Hola, soy shoto un chico de 17 años, ya muchos me conocen por lo de los héroes y tal, pero bueno, esta es la historia de como conocí a mi mayor fortaleza y a mí más grande debilidad en una sola persona, antes de todo yo solo quiero advertir una cosa...
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Tal y como el cenizo lo dijo al siguiente día ya estaban preparados para salir de en país, Shoto salio de su habitación miro a Bakugou ya caminando hacia donde estaría el helicóptero que los llevaría al Jet.
El cenizo no le dirigió la palabra y por si fuera poco la tipa esta se fue con ellos, abordaron la nave y salieron de ahí, en todo el camino Dynamight estuvo en su celular ni siquiera le puso atención a la chica que todo el tiempo quería que la mirara cosa que le pareció nefasta al bicolor.
Se quedó dormido, llevaba tanto cansancio emocional como físico, solo tomo sus audífonos y puso su playlist de Artic Monkeys y no supo nada mas de los otros dos hasta que llegaron a Japón y el aviso del piloto lo despertó.
-- Ay, pequeño vienes tan cansado. -- Dijo la mujer acariciándole una mejilla y Shoto solo se quedó quieto, claramente ella jamás se imaginaria las razones por las que el menor la aborrecía.
-- Camie. -- Le hablo Bakugou para que bajara junto a él.
La cara de Shoto tal vez fue hasta ese momento la expresión más fría que este podía poner.
Desabordaron y ahí estaban todos, héroes y compañeros amigos del héroe profesional, todos lo recibieron felices y hablando del como un héroe mientras que el menor paso desapercibido, ni siquiera había alguien esperándolo solo camino y se sentó en una de las jardineras de la agencia.
-- Nadie vino a recibirlo, pobrecito. -- Dijo Camie sintiendo verdadera lástima por el bicolor.
-- Ya está acostumbrado. -- Respondió Hawks con total normalidad como si abandonar a un chico de 17 años después de uno de los eventos más pesados de su vida fuese algo normal.
-- ¿Pasarán por él? -- Pregunto Kirishima ya que él podría ofrecerse a llevarlo.
-- Ah, si, Dabi vendrá por él. -- Volvió a responder Keigo.
Bakugou solo lo miro de reojo, la carita de Shoto se veía tan cansada, tenía ojeras y los golpes le daban un plus a la miseria que seguramente estaba pasando el menor, porque obviamente él era consciente de todo lo que le estaba causando a Shoto al verlo con Camie, podría ir a darle algo de ánimos pero tenía algo más importante que hacer, algo que por fin le daría el reconocimiento que necesitaba como héroe, pues había conseguido muestras de la droga, la misión había sido un éxito así que tenía que anunciarlo, prefirió continuar enfocado en su meta de ser el numero uno que en ayudar a ese pobre niño.
Shoto solo los miro pasar a la agencia planeando una celebración, en ese momento miro una de las camionetas de su casa, se alegró de saber que por fin podría largarse de ahí, bueno, eso le duro poco al ver de quien se trataba, si Touya había ido por él.
--¡Hey!, ¿Como te fue?, hiciste un excelente trabajo.
Los ojos del menor brillaron al escuchar eso y su corazón latió de emoción al escuchar las palabras de su hermano, sonrió y apenas iba a hablar cuando el otro continuo.
