Mike estaba en su trabajo, quisiera decir que era un día común pero no, estaba más distraído que nunca, no podía concentrarse en nada, sus compañeros Brad y Rob lo notaban querían preguntar qué le pasaba, tal vez estaba así por alguna mujer o por alguna compañera del trabajo… ahh si supieran la verdad.

— ¿Qué pasa Mike? Cuéntanos – dijo Rob tomando su café cerca de donde Mike trabajaba. Este levanto la mirada encontrándose con sus amigos.

— Dinos ya, es por una mujer verdad? – dijo Brad sonriendo, Mike suspiro y no los miro.

— Si se los digo me creerán un loco, o un enfermo quizás – dijo Mike cubriéndose la cara, sus amigos se miraron entre ellos confundidos.

— Es menor acaso? Porque Brad sale con una de 30 – dijo Rob y recibió un empujón de su amigo, Mike suspiro pero no los miro.

— El tiene 20 años – confesó, solo se escuchó el ruido de las computadoras del lugar. Brad y Rob estaban en completo shock.

— Dijiste 20?! – Dijo Brad.

— Dijiste él?? – Dijo Rob. 

— Es amigo de Otis, se llama Chester y dios! Es tan… dios!... Y no sé si en realidad estoy loco o ese mismo día que lo conocí se me insinuó 

—... Creo que lo dice enserio – susurró el pelo chino al más alto.— Te parecerá raro lo que diré pero, ¿sabes cuántos jóvenes hay con parejas mucho más mayores que ellos? Él tiene 20 es consciente de lo que hace, y si solo quiere acostarse contigo y ya? 

 — Brad!! – dijo Rob sorprendido.

— Que? Puede ser – dijo el pelo chino levantando los hombros.— Si él quiere lo mismo que vos hazlo y ya o prepárate para ir a la cárcel

Rob se palmeó el rostro y Mike miró asustado a su amigo quien empezó a reír por la cara de Mike.

En el instituto…

Otis y Chester estaban en el patio del instituto mirando correr a los demás chicos y a otros hablando entre ellos, el rubio estaba ocupado mirando su celular que no escuchaba a su amigo.

— ¡Te estoy hablando! – dijo dándole un pequeño golpe en la frente.

— ¡Auch!... ¿Qué pasa? – preguntó mirando al pequeño japonés.

— No respondiste del todo mi pregunta en el auto, a quien quieres impresionar? ¿A Talinda? ¿A Anna? ¿A ese chico del otro año que te mira mucho? 

— Era una broma, no quiero impresionar a nadie – dijo mintiendo el rubio. Era obvio a quien quería impresionar pero también era obvio que no se lo diría a su amigo. Cómo le decís a tu amigo que estás atraído por su padre?? 

— No sé porque siento que me estás mintiendo – dijo sospechando pero luego levantó los hombros.— Pero bueno, siempre me contas quien te llama la atención

Chester apartó la mirada y siguió mirando su celular, no solo le habían llamado la atención sintió que fue flechado por aquel hombre japonés solo se preguntaba ¿El sentirá lo mismo?

Llegó la hora de irse por fin, Mike pasó está vez por ambos chicos y los espero afuera, vio cuando las puertas del instituto fueron abiertas y todos los chicos salieron, al final de la fila venían Otis y Chester se estaban riendo Mike quedó atrapado por la sonrisa del tatuado pero logró reaccionar.

— ¿Listos? – pregunto una vez que ambos chicos subieron.

— ¡Si listos! – respondieron ambos, Mike encendió el auto listo para salir.

— ¡Mi carpeta! – grito Otis haciendo que Mike se detenga.— La olvidé en el salón! ¡Ya vuelvo! – grito el pequeño japonés saliendo del auto dejando solos a Mike y Chester.

Mike se quedó quieto en su lugar, no quería voltear para atrás o perdería la cabeza, una mano en su hombro hizo que saliera de sus pensamientos.

— ¿Te gusta cómo vine vestido hoy? – preguntó inocentemente el rubio con una sonrisa.

— ¿Lo haces a propósito? – preguntó ahora el japonés, Chester río suavemente.

— Tal vez, le dije a Otis que era broma lo de querer impresionar a alguien… pero obviamente mentí

— ¿Qué querés conmigo? – preguntó ahora sí volteando a verlo, no había notado que Chester se había acercado mucho a él.

— Desde que te ví lo quiero todo Mike – dijo mientras se acercaba más.— Quiero TODO contigo 

— Pero tienes 20 años y yo 40… no se puede

— Si se puede, yo quiero estar contigo – tomó a Mike de las mejillas y este lo detuvo.

— ¿Qué haces? Otis puede venir!

— ¿Quién crees que escondió su carpeta? – dijo riendo, no soporto más tiempo y junto sus labios con los de Mike. Ambos sintieron que estaban en el cielo, Chester cumplió su sueño aunque no lo que más quería hacer en realidad con Mike, y este sintió la suavidad de esos labios que tanto quería probar y la verdad… quería más que eso. 

Se separaron después de un rato y se quedaron mirando a los ojos sin saber que decirse, el momento fue interrumpido cuando escucharon a alguien corriendo.

— ¡Lo encontré! – voltearon, era Otis que venía corriendo y se subió al auto.— Me tarde mucho?

— Nah, fue rápido, la próxima tardate más – respondió Chester sonriendo. 

— Ja ja que gracioso – respondió su amigo sarcásticamente, Mike solo sonrió y empezó a conducir.

Llegando la tarde padre e hijo disfrutaban su merienda, estaban tranquilos en sus cosas, Mike con su laptop y Otis con su teléfono mirando videos y hablando con su amigo aunque también notó algo, desde que llegaron a su casa después de dejar a Chester Mike no había dejado de sonreír también había notado una sonrisa en la cara de su amigo pero no le dió importancia a él ya que siempre sonreía.

— ¿Me estás ocultando algo? – pregunto mirando directamente a su padre haciendo que esté se ahogará un poco con el té.

— Disculpa? – dijo una vez calmado.

— No dejaste de sonreír desde que llegamos, es por algo en especial?

— Amm, no… es mi sonrisa normal, o quieres un padre más serio y aguafiestas?

— No gracias, prefiero que sigas así cómo estás – respondió el pequeño japonés y ambos rieron.— Por cierto quería preguntarte… ¿puede Chester quedarse a dormir el viernes? 

Otra vez casi se ahoga con el té, esa pregunta lo había puesto algo nervioso, lo que pasó hoy con Chester no sé lo iba a borrar nadie pero ¿Qué pasaría si se queda a dormir? Con lo poco que llegó a conocerlo se dió cuenta que Chester es muy cómo decirlo… atrevido?... No le importo insinuarsele en la cocina, no le importo preguntarle cómo se veía ese día y menos el hecho de que Otis podía aparecer en cualquier momento y aprovechó su ausencia para besarlo. Pero… qué podría salir mal? No estaba pensando con claridad…

— Claro que sí – respondió mirando su laptop, Otis se levantó y abrazó a su padre luego salió corriendo a su cuarto para mandarle un mensaje a su amigo diciendo que su padre aceptó la idea. Mike cuando vio que su hijo se fue volvió a sonreír 

¿Algo pasaría en esa visita?

MayorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora