a hacer hoy?

-Dormir, pero interrumpiste eso, ¿por qué?

-Estoy donde mi hermano, como sabes, quería saber si podía conseguirte otra cita -suspiré.

-No, estoy bien por ahora -Yoongi volvió a reírse.

-Ok, adiós, Jungkook.

-Adiós, Yoongi.

Me levanté después de eso y caminé arrastrando los pies alrededor de mi casa.

-¡Sally! -la llamé agitando mi mano. La oí y me di vuelta hacia el sonido, entonces me golpeé la frente con la pared cuando di un paso adelante-. ¡Auch! -me froté la frente con una mano mientras sentí alrededor de la correa de Sally. Me enganché en ella y me dirigí a mi trabajo. Me ayudó a llegar a la única biblioteca en braille en la ciudad.

-¡Jungkook! -saludó Hoseok deslizando su mano en la mía y tirándome en un abrazo. Su esposa, Hoyeon, y él, habían abierto esta biblioteca después de que su hija había nacido ciega. Su nombre es Sun. Amaban tanto a Sun que se dedicaron a abrir esta biblioteca para ciegos como ella. Enseño clases de braille aquí. Las personas que estaban recién ciegos o nunca habían sido capaces de aprender a leer braille venían a mí y me gustaba enseñarles a leer con sus dedos. A veces, personas que pueden ver vienen solo a aprender como sentir con sus dedos a través de los libros. Hoyeon corría, podía oír sus pasos, y a su hija seguirla de cerca.

-Papá, ¿Quién está aquí? -ella preguntó y se rió-. ¡Jungkook! - sentí sus dedos meñiques en mis rodillas primero y luego la sentí a ella. La recogí elevándola del suelo.

-Oh Sun, estás muy bonita hoy.

-¡Pero si no puedes verme, Jungkook!

-Tu tampoco puedes verme, pero sé que eres hermosa, cariño -ella se rió y Hoyeon suspiró.

-Tu clase te está esperando, Jungkook -ella me dijo mientras bajaba a Sun de mis piernas.

-Voy para allá ahora mismo -dije haciendo mi camino a través de los estantes y hacia abajo para ir al aula.

-¡Hola, Señor Jeon! -dijo un niño, Soobin creo.

-Hola clase, ¿ya todos tienen sus libros? Den un golpe en su mesa si es así -escuché un estruendoso aplauso. Mi primera clase de la mañana del sábado son niños. El sistema de escuelas al que ellos iban no ofrecía lo que yo hago aquí.

-¿Por dónde nos quedamos en el libro? -pregunté y el silencio dijo más de lo que esperaba-. Espero que ninguno de ustedes esté tratando de asentir con la cabeza hacia mí, porque todos saben que no puedo verlos -ellos se rieron.

-¡Yo llegué al capítulo cuatro! -dijo Dahyun

-Bueno, ¿estamos todos bien con eso? -pregunté y oí varios síes.

-Vamos a leer juntos entonces -abrí el libro y empecé desde la parte superior-. Había una vez un niño llamado Jack -empecé y así continué.

-

Para el final del día estoy agotado. Los niños son difíciles de soportar a veces. Cuando Hoseok me invitó a tomar una taza de té estaba muy contento de decir que sí. Sun se sentó en mi regazo y sus padres estaban frente a mí.

-Así que, estamos recibiendo algunos nuevos libros en una semana -Hoyeon comentó-. Son más para el grupo de Sun -ella se rió en mi regazo y sonreí.

-¿Estás emocionada, Sun?

-¡Sí, no puedo esperar para poder leerlos todos por mí misma!

-Eso será pronto -prometí y oí que Hoseok se movió en su asiento.

-Oí que tienes un nuevo amigo -dijo y jadeé en tono de molestia.

-¿Has estado hablando con Yoongi? ¿Verdad? -oí a Hoyeon ahogando una risa-. Sí, tengo un amigo. Su nombre es Jimin y él puede ver -Hoyeon soltó un sonido de sorpresa.

-¡Puede ver y le gustas! -asentí-. Esto es tan emocionante, Jungkook -asentí de nuevo.

-Solo me tropezó una vez -oí jadear Sun en ese momento.

-¡Así es como me encontré con mi mejor amiga! Ella sólo me tropezó dos veces, la primera vez que jugué con ella y ella me advirtió antes de tropezar con la caja de arena -sonreí y pasé los dedos sobre su mano. Ella era tan pequeña y linda. Me recordaba a mí mismo cuando era más joven.

Las semejanzas estaban allí, ella había nacido ciega y sus padres hicieron todo lo posible para ella, al igual que mis padres. Mi mamá buscó a alguien que me enseñe a leer braille. Se aseguró de que recibiera educación y se aseguró de que iba a ser capaz de vivir en un mundo que no estaba hecho para mí. Ella lo hizo lo que pudo para ayudarme. Aprecio mucho a mis padres y sé que Sun lo hará algún día también.

-Espero que sea el indicado. Suena como si pudiera ser -dijo Hoseok.

-Yo también lo espero. Me estoy haciendo viejo -Hoyeon rió.

-No digas que eres viejo, Jungkook, solo tienes veinte. Eres muy joven -Sun se rió y se deslizó de mis piernas para ir a jugar.

-¿Ella está bien? -le pregunté

-Sí, ella está jugando ahora mismo -explicó Hoyeon.

-Probablemente debería irme -dije poniéndome de pie.

-¡Nos vemos el lunes, Jungkook!

-¡Nos vemos!

Mientras caminaba hacia mi casa mi teléfono empezó a sonar. Contesté rápidamente.

-Hola.

-Hey, Jungkook -era Jimin-. Quería llamar y preguntar, si querías salir mañana -dejé de caminar y Sally me llevó a un lado de la acera.

-Me encantaría -dije-. Podemos ir a ese restaurante cerca de mi apartamento. Es agradable y la comida es fantástica -le oí reír. Me encanta su risa.

-Eso suena muy bien -me dijo.

-¿Qué dijo? -oí decir a Taehyung en el fondo.

-Nos vemos allí a las 6:00 p.m., mañana.

-¡Él dijo que sí! -gritó, yo reí.

-Está bien, nos vemos mañana, Jiminie -suspiró.

-Sí, no puedo esperar -escuché la risa de Taehyung en el fondo cuando colgué.

-¿Lo escuchaste, Sally? Tengo una cita -le dije a mi perra en algún lugar frente a mí cuando empecé a caminar hacia la casa una vez más con una sonrisa gigante en mi rostro.

Te sientes como en casa ; kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora