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Contenido explícito (+18)


Había pasado ya un mes y medio, Mina sabía que le debía una conversación importante a la menor. La chica se había quedado a su lado sin exigir nada a cambio, no habían tocado el tema de lo que pasó entre ellas, ni por si acaso. Mina no tenía cabeza para ello y Chaeyoung lo entendía, no quería presionarla. A su tiempo, las cosas se darían con naturalidad. Pero esa noche, en que ambas estaban acostadas en la cama de Mina, pues había invitado a Chae a quedarse, la rubia decidió que quería hablar de ello. Ya tenía claro lo que quería, debía vivir su vida al máximo y hacer las cosas que le dieran felicidad. No tenía ninguna duda que Chaeyoung era su pilar de apoyo y la causante de la mayoría de sus momentos felices, ya no le importaba lo que pensaran los demás, los posibles prejuicios, la opinión de otros con respecto a SU vida. Además sus padres nunca se opusieron a la presencia de la coreana y era evidente que lo de ellas era más especial que una simple amistad, Kai probablemente tenía razón con que sus padres solo buscaban la felicidad de sus hijos y no verían una posible relación con Chae como un problema.

Mina estaba acurrucada en el pecho de Chaeyoung, mientras la menor acariciaba su cabeza con cariño, como solían hacer cada vez que se acostaban a dormir o solo a descansar mientras hablaban. Mina levantó la cabeza para quedar con su nariz en el cuello de la mas baja, aspiró el aroma de la chica y sonrió por la fragancia familiar que emanaba, tan dulce. Depositó un suave beso en el cuello de la chica, quien se sorprendió por la acción. 

—¿Qué pasa? —preguntó, mirando hacia abajo.

Mina miró fijamente los labios carnosos de Chaeyoung, hace mucho tiempo que no los probaba y mentiría si dijera que no había sentido el deseo de hacerlo durante todo ese tiempo, pero esta vez la diferencia era que ya tenía claridad absoluta respecto a sus pensamientos y de como quería abordar la situación entre ellas.

—Nada —contestó en un susurro.

Chae besó su frente con cariño.

—¿No puedes dormir? —su voz bajita era ligeramente ronca.

Mina negó con la cabeza.

—Hay algo que quiero hacer hace mucho tiempo —respondió, acariciando la mejilla de la menor.

Comenzó a acercarse lentamente a su cara.

—Mina... —Chae supo de inmediato cuáles eran las intenciones de la mayor al ver sus ojos que no se despegaban de su boca— ¿Estás... segura?

Asintió con la cabeza.

—N-no tienes que forzarte si no quieres, yo puedo seguir esperando, y no es que lo esté esperando, quiero decir... n-no me apartaré de tu lado, incluso si no pasa nada entre noso...

Fue interrumpida por los labios de la mayor, que la calló con un beso, un beso que ambas ansiaban pero que no habían admitido por mutuo respeto. Chae no había querido hacerlo pues pensaba que Mina aun necesitaba tiempo para pensarlo y Mina porque quería estar completamente segura de que sería capaz de entregarle a la otra el amor que merecía.

—Quiero esto más que nada —dijo Mina al separarse.

—¿Segura? —volvió a preguntar, con el ceño ligeramente fruncido.

Mina volvió a darle un rápido beso como respuesta.

—Yo... —no sabía cómo responder.

—¿Tú quieres? —preguntó, mientras se separaba y ponía de rodillas, mirando a la menor con atención.

—¿Cómo no voy a querer? —Chae se sentó rápidamente, para quedar sus caras frente a frente.

—¿Entonces puedo? —una sonrisita se formó en sus labios, aun sin escuchar la respuesta, podía ver en su expresión lo emocionada que estaba la otra.

Shopper (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora