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Contenido explícito (+18)


La mayor tomó la mano de la otra y la guio hacia el fondo de la pequeña bodega, donde había una mesa. Sobre la mesa había un par de cajas llenas de cintas adhesivas y otros materiales, que Mina tomó y dejó en el piso tranquilamente.

—¿Qué haces? —preguntó Chae confundida, mientras la miraba de pie sin saber qué hacer.

Mina la volvió a agarrar de las manos y la hizo colocarse justo frente a la mesa.

—Confía en tu jefa —dijo, desatando el delantal de la más baja para quitarlo con cuidado.

La japonesa apoyó una de sus manos en la mejilla de su novia y con la otra agarró su cintura, para luego acercar sus bocas y volver a besarla. El beso no tardó en ponerse más intenso y cuando sus lenguas comenzaron a rozarse, Mina levantó a Chaeyoung de los muslos y la sentó en la mesa detrás de ella. Quitó el gorro de la chica con una de sus manos, mientras la otra se metía por debajo de la camiseta de la menor y comenzaba a acariciar su piel.

—Suelta tu cabello por favor, amor —pidió la menor mientras acariciaba el sedoso cabello de Mina, atado en una coleta alta.

La mayor hizo caso y desató su cabello, dejando que el olor a su champú inundara las fosas nasales de Chaeyoung. Apenas terminó la acción, volvió a apoderarse de los labios de la menor. Los dedos de Chae se enredaron en el cabello de la pelinegra, impidiendo, sin necesidad, que aquel beso acabara. Mina mordió el labio de la chica, provocando un pequeño jadeo de su parte. Sus manos subieron hasta los pechos de su novia y los masajeó con dedicación. Sus respiraciones se estaban acelerando y volviendo pesadas. Se separaron solo para que Mina pudiera quitar la camiseta y el sujetador de la coreana, dejando sus pequeños pechos expuestos, los cuales Mina no dudó en atacar. Su boca devoró con ansias uno de los pezones de Chae, succionó y dio pequeñas mordidas, causando que la menor soltara algunos gemidos que se iban haciendo cada vez más ruidosos.

—Son, baja la voz —ordenó Mina sin dejar su labor.

—Lo siento —tragó saliva y cerró los ojos para concentrarse en contener los sonidos que amenazaban con salir de su boca, difícil pues Mina con sus manos se encargaba de acariciar toda su piel descubierta y cada toque de su novia era como una pequeña descarga eléctrica.

Chaeyoung también quería ver el cuerpo de Mina, así que llevó sus manos a los botones de la camisa de la mayor, pero enseguida fue detenida por la mano de la ex rubia.

—¿Qué haces? —preguntó algo molesta.

—Quítatela también —la miró suplicante.

Mina la miró seriamente durante unos segundos.

—No.

—¿Por qué no? —preguntó con un puchero.

Mina apretó los labios, conteniendo una sonrisa.

—Porque soy la jefa y digo que no.

Chaeyoung rio.

—Te encanta este juego de la jefa y la empleada, ¿no? —preguntó riendo.

—No es un juego —le mostró su credencial—. Soy tu jefa de verdad, Son.

Chaeyoung volvió a reír.

—Hablo en serio —dijo Mina, quitando sus manos del cuerpo de la otra chica y con el tono más serio que jamás Chae le había escuchado hablar.

—L-lo siento, jefa —agachó la cabeza, más que nada para ocultar su sonrojo.

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⏰ Última actualización: Mar 22 ⏰

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