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Maratón dedicado a lizzie_2seok y Min_x93 por su apoyo y propinas.

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El viaje hacia el reino atlántico no fue problemático, casi todos permanecían en silencio, a excepción de HoSeok y TaeHyung que estaban pensando cómo abordar al rey para evitar que el reino antártico rompiera su acuerdo de paz. Tenían una idea que incluía el matrimonio de JungKook, pero no con JiMin, ya que como recién había descubierto, estaba enlazado al híbrido de tiburón blanco.

JungKook iba en el frente, junto a los caballeros, no queriendo presenciar las acciones de su prometido con otro que no fuese él. Llevaba muchos años esperando este momento, en el que pudiera casarse con JiMin y le daba rabia reconocer que toda vida estaba perdida. Se encontraba más que decepcionado, es como si lo hubiese traicionado al encontrar su destinado. Cualquier acuerdo que el rey le ofreciera, jamás se comparara a lo que perdió.

Por otra parte, YoonGi estaba asombrado con todas las cosas que veía en el camino y JiMin se encargaba de decirle que eran, como se llamaban, y hacía que las repitiera para extender su vocabulario. Sin embargo, era algo que solo sucedía cuando el híbrido de tiburón blanco señalaba las cosas y no todo el tiempo, ya que el tritón estaba muy preocupado por lo que su padre pudiese decir sobre su relación.

Cuando llegaron al castillo, todos miraban a YoonGi con asombro y temor, siendo que ni siquiera estaba convertido completamente en animal, le temían por solo saber lo que era. Al entrar al área del trono, los sirvientes se retiraron y los guardias se acomodaron debajo del altar, donde se encontraba la silla del rey.

DongWook observó a sus hijos y yernos, dejando su mirada fija en el forastero que JiMin llevaba por el antebrazo con total posesión, como si quisiera decir que no lo soltaría. Su inquietud yacía en la cola de tiburón blanco, esa mitad que lo definía como un híbrido de las aguas turbias y de donde habían vivido los exiliados por los demás océanos; depredadores.

Claro que había otros híbridos carnívoros entre ellos, pero sabían controlar sus instintos, nada comparado con los tiburones, orcas, delfines o demás, quienes habitaron una vez en el reino índico y parte del pacífico. Había una historia detrás de esas especies que muchos habían torcido, así era en este caso, aunque el rey conocía la verdad y estaba ansioso por cumplir su palabra de varios años atrás.

—Hijos míos, han vuelto a casa.— les dio la bienvenida DongWook, alzándose para ir hacia ellos, pero se detuvo frente a JiMin porque el híbrido de tiburón blanco le gruñó.

—Padre, este es YoonGi, mi destinado.— aclaró el hijo menor de la corona.

—Eso es imposible, tu mano está dada a JungKook.— refuto con una ceja enarcada.

YoonGi apenas comprendía de qué hablaban, pero no pretendía soltar a su tritón, era suyo y nada más, sin importar que tuviera que pelear con todos los presentes. JiMin pudo sentir el temor y molestia combinados en el lazo, por lo que le regaló una sonrisa extensa para calmarlo un poco. No estaba en su poder cambiar su matrimonio, aunque ya estaba marcado por su destinado y eso nadie podía deshacerlo, ni siquiera su obstinado padre.

—Me veo en la necesidad de negarme, he formado un lazo con mi pareja.— dijo JiMin con firmeza, mostrando la mordida en su cuello con orgullo.

DongWook resopló y miró con deje a YoonGi, si bien tenía un acuerdo con sus antepasados; los depredadores, no podía darle a JiMin porque el acuerdo con JungKook ya había sido hecho. Si no había una unión entre el atlántico y el antártico, se podría iniciar una guerra, la cual arrebataría muchas vidas en ambos océanos sin necesidad de violencia.

—Es imposible que lo acepte.— rechazó el rey, alzando su mano para que los guardias se retiraran y poder hablar en completa privacidad con sus hijos, yernos y el híbrido tiburón.

—¿Por qué?— preguntó JiMin, sus ojos tornándose azules y el agua comenzaba a agitarse.

DongWook negó y suspiro —El reino índico está perdido, puede que este joven sea el único que quede de su especie y no hay forma de que acepte un acuerdo de paz con alguien que no sea JungKook.— la molestia iba filtrándose en su tono por la terquedad de su hijo.

HoSeok trató de intervenir y decir que había una forma, pero su padre lo silenció rápidamente con una mirada. El rey también estaba demostrando su poder, sus ojos azules, tal como JiMin.

Entonces YoonGi lo reconoció y gruñó, convirtiéndose completamente en un tiburón, este era el hombre que recordaba, quién asesinó a su familia y gente. Anteriormente, había tenido flashback de su infancia, cuando vivía en el castillo con su hermano y sus padres, pero por algún motivo, una combinación de especies los atacaron y mataron a casi todos.

JiMin se sorprendió y abrazó la forma animal para retenerlo de irse contra su padre, no entendía lo que ocurría, el por qué YoonGi estaba descontrolándose de esa manera cada que veía los ojos azules de alguien.

DongWook encerró a ambos en una burbuja para ponerlos a prueba y evitar que lo atacaran, quería ver que tan salvaje era el tiburón blanco. Si tenía consciencia en esa transformación, seguramente no atacaría a JiMin, pero si lo veía flaquear, no era merecedor.

Como era esperado, YoonGi no lastimó a su preciado tritón, solamente veía con odio al rey.

—¿Padre?— dudo HoSeok, interviniendo por su hermano menor.

—Dile que se calme y regrese a su forma híbrida o no los sacará de allí.— dictó DongWook —De lo contrario tendré que seguir con nuestros planes y hacer que JungKook lo maté para que sea él quien permanezca a tu lado ¿O es incapaz de pensar en tu bienestar?

JiMin comprendió que estaba provocando a YoonGi, así que a través de su unión fue dando seguridad al tiburón, a tal punto que se volvió mitad y mitad. La burbuja a su alrededor desapareció y JungKook no dijo ni una sola palabra al respecto, solo empuño sus manos.

—Hace años conocí a un rey muy parecido a ti, cabello blanco y casi las mismas facciones ¿Eres acaso Min YoonGi, el príncipe segundo del reino indicó?— pregunto DongWook.

—N-no recordar, pero YoonGi.— respondió difícilmente el híbrido tiburón.

JiMin se apresuró a explicar —Parece haber estado mucho tiempo solo, su capacidad del habla no es igual a la de nosotros, te ruego padre que entiendas y también a mi corazón.

—¿Tu corazón? Esto no se trata de sentimientos, JiMin, sino de la paz entre reinos e impedir colapsos.— vociferó JungKook, harto de todo esto.

En cada segundo que pasaba veía más lejos la posibilidad de que JiMin se quedara con él, estuvo confiado todo el camino, creyendo que el tiburón blanco era un don nadie. No obstante, si es el príncipe, aún de un reino en ruinas, tenía ventaja y debía obstaculizar.

DongWook sabía de antemano, quien era YoonGi, solo tenía que asegurarse de que tenía la cordura suficiente para cumplir su promesa con los Min. Aquella que lamentablemente había quedado detenida por el infortunio de una masacre inevitable hacia los índicos.

—Hace ya varios años, tus padres y hermano eran conocidos míos.— empezó a contar el rey, viendo fijamente a YoonGi y dando un asentimiento a JiMin para que se tranquilizara —Eran buenos y preciados amigos míos, pero un desecho tóxico de los humanos cambió su comportamiento y pidieron que acabáramos con su propia gente.

— empezó a contar el rey, viendo fijamente a YoonGi y dando un asentimiento a JiMin para que se tranquilizara —Eran buenos y preciados amigos míos, pero un desecho tóxico de los humanos cambió su comportamiento y pidieron que acabáramos con su pro...

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𝓑𝓲𝓽𝓮 𝓵𝓸𝓿𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora