Ella Estará Conmigo

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Una enorme disculpa, por error subí la historia de Memorias aquí xD es que andaba editando las 2. Pero esa la subo en un rato.

De nuevo perdón, es que toy pndeja.



Una para nada sutil mueca de descontento se forma en el rostro de México, poco le importa la sonrisa avergonzada que su madre tiene, ya que frente a ella tiene su nuevo psicólogo, y nomás con verlo ya le cayó mal. 

-Cariño, saluda al nuevo psicólogo, él es Nepal, estoy segura que se llevarán muy bien. - 

China se inclina un poco para estar a la altura de México, a quien le da un par de caricias en su blanco cabello.

 Aún así la infante no parece estar dispuesta a dar su brazo a torcer, pero eso no molesta al alfa. 

-Descuide señora, es normal este tipo de comportamientos en niños de esta edad, más aún por el cambio tan abrupto de psicólogo, nada nuevo para mi. Pero como usted dijo, ella y yo nos vamos a llevar muy bien. 

Ahora es ese feo hombre quién se inclina a la altura de México, obteniendo como respuesta un adorable puchero por parte de su nueva paciente. 

-Bueno, vendré más tarde por ella, de todas maneras nuestra chófer estará aquí afuera, y también le dejó mi contacto para cualquier cosa. Se la encargo mucho. Y tú mi corazón, pórtate bien, y recuerda lo que hablamos. - 

México escucha con atención a su madre, y si bien los mimos que recibe la hacen sonar con alegría su cascabel, e incluso parpadear con inocencia, su expresión molesta no cambia ni un poco, aunque eso no molesta al asiático tricolor. 

Finalmente China se retira del lugar con rumbo a su trabajo, pues sólo salió unos minutos para poder acompañar a su bebé con el nuevo psicólogo. Le reza a Buda porque este cambio sea para bien. 

Una vez solos, Nepal analiza silenciosamente a México, de igual manera la invita a tomar asiento, cosa que la pequeña hace dando pasos firmes y fuertes, los cuales resuenan escandalosamente gracias a sus zapatitos escolares. 

Al igual que México, el alfa también toma asiento, pero él lo hace a una distancia prudente para no molestar a la niña. 

-Te iba a preguntar como estas, pero es obvio que no muy contenta ¿Tan mal te caigo que no me quieres ni saludar? - 

Lo último dicho por Nepal causa cierto cargo de conciencia en la pequeña, pero su orgullo infantil la hace encogerse de hombros. 

-Me caía mejor el señol plegamiento, yo lo quiero mucho. - 

Responde con simpleza México. Con pereza se desparrama en su asiento. 

¡Chinga! Hasta los sillones se sienten diferentes, este es muy duro, lo sabe porque lo patea con sus talones, aunque no al punto de dañarlo. 

-Ya veo ¿y que es lo que hacía él para que tú lo querías tanto? - 

-Pos él hacía… Ummm ummm.. Pues. - 

Súbitamente México guarda silencio. Ahora que lo piensa mejor ¿Qué es lo que hizo su otro psicólogo para ganarse su simpatía. 

Era muy amable con ella, sí, pero mucha gente lo era, como sus profesores, los padres de sus amigos, y los colegas de sus papis. 

De manera discreta Nepal ríe. Le dan mucha ternura las expresiones faciales de México y el movimiento oscilatorio de su colita de serpiente, clara señal de estar inquieta. 

Aún así le parece algo extraño que China haya decidido prescindir de los servicios del otro psicólogo, es obvio que él significa mucho para la niña. Como sea, ese no es su asunto, y no va a indagar en eso. 

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