Te sientes como en casa ; kookmin

Capítulo Diez

En realidad, no tuvimos que preocuparnos de hacerlo, porque aunque se suponía que su celo llegaría en dos semanas, apareció unos tres días después. Estaba haciendo su desayuno, lentamente y con cuidado, cuando lo escuché. Él estaba gritando mi nombre.

-¡Jungkook! -gritó. Tropecé y casi me caigo dos veces mientras corría por la casa. Sally ladró.

-Shh, Sally. Debo correr -le dije y se fue. Cuando encontré el picaporte y abrí tomé una respiración profunda.

-Jimin -dije y él lloró.

-Kookie, es pronto, lo siento -gimió, crucé la habitación para subir encima de él.

-Está bien, voy a hacerte sentir mejor -él gimió cuando sintió nuestros cuerpos juntos.

-Por favor, estoy caliente, por favor -él murmuró y me senté para que pudiera quitarse el pijama y yo me quité el mío. Jadeó -Kookie, eres tan lindo -susurró bajando sus manos por mi pecho y sonrió.

-No lo creo -dije inclinándome para darle un beso y él rió.

-Cuello -pidió e hice lo que él quiso. Sentí sus piernas alrededor de mi cintura y sus dedos en mi cabello. La besé en su quijada y él gimió.

-Haz algo, por favor -él rogó y deslicé una mano entre nosotros accidentalmente cepillando su polla.

-Oops -murmuré pero él sólo suspiraba. Finalmente encontré lo que buscaba y él arqueó su espalda cuando empujé dos dedos.

-Jungkook -él suspiró besándome y rocé su próstata lo que fue sorprendentemente fácil de encontrar.

-Necesito -gimió.

-¿Qué bebé? -dije besando su mejilla.

-Te necesito.

-¿Me necesitas? ¿Para qué? -pregunté y seguí moviendo mis dedos.

-¡Te necesito! -él gimió y entendí en ese momento.

-¿Me necesitas? -me burlé-. ¿Mi polla? ¿O tal vez otro dedo? Oh, ya sé, ¿quieres mi lengua? -lo supe cuando sentí sus manos empujando mi cabeza hacia abajo.

-Oh, ¿así que la respuesta es la lengua? -él gemía y se retorcía. Coloqué mi mano en su muslo, extendiendo sus piernas más abiertas.

-Jungkook, Jungkook -él murmuró. Besé sus muslos y donde estaban mis dedos. Lamí alrededor de su entrada y él solo gemía-. Kookie - parecía que eso era todo lo que podía decir-. Y-Yo, yo - se interrumpió con un gemido y lo entendí.

-Está bien, vamos -es la segunda vez que escucho el sonido hermoso que Jimin hace cuando tiene un orgasmo y su voz se entrecorta. Su agujero se contrajo alrededor de mis dedos y se tensó ante mi lengua. Él tarareó contento mientras yo gateaba para estar sobre él de nuevo.

-¿Estás listo? -pregunté y él tarareó su aprobación cuando presioné la cabeza de mi miembro en su entrada sensible.

-Sí -gimió y me agaché para entrar un poco más en él. Sentí mi respiración entrecortarse al estar dentro suyo.

-Oh, mi dios, Jimin -gemí. Él se quejó en voz baja, como si estuviera tratando de contenerlo. -No te contengas -dije mientras comencé a moverme. Ser ciego había agudizado otros sentidos en mí. Escuché cada gemido. Sentí cada movimiento de sus manos y rodillas. Sus uñas cortas y pequeñas raspar en la piel de mis bíceps y mi espalda. Enterré mi cara en su cuello y él gimió en mi oído.

-Oh dios, Jungkook, eres increíble. Oh, te amo -casi pude entender lo que estaba diciendo. Solo seguí follándolo. Sentí mi nudo empezar a expandirse y él también porque un gemido fuerte salió de sus labios.

-¿Adentro o fuera? -le pregunté y él sollozó ante la sola mención de fuera.

-Por favor. Por favor adentro -murmuró y obedecí. Sentí que mi nudo se expandía y empujé rápidamente encerrándome dentro de él mientras nos uníamos.

-Jimin -gemí y él rompió a sollozar un gemido que parecía ser mi nombre. Mientras jadeábamos juntos, lentamente se volvió más en sí mismo.

-Jungkook, ¿puedes ponerme sobre ti? - asentí y lo presioné con cuidado contra mi pecho. Lentamente me senté y me moví hasta que ambos estuvimos cómodos. Suspiró apoyándose en mi hombro-. Fue maravilloso.

-Eres mejor de lo que hubiera soñado. Eres tan sensible y ruidoso. Me encanta -rió cuando besé su rostro.-Lo que dijiste antes, ¿lo dijiste en serio? -pregunté. Apretó su cara en mi cuello, besando suavemente en la piel que cubre mi clavícula.

-¿Qué eres increíble?

-Que me amas -sonrió contra mi cuello.

-Por supuesto que lo dije en serio. No puedo retener cosas durante mi celo -acaricié su cabello.

-Yo también te amo, Jimin. Te amo tanto.